Rechazan uso de El Helicoide como museo: No es sitio turístico, es un centro de tortura

Organizaciones de derechos humanos condenan la promoción de El Helicoide como museo policial y destino de visitas oficiales. Denuncian que se intenta blanquear un centro de detención donde se han cometido graves violaciones a los derechos humanos, ignorando a las víctimas y tergiversando la historia de la represión en Venezuela
Organizaciones defensoras de derechos humanos alertan sobre la reciente promoción de visitas al llamado «Museo Histórico del Cuerpo de Policía Nacional Bolivariana», ubicado dentro del Helicoide, como parte de recorridos turísticos o visitas oficiales para observadores internacionales y delegaciones extranjeras.
La iniciativa —conocida también como «Museo de las Guarimbas», inaugurado el 18 de diciembre de 2020— ha generado rechazo por convertir en atractivo cultural un espacio profundamente vinculado a la represión política en el país. «Es una banalización del sufrimiento humano», advierte la ONG la Justicia, Encuentro y Perdón.
Desde 2014, el Helicoide ha sido documentado como centro de detención y tortura por múltiples organismos nacionales e internacionales. Presos políticos, manifestantes, periodistas y activistas han sido recluidos allí, muchos en condiciones inhumanas: aislamiento prolongado, torturas físicas y psicológicas, falta de acceso a atención médica y defensa legal.
Convertir este espacio en destino turístico «es un intento de lavar la imagen de una institución señalada por crímenes de lesa humanidad», señalan defensores de derechos humanos. Además, critican la narrativa oficial del museo, que presenta las protestas sociales como actos exclusivamente violentos, sin reconocer las legítimas demandas de derechos, justicia y democracia.
Durante las protestas masivas de 2014 y 2017, «más de 300 personas fueron asesinadas por agentes del Estado o en el contexto de operativos de represión», según registros de organizaciones como el Foro Penal y la Misión Internacional Independiente de la ONU sobre Venezuela. A esto se suma un patrón sostenido de detenciones arbitrarias y criminalización de la protesta.
«Instalar un museo sin reconocer a las víctimas es construir una memoria selectiva y sesgada», denuncian. Advierten que una reconstrucción histórica honesta debe incluir la verdad sobre la represión, la violencia institucional y la pérdida de vidas humanas.
«La memoria debe ser herramienta de justicia, no instrumento de propaganda», señala la ONG. «El Helicoide no es, ni debe ser, un atractivo turístico. Es un lugar que debe ser resignificado desde las voces de las víctimas, no desde la narrativa del poder».
*El periodismo en Venezuela se ejerce en un entorno hostil para la prensa con decenas de instrumentos jurídicos dispuestos para el castigo de la palabra, especialmente las leyes «contra el odio», «contra el fascismo» y «contra el bloqueo». Este contenido fue escrito tomando en consideración las amenazas y límites que, en consecuencia, se han impuesto a la divulgación de informaciones desde dentro del país.