Rafael Iribarren: “Ser de izquierda o no serlo no pasa por definirse frente a Chávez”
A propósito del reciente y lamentable fallecimiento de Rafael Iribarren, desempolvamos la entrevista que le realizamos en el año 2003 cuando intentamos sondear las opiniones de intelectuales de izquierda independiente. En esa época la composición de la “izquierda crítica” es muy diferente a lo que es hoy, tiempos en que muchos avalaban el proyecto bolivariano y otros eran funcionales a lo que se llamó Coordinadora Democrática”. Iribarren no se identificaba en ninguno de estos bandos. Que la tierra le sea leve
Rafael Iribarren se define a sí mismo como un sobreviviente. Su filiación a la disidencia no es un asunto nuevo. Dirigente estudiantil y presidente del Centro de Estudiantes de Arquitectura ucevista en tres oportunidades, sus primeras filiaciones con la teología de la liberación lo hacen encabezar un movimiento de izquierda cristiana dentro del Partido Socialcristiano Copei. “Fuimos nosotros quienes trajimos a Camilo Torres a Venezuela editando sus mensajes. Tuvimos tres conferencias con él”.
En 1975 bajo la acusación de “comunista” es expulsado de la tolda verde. Luego forma el GAR (Grupo de Acción Revolucionario) junto a Domingo Alberto Rangel, un grupo marxista-leninista. “Nosotros le dimos al país el primer alcalde de izquierda electo, en Juan Griego, Margarita. El Culi Cesar González. Teníamos un trabajo fuerte en Carabobo, en el Pedagógico”. Luego de una década de activismo, Iribarren tiene una participación fugaz de 6 semanas en el segundo mandato de Caldera. Luego de estar en el vientre del Poder, se da cuenta de la imposibilidad de un cambio desde adentro. Actualmente forma parte de un grupo de opinión pronta a editar una publicación periódica de reflexión política.
– ¿Qué implicaciones desde el punto de vista político y económico va a tener para Venezuela el desenvolvimiento del conflicto Irak-Estados Unidos?
– En la guerra de Irak queda Chávez desnudo desde el punto ideológico y político. Hablo de ambivalencias y contradicciones profundas. Realmente Chávez no implica una gestión nacionalista y mucho menos antiimperialista. Su confrontación con sectores empresariales o aquellos que el ha llamado la oligarquía, que son algunos sectores del empresariado nacional, corresponde con su estrategia de abrir el país y favorecer la desnacionalización del capital y de los activos nacionales. El caso más emblemático fue el de la Electricidad de Caracas una empresa delictualmente gestionada desde hace muchos años. A partir de estas condiciones fue objeto de una oferta pública nacional que permitió que una transnacional se apropiara de ella con el beneplácito y apoyo del gobierno de Chávez. El salió felicitando y presentando ese hecho como una demostración de que realmente el sector capital internacional venía a Venezuela, etc. Ese capital transnacional no ha tenido en Venezuela ningún problema y la posición de Chávez ha sido simplemente declarativa, lo cual tiene un sentido político, pero es contrastante con la concreción de sus políticas. Los intereses norteamericanos nunca han estado en riesgo con Chávez, ni lo van a estar. ¿Qué pasa con Irak?. Chávez fue el primer jefe de estado que visitó a Sadam Hussein. Y aun cuando se haya pretendido que el petróleo no es un arma política, realmente lo es.
La reconstrucción de la OPEP tuvo una acción evidentemente política y se inscribió en la perspectiva que supuestamente correspondía a la multipolaridad mundial, de la creación del nuevo polo para lo cual tuvo una captación de unos Estados absolutamente reaccionarios y retrógrados que no tenían absolutamente nada que ver con la revolución ni nada que se le pareciera. El estuvo allá, cosa que no fue ni mala ni buena pero que podía ser interesante. Pero a la hora de la chiquitica cuando se le pone contra la pared resulta que él no pasa de un cuestionamiento de la guerra, de una denuncia de lo que esta pasando. Incluso menos contundente que la de Chirac, la de Putin y la de muchos otros jefes de Estado. Pero paralelalemente no sólo se le sigue dando combustible a Estados Unidos sino que se hace un esfuerzo inmenso en elevar la capacidad petrolera cuyo cliente, cuyo comprador fundamentalmente, es los Estados Unidos. Incluso frente a una reticencia de los volúmenes de compra del petróleo, que querían hacer para los efectos de sus reservas estratégicas, Venezuela recurrió a negociaciones con empresas que intermediarias que tenían que recibir la autorización del gobierno norteamericano para comprar ese petróleo destinado a las reservas estratégicas de los Estados Unidos. ¿Qué significa eso?. Bueno que a pesar de la supuesta vinculación e identificación de Chávez con Hussein, nosotros estuvimos alimentando la maquinaria de guerra con nuestro combustible.
La palabra militancia hay que revisarla, eso de formar parte de una estructura para formar cuadros ya no sirve. Lo importante ahora es la formación de redes.
– ¿Cómo va a variar la política estadounidense, finalizada la guerra, con respecto al petróleo venezolano?
– Pienso, que no va a variar. No les interesa la caída del precio, ni que el mercado petrolero se desplome. Porque los Estados Unidos controlando la producción iraquí, como lo van a hacer, simplemente coloca a la OPEP en una situación de absoluta supeditación. Estados Unidos no tiene ningún problema, excepto la ladilla de un discurso impertinente. Saben perfectamente que Venezuela esta entrampada por el petróleo porque ¿a quién se le va a vender petróleo? A los europeos, no. A nadie. A América latina, que ya nos están comprando, pero que no llegan a ser unos compradores como los Estados Unidos. Por otra parte los intereses norteamericanos están absolutamente garantizados. En ese sentido Chávez no es un problema para los Estados Unidos no lo fue, nunca lo ha sido y ahora menos. De allí no solamente las incoherencias de un discurso ya bien limitado, sino el hecho de que hubo una movilización de rechazo miserable, partidizada y sectaria que fue la que el MVR realizó.
– ¿Dónde podemos ubicar la reestructuración de Pdvsa?
– En el problema de Pdvsa el principal responsable es Chávez. Tenía que haber designado la directiva del febrero del 2002 o en 1999. Porque desde el primer momento Chávez asume una alianza, no sé bajo cuál lógica, pretendiendo que la meritocracia podían cambiarse la boina y convertirse en chavistas. Hasta allí llega su inconsistencia: él mantiene la meritocracia intacta. Se sabía que el primer candidato que iba a designar era el mismo Giusti, lo descarta y designa a otro meritócrata que fue Mandini. Lo saca y designa otro, Ciavaldini, designa a otro que fue Guaicaipuro Lameda y después de tres años de gestión meritocrática es que plantea una directiva que no lo fuera. ¿Por qué espero tres años cuando el problema petrolero había que atacarlo rápido?. Pdvsa era un estado dentro del Estado con mecanismos montados para delinquir a gran escala. Toda una ideología que creía que para que el dinero no lo dilapidaran, no lo robaran, era preferible que se lo transmitieran a otra gente que sí lo merecía. Efectivamente lo merecían tan poco como el gobierno.
El problema es que Chávez no le entró al problema de Pdvsa cuando era apropiado, favorable. Cuando él entró al gobierno pensó que podía sortear la crisis del país sin mayores problemas. Entonces cuando se plantea la crisis se desenvuelve de la manera más destructiva, y efectivamente resultó así. Es verdad que había un exceso de personal altísimo. Pero ¿era el momento de botar 18.000 empleados así como se ha hecho? ¿Y sin selectividad? Había delincuentes, pero de ninguna manera tu puedes aceptar que se trata de 18.000 traidores, bandidos. Además cuantos de esos tu no te hubieras podido ganar con un debate, con una discusión. En este sentido la crisis ha sido emblemática de lo que ha sido esta gestión. Una práctica de manejar las cosas en base a discursos pero de resultados, nada.
– ¿Cómo evalúas la irrupción de un actor político relacionado al área de hidrocarburos como lo es Gente de Petróleo?
-Pienso que Venezuela es tan artificial como ente, como nación, como estructura que aquí no hay política. Política como bien público, como la dinámica en la cual están involucrados de alguna manera todos los miembros de una sociedad. Y gestión pública como la acción de una estructura con capacidad para darle respuesta a los problemas. En Venezuela lo que hay es campaña electoral. Chávez no se preocupa sino por mantener su puesto y hasta el último pendejo esta embebido por que lo elijan. Aquí no hay política. ¿Qué pasa? Que hay grupos con mucha claridad como los profesionales, que se ven encallejonados, sobre todo en esta polarización, a actuar político-partidistamente. En este sentido Gente de Petróleo. Incluso gente que fue de izquierda en algún momento y hay que decirlo. Porque aquí ser de izquierda o no serlo no pasa por definirse frente a Chávez. Aquí con Chávez hay profundos reaccionarios como Luis Alfonso Dávila, Omar Mezza son individuos que no tienen nada que ver con revolución. Pienso que Chávez es un reaccionario más allá de sus discursos, un hombre que personaliza toda su gestión. Cuándo se iba a imaginar uno que a principios del siglo XXI nos iba a gobernar un señor que reproduce a Juan Vicente Gómez y que regrese la política nacional al modelo gomecista.
Volviendo al asunto de Gente de Petróleo todo parece encallejonarse hacia la vía electoral. “La salida a la crisis está por la vía electoral”. Pero ¿cuál es la crisis que se va a resolver aquí?. La crisis de ingobernabilidad no se resuelve. Una que llegó a su punto crítico con el deterioro y la pudrición que nos llevó el puntofijismo. Y que Chávez sigue en la misma porque no le ha entrado al problema.
“El desfase de las cúpulas con sus bases es real”
– Mucha gente ha depositado su esperanza en la resolución de la crisis en la realización de un evento electoral. ¿No sería esa una posibilidad?
– Sería la sustitución de una minoría por otra. ¿Qué es lo que se presenta en este momento? Efectivamente un rechazo masivo al chavismo y un apoyo por contraste, “coño la pinga aquí van a venir los mismos de antes”, eso alimenta mucha resistencia, la cual ellos alimentan con el monstruo del golpismo. Cualquier posición crítica de un sector de la oposición entonces es una conspiración. Pero voy a lo concreto, esta crisis es absolutamente superficial. La verdadera crisis es una que no tiene salida. No tiene salida por la vía del capitalismo y lo que llaman la eurodemocracia. No funcionan para darle respuesta a los países de la periferia capitalista. Eso es evidente a nivel mundial. Y el otro caso es, que por circunstancias este país con las mejores potencialidades y alternativas de América latina y quizás del hemisferio, apartando EEUU y Canadá, fue llevado a una situación de africanización. Por eso nuestro acumulado de un 80% de pobreza, una parálisis industrial que no hay manera de reactivar en una crisis que ya en su dimensión concreta es inimaginable.
Aquí no hay política tradicional que sea capaz de reactivar este país. En ese sentido la carga que se le hace a Chávez es falsa, él no es el responsable de esta crisis, pero sí de que se haya profundizado, que se hayan descompuesto algunos mecanismos de negociación que desmanteló. Pero que no es la primera vez que se desmantelan, sólo que Chávez negocia diferente, con otra gente que no es de la vieja cúpula. El desfase de la cúpula antichavista y las masas antichavistas es real. La movilización que se dio fue provocada por los medios, no por la Coordinadora, eso fue un invento mediático.
– ¿Esta movilización es un fenómeno nuevo?, ¿Qué elementos habría que tomar en cuenta para interpretarla?
-Las dimensiones que tomó y el sentido que adquirieron sí son fenómenos nuevos. Nunca se habían dado movilizaciones tan continuadas. Vivimos un año de movilizaciones permanentes. Las movilizaciones del chavismo y el antichavismo, desde el punto de vista de la subjetividad pasional, responden en el fondo a lo mismo, por lo menos a nivel de las bases y de la masa que es la necesidad de un cambio. En el sector del antichavismo esa subjetividad, esa inconciencia por un cambio se anticomunizó al insertarse en la polarización, que fue Chávez quien la promovió, y que después ellos se entramparon en eso porque les convenía. Un anticomunismo banal y bien superficial porque casi nadie cree en esa vaina. ¿Por qué se moviliza la gente? Yo pienso que por lo mismo que otros se movilizan a favor de Chávez: por un cambio. Por una conciencia de una situación de crisis que está significando mayor deterioro en cada uno de los venezolanos. En ese sentido esa conciencia es la base de la posibilidad de una dinámica de mediano plazo hacia el cambio.
– ¿En qué momento nos encontramos ahora, un momento de estancamiento?
– Esa dinámica de movilización todos los días, realmente espectacular, era imposible que se prolongara. Además en un paro que estaba destinado a fracasar. El paro era para que los militares tumbaran a Chávez y eso no se dio. Pero, ¿a quién se le podía ocurrir que le iban a dar un golpe a Chávez cuando la correlación de fuerzas les era adversa?. El último golpe exitoso que registra la historia venezolana fue en 1958. que algunos ni siquiera reconocen como un golpe sino como movilización cívico militar que elimina a Pérez Jiménez. De allí en adelante los 25 o 30 golpes que se han dado en los últimos 50 años fracasaron. ¿Por qué los militares en esta ocasión iban a dar un golpe exitoso?, ¿Por qué? Hubo una subestimación de las ventajas que podía Chávez manejar para frenar las posibilidades de un golpe y una sobreestimación de los factores que podían inducirlo. En ese sentido político institucional ahora el chavismo tiene mayor control que el antichavismo. Básicamente porque sus relaciones son muy funcionales, el chavismo responde a lo que dice Chávez y se acabó.
– ¿Después de Chávez vendrá un gobierno de derecha?
– Aquí y en muchas partes del mundo. Rómulo Betancourt desde de su tumba debe estar envidiando a Chávez, este anticomunismo que hay ahora no lo logró Betancourt ni en sus mejores tiempos. Chávez ha conducido a un anticomunismo, cuando ya el comunismo no existe, cuando ni siquiera estamos en Guerra Fría.
Una conciencia no entrampada en la polarización
-¿Por qué planteas que el chavismo es una fuerza cualitativamente superior al antichavismo?
– En el sentido operativo tiene organizado los círculos bolivarianos. Tiene plata para organizar gente, tiene al fin y al cabo una serie de estructuras gubernamentales que le permiten al chavismo tener un quantum. Tiene más capacidad que el antichavismo que no tiene ninguna articulación. Ni en el momento de mayor ascenso. Las movilizaciones fueron casi espontáneas debido a los medios. El chavismo tiene más estructura lo cual es una ventaja porque lo hace ineficiente desde el punto de vista político institucional. Pero esa ineficiencia se manifiesta en la conciencia de la gente en el sentido de comprender que el problema es la estructura de poder. Aquí se trata, desde el punto de vista del cambio, de la reflexión de la verdadera crisis.
Nuestra crisis es estructural, es el sistema capitalista, el modelo occidental de sociedad que se ha impuesto en el mundo. Esta es expresión de eso. Nosotros no estamos viviendo una crisis que sea diferente a la que están viviendo los pueblos europeos. De allí que una gente de izquierda que quiera participar en el ámbito revolucionario, generando cambios en su estructura tiene que apuntar a esa conciencia de que no hay salida. No es un problema de pesimismo u optimismo simplemente es un hecho concreto, no hay salida y lo que se ofrecen son salidas político institucionales a problemas circunstanciales y con unos lapsos escalofriantes, bajar la pobreza al 15% de aquí a 20 años. En definitiva esta crisis dentro de la crisis ha conducido a un estancamiento. No hay salida ni a nivel de lo institucional ni de lo estructural. ¿A dónde apunta esto? A trabajar hacia una conciencia que no se entrampe en la polarización, en la respuesta tradicional, partidizante, electoralizante, etc.
– Para mucha gente de izquierda inscrita dentro del chavismo, piensan que Chávez en el poder es el muro de contención y que eso les permitirá el espacio para ganar grados de autonomía dentro de lo que ellos llaman el movimiento popular y que eso en un mediano o corto plazo les va a permitir profundizar la revolución. ¿tú crees eso posible?
– Chávez frenó el proceso de los noventas, eso es lo que ha significado Chávez. El proceso constituyente que era la base de la reconstrucción del movimiento popular, de abajo hacía arriba, pero Chávez lo frenó llamando abruptamente a una constituyente recortada, payasesca de 6 meses y controlada por él. Allí comenzó el freno. Después mete a la gente a votar, 5 elecciones sucesivas cuando el problema no era ese. ¿Cuál es el avance que se puede hacer cuando se pasa de una mayoría a una minoría mantenida aleatoriamente?. Por que allí hay metido desde vainas mítico-religiosas hasta el oportunismo y la pragmatización. ¿De dónde sale que teniendo el poder, siendo gobierno se van a crear espacios residuales para tener una cierta acumulación?. Realmente sí se están moviendo más libremente porque tienen mas recursos. Pero se están acumulando fuerzas. ¿Para qué? ¿Cuál es la visión que se tiene de la Revolución? ¿Se puede pretender una colombianización del proceso venezolano? ¿Se puede pretender que aquí se siga manejando la idea de la lucha armada como se manejó en el siglo XX?¿Esa es la visión? Cómo podemos seguir hablando de la revolución de esa forma con la misma lógica y el mismo lenguaje de hace 50 años atrás. Porque si se trata simplemente de caerle a coñazos a unos escuálidos, o a los de El Libertario, entonces bueno échenle bolas. Pero ¿qué tiene que ver Tupamaros, Carapaicas o Lina Ron con revolución. Existen esos espacios que da el chavismo que antes no daban los gobiernos, pero ¿en función de qué y a costa de qué?. Porque están aprovechando esos espacios en la comunidad a cambio de crear una política perversa en las masas, atenidas a que venga un tipo que nos va a regalar todo, que Chávez es el que nos va a salvar, etc, etc. ¿Esa es la conciencia que tu vas a promover en estos momentos en el siglo XXI?.
– ¿Qué ha sucedido con la intelectualidad de izquierda con esa falta de un programa y una visión?. Siempre la izquierda se ha caracterizado por gente pensante y visionaria y ahora del lado del chavismo pareciera que son gente profundamente acrítica.
– Sostengo que la izquierda es relativa. Izquierda es una categoría válida contextualizada. Cuando tu la contextualizas la entiendes. En ese sentido lo que fue izquierda no siempre lo es. Buena parte de la izquierda de los sesenta se pasó para Acción Democrática. Lo mismo pero sin armas. Cuando tu revisas el chavismo es igual. García Ponce ha sido copeyano de toda la vida. Tu vas divisando a la gente y es la misma que la del puntofijismo. Izquierda que antes de llegar al chavismo hizo una pasantía larga por el puntofijismo. Y de esa manera esta izquierda dejó de producir, de creer, porque ellos no creen en nada. Se meten en esta revolución que es bien cómoda porque ni siquiera hay que prepararla sino que llega Chávez y dice aquí hay una revolución y lo que tienen que hacer es ponerse una boina, organizar un círculo bolivariano. Sin riesgo, sin problemas y con la particularidad que se tiene dinero, se tiene recursos y se tiene poder. Estos están viendo el poder como cualquier grupo político. Y eso hace que esta izquierda simplemente haya asumido que es lo que dice Chávez. La intelectualidad de izquierda realmente no puede hablar de una revolución sino sencillamente opacarse en el discurso de la Ley de Tierras, la de pesca, la lucha por la soberanía nacional. ¡Estamos defendiendo la soberanía nacional! Aun cuando vemos que nada de eso es así. Aquí existe una política de total apertura hacía las transnacionales.
Reivindicación de la izquierda
– ¿Cómo se configura una izquierda no chavista? Sobre todo ahora que ha quedado tan marcada la palabra revolución
– Ahora nos toca trabajar en una construcción de identidad, a partir de lo que ha quedado del chavismo y asumir que esa es la única vía. Armar un discurso, armar una propuesta coherente que no le haga concesiones a la pragmática cotidiana ni al oportunismo, que no le haga concesiones a ese reformismo chato. Cómo configurarse: a partir de un deslinde claro con la estructura de poder. Asumir, entender que en el seno de la sociedad ya no sólo hay una capacidad de respuesta y de organización sino que hay una potencialidad de poder que es a lo cual hay que convocar. Definir una izquierda sobre la base del deslinde del chavismo y del antichavismo y rescatando esa categoría de izquierda para un programa de verdadero cambio, de rechazo a la política institucional en la cual se quieren mantener chavistas y antichavistas a pesar de sus contradicciones. Yo partiría a tomar conciencia que la vía electoral no va a solucionar el problema. Dejar el involucramiento en este proceso electoralizante, repartidizante y levantar una propuesta de desarrollo político marginal. Hay estudios serios que dicen que cerca del 40% de la población venezolana no se identifica con ninguno de los dos polos. Claro, eso no es soplar y hacer botellas pero es el ámbito donde es posible impulsar un proceso de conciencia. ¿Qué nos queda? La conciencia, así como Dante escribe a la entrada del infierno: “tan sólo la esperanza queda en pie”.
– En lo personal, ¿en qué militarías actualmente?
– La palabra militancia hay que revisarla, eso de formar parte de una estructura para formar cuadros ya no sirve. Lo importante ahora es la formación de redes.