Reclusos de Uribana deben cancelar hasta 200.000 por pago móvil para comer
Investigaciones demostraron que los pagos se realizan a «la cuenta bancaria de un privado de libertad» que trabaja en la cocina, y éste sería el encargado de repartir el botín entre los custodios
El Observatorio Venezolano de Prisiones (OVP), denunció este miércoles que privados de libertad del Centro Penitenciario David Viloria, conocido como la cárcel de Uribana ubicada el estado Lara, deben cancelar a través de “pago móvil” a sus custodios para poder acceder a los alimentos.
De acuerdo con el informe de la organización, familiares de los reclusos señalaron que al recinto carcelario llegan los alimentos “pero que ellos no reciben el suministro adecuado”, a lo que agregaron que “No les dan las tres comidas diarias como lo indica el Ministerio de Servicios Penitenciarios”.
“Al contrario, lo redujeron a una comida diaria y sigue siendo la misma agua de pasta o de granos, y arepas sin relleno (…) Esa comida nos tiene débiles, lo que hacen con esto es matarnos de hambre”, exclamó un recluso.
Los privados de libertad aseguraron que sus familiares llevan alimentos durante los días de visita, pero no se las dejan pasar bajo el alegato de que tienen suficiente comida para la población penal.
En ese sentido, los reclusos añadieron que los custodios se aprovechan de esta situación para venderles algunos productos con el fin de que se vean obligados a comprar «para no morir de hambre».
Detenidos dieron a conocer que los custodios del penal se organizan por sector «para vender cada envase de comida en 200 mil bolívares», al tiempo que agregaron que es la única forma de alimentarse adecuadamente. Los alimentos suministrados por los custodios incluyen desde granos hasta pollo, pero es un privilegio al que no todos pueden acceder por falta de recursos económicos.
Familiares manifestaron que, a veces, tienen que pedir prestado o vender algo para poder hacer el pago móvil.
Según las investigaciones del equipo de OVP, los pagos se realizan a la cuenta bancaria de un privado de libertad que trabaja en la cocina, y éste sería el encargado de repartir el botín entre los custodios.
Mujeres de Fénix están encerradas en un galpón
Por otro lado, la organización defensora de los derechos humanos denunció que cerca de 250 reclusas del Centro Penitenciario Fénix, fueron trasladadas el pasado 16 de enero, desde su módulo hacia un galpón en la cárcel de Uribana.
Según el OVP, el motivo del traslado se debió a «un colapso en las cloacas del penal», situación que se viene registrando desde el año pasado, que se agravó luego de que se inundara el área donde duermen las reclusas. La promesa en ese momento fue que en pocos días estarían en sus dormitorios de regreso.
No obstante, los familiares denunciaron que llevan 13 días prácticamente aisladas, no pueden recibir visita y las veces que han intentado llevarles paquetería o comida no es recibido porque alegan que tienen sus tres comidas.
Las madres preocupadas por esta situación piden que sus hijas sean llevadas de inmediato al anexo de mujeres en Fénix.
De igual manera, agregaron que ese galpón es usado para castigos, les toca dormir en el piso, bañarse a la intemperie y eso solo cuando les dan acceso al agua, porque allí no cuentan con baño y tienen que hacer sus necesidades fisiológicas en bolsas, exponiéndose así a infinidades de enfermedades e infecciones.
Hasta ahora desde la directiva de Fénix no les han dado respuesta para solventar esta situación.
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En este sentido, Carolina Girón, directora del OVP, reiteró que no existe disposición por parte del Ministerio Público de investigar la información, porque a través de esta ONG se han elevado varias denuncias sobre la situación carcelaria en Venezuela y hasta ahora no hay una respuesta por parte de este organismo.
“Se siguen haciendo de la vista gorda, la situación es notoria y pública, existen pruebas que presentan los mismos presos. Ya se registró una situación irregular en CPO Táchira, donde los internos demostraron que en el penal había comida escondida. ¿Entonces qué está pasando? ¿Por qué no les llega comida a estos presos? No es casualidad que todos denuncien la misma problemática, esto se ha convertido en una política de Estado”, puntualizó Girón.