Quién lo diría: Gobierno de Maduro coquetea con la nostalgia del Metro de «la cuarta»
Han pasado más de dos décadas diciendo que lo vivido por Venezuela durante los 40 años de la «cuarta república» fue peor. Que era una dictadura de las elites, que el pueblo estaba empobrecido y sometido. Que se comía perrarina. Que nada servía. Tanto así, que han querido cambiar nombres y reinaugurar obras de «la cuarta» para reescribir la historia, incluyendo estaciones de Metro.
Pero pareciera que ahora ya se admite que aquellos eran mejores años. El Metro de Caracas es ejemplo de eso.
Nadie puede argumentar que el subterráneo capitalino ha funcionado mejor con el chavismo que antes de 1998. Han cambiado trenes, nombres de estaciones, decoración de espacios, la imagen institucional, las empresas proveedoras, los planes para desarrollar nuevas líneas… y no han podido tener un mejor Metro.
La respuesta, en tiempos de precampaña presidencial, es entregarse a la nostalgia, volver al pasado, ponerse a «recuperar» lo que finalmente es una infraestructura nacida en los años 80, en plena guanábana de AD y Copei.
La recuperación de las estaciones del Metro de Caracas, que llegaron a estar vueltas nada gracias a la administración gubernamental, implica la restauración de los monolitos marrones con la M en rojo que identificó al sistema desde su inauguración en 1983.
Lo vemos en Altamira, por ejemplo, donde no se trató de un remozamiento sino de la instalación de uno nuevo pues el que alguna vez estuvo ahí fue eliminado hace tiempo, como demuestra esta foto tomada en 2022:
Ahora en la plaza sur de Altamira se erige un monolito bien cuartorrepublicano del Metro de Caracas: