Quo vadis, por Aglaya Kinzbruner
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Es verdaderamente fastidioso y problemático el acecho al cual uno se ve sometido constantemente, todo por culpa del entrometido Sr. Google. Me encontraba escribiendo un texto comentando La Cenicienta y como el cuento reflejaba una situación frecuente en otras épocas, cuando tantas mujeres se morían de parto (la Cenicienta era huérfana de madre) debido a infecciones. Y si no hubiese sido por el médico húngaro de origen alemán, Ignaz Semmelweis, (1818 – 1865), quien descubrió la importancia de lavarse las manos antes de atender una parturienta quizás todavía ¡estuviese pasando! Eso está descrito en su libro Etiología, Concepto y Profilaxis de la Fiebre Puerperal. Nadie le perdonó ese descubrimiento que salvó a miles de vidas. Murió solo y abandonado, joven todavía, en un manicomio. ¡Qué relajo! ¡Insinuar que los mismos médicos podían ser factores importantes de contagio y conducir hasta la muerte tantas pacientes!
Pues volviendo a la Cenicienta, viene el Sr. Google y me interrumpe en mi ardua labor. ¿Quiere los cuentos de Perrault? ¿Quizás los de los Hermanos Grimm? ¿O los cuentos folclóricos napolitanos que fueron escritos entre el 1634 y 1636 «Lo cunto de li cunti» «El cuento de los cuentos» y que fueron la inspiración de todos los demás, descubiertos por los Hermanos Grimm que coleccionaban cuentos infantiles del mundo entero y que fueron traducidos del napolitano al italiano por el filósofo Benedetto Croce? Se trata de cincuenta cuentos que fueron escritos realmente para adultos y donde aparecen por primera vez, después de la Grecia antigua, los ogros y ¿por qué no? las ogresas.
«Yo me las arreglo solita» le contesto para no parecer maleducada.
«¿Qué le parece Quo Vadis?» insiste Google. Realmente si esto no es espionaje del bueno, ¿qué es? Pero siempre en aras de la buena educación le contesto: ¿te refieres a la novela del autor polaco y Premio Nobel, Henryk Sienkiewicz (1846 – 1916)? La novela se sitúa en los tiempos de Nerón y narra muy hábilmente la paradoja entre la aristocracia romana y la persecución de la que fueron objeto los primeros cristianos. Muchos piensan que se trate de una metáfora que refleja los tiempos en que vivió el autor en una Polonia sojuzgada por el imperio ruso, siendo el zar un símil de Nerón. El libro, publicado en el 1896, se considera una obra maestra, un clásico y tuvo muchísimo éxito. Con base en la novela se hizo una película en el 1951 protagonizada por Robert Taylor, Deborah Kerr y Peter Ustinov.
Google, y tanto que yo quería parecer educada, estaba empezando a molestarse. «No, no – dijo – Quo vadis, ¿A dónde vas?, como mencionó Brian Nichols, subsecretario de Estado para Asuntos del Hemisferio Occidental, Departamento de Estado de Estados Unidos, cuando enfatizó que el Ejecutivo había tomado una serie de medidas en la «dirección equivocada», ¿Quo vadis, entonces?
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Parece que la mayoría de los venezolanos que se encuentran en el Exterior no podrán votar por el tiempo tan escaso para la fecha de votación del 28 de julio y los requisitos que se deben presentar. Y en cuanto a los países donde no hay representación consular como Estados Unidos, ahí votar será totalmente imposible. ¿Nos vamos a saltar así como así la voluntad de 7.7 millones de venezolanos?
¿Y ahora por qué hizo usted mutis, Sr. Google?
Aglaya Kinzbruner es narradora y cronista venezolana.
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