Reconocido chavista en foto con Pato Donald, por Jesús Silva R.
Autor: Jesús Silva R. | @Jesus_Silva_R
Desde niño descubrí que el lenguaje de la provocación es una devastadora arma comunicacional, ser una foca adulante del montón o repetir como loro un libreto de terceros nunca causa impacto propagandístico, pero desplegar irreverencia y franqueza es una herramienta mediática demoledora porque la gente se detiene a leer lo escrito o a contemplar la propuesta audiovisual, unos aplauden, otros condenan, pero todos se agitan y el mensaje penetra las mentes. Sólo así un comunicador sin patrocinantes se mantiene en la superficie y si lo que dice «despierta conciencias» pues mucho mejor. Asumo el riesgo de retaliaciones provenientes de poderosos intolerantes.
La foto que acompaña esta reflexión es un provocador llamado a no odiar a la clase trabajadora de ningún país porque gobierno es una cosa y pueblo de a pie es otra. Esto incluye a EEUU.
Terminé de pensar estas reflexiones sentando al lado del famoso Pato Donald en mi visita al Mundo Disney (Orlando, EEUU) durante noviembre de 2017. He asumido la heroica tarea de defender la identidad individual de cada venezolano en una etapa donde «figuras» de izquierda y de derecha quieren convertir al ciudadano de este país en un estereotipo sin personalidad propia, por ejemplo,
si eres chavista tienes que vivir en la pobreza, no puedes ser clase media, mucho menos empresario y debes hablar, comer, vestir y comportarte como te lo dictan desde arriba. Si eres opositor, debes ser pitiyanqui, apátrida, pro imperialista, capitalista, egoísta, racista, y etc.
Pues no, esa receta se la aplican únicamente al pueblo de a pie, a los que no pertenecen a cúpulas privilegiadas de ambos lados ni están enchufados a ellas. Yo como revolucionario marxista de toda la vida me niego a la imposición de un estereotipo absurdo que solo pretende manipular a la población para que no piense con criterio propio y se rebele contra injusticias de ayer y hoy.
Conozco Estados Unidos como la palma de mi mano, desde niño viajo con frecuencia a ese país y hablo su lengua perfectamente. Adicionalmente soy el primer socialista venezolano en recibir el reconocimiento más alto que pueda conceder el U.S Department (Ministerio de relaciones exteriores de EEUU) a un extranjero por trayectoria profesional, el IVLP año 2017 (anteriormente concedido al expresidente Ramón J. Velásquez.
Por mi conocimiento y credenciales, nadie me dirá a mi cual debe ser mi posición ideológica frente a Estados Unidos. Al contrario, son los opinadores de oficio y los aspirantes a revolucionarios quienes deben aprender de mi posición frente a ese país.
A veces no somos profetas en nuestra tierra, y es más probable ganarse un premio de un país extranjero que uno en tu propio país. Tal vez ese sea mi caso y yo lo acepto, seguramente cuando prevalece el enchufe por encima de la meritocracia, estas cosas pasan. No me importa, lo asumo serenamente. Le ha pasado a gente más importante que yo, ahí está Alfredo Sadel el mejor cantante que ha dado la historia de Venezuela, saltó de la música popular a la música «de alarde» o la opera. Se presentó en la Scala de Milán y los más prestigiosos escenarios de Europa y fue ovacionado por miles, luego se presentó en el Teresa Carreño de Caracas y fue abucheado por ignorantes que le exigían volver al género musical popular. Son historias de los Galileo Galilei del siglo XX y XXI, no siempre la calidad es popular.
Lo que amo de EEUU:
1) Su pueblo de a pie (clase trabajadora) como dueño de una admirable cultura de trabajo y que la gente no es floja.
2) Su meritocracia, porque se otorga empleo por estudio y capacidad comprobada (no por enchufe) y se vive de ello sin estirar la mano para recibir subsidios o donaciones.
3) El deporte, el beisbol (que tanto le gustaba a Hugo Chávez), el cine, cierta música (no toda) y demás aportes científicos y culturales que le han dado la vuelta al mundo.
4) La tecnología (Internet, computadoras, los teléfonos inteligentes, ect que tanto usan los chavistas de smoking)
Lo que rechazo de EEUU:
1) El imperialismo (clase política que pretende controlar política, militar y económicamente a otros países)
2) La división racial (liderada por supremacistas, el KKK, the Alt Right).
3) El porte de arma sin regulaciones (segunda enmienda de la Constitución de EEUU)
4) El capitalismo (la plusvalía)
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