Recuerdos de una tragedia que enlutó a Venezuela (y X)
Autor: Lucía Ramírez | Emily Placencia
1. Hasta la naturaleza se quería oponer al referéndum de Chávez
El 15 de diciembre de 1999 marcó una jornada electoral en el país manchada por la tragedia. Para aquel entonces el expresidente Hugo Chávez celebraba la consolidación de su bandera política, con la aprobación de una nueva Constitución. Sin embargo, la naturaleza hacía estragos en Vargas y lo que fue una victoria para unos se convirtió en el recuerdo más triste para otros.
La tragedia de Vargas desbordó las expectativas negativas, para ese entonces, de las autoridades electorales que insistían en llamar a los votantes para que acudieran a las urnas, pero más de 10 horas de lluvia mantuvieron a los centros electorales sin número de participantes en los comicios.
El agua incluso retrasó el sufragio de Chávez, que se tenía previsto para las 7:00 am, pero tuvo que conformarse con hacerlo alrededor de las 10:00 de la mañana. Apelar por el refranero de Simón Bolívar fue la primera reacción al ver que los centros electorales se quedaban fríos por los torrenciales aguaceros “si la naturaleza se opone, lucharemos contra ella y haremos que nos obedezca”, citaba enérgicamente.
Horas más tarde, el ministro del Interior, Ignacio Arcaya, informaba el fallecimiento de 18 personas, unos 5 mil damnificados y 50 mil personas afectadas directamente por las lluvias.
Entonces el panorama para Chávez cambió, al igual que su discurso “no estoy preocupado por el referéndum porque sé que va a ser un éxito, estoy preocupado más por la situación de emergencia que se vive en algunos estados. Pedimos a Dios porque deje de llover, no sólo por el referendo sino por la situación de emergencia», señalaba.
Venezuela decidió entonces darle el sí a la Constitución bolivariana con un respaldo de 71,19% de los votos, en un referéndum aprobatorio que se vio empañado por una tragedia y una abstención que superó el 50%, según resultados oficiales del Consejo Nacional Electoral.
2. Orión el héroe
El 15 de diciembre de 1999 Orion no paraba de ladrar, subía a la azotea, le mordía la mano a su dueño, quien ante la desesperación del perro optó por meterlo en una habitación de su casa ubicada en Tanaguarena, estado Vargas.
Maurizio Pérez recuerda que la mañana del 16 de diciembre y ante la insistencia de su esposa Aida Tousseda de sacar a Orion de la habitación donde permanecía encerrado, alcanzó a ver desde la ventana como una ola de lodo traía consigo casas y todo lo que había encontrado a su paso.
Lo siguiente fue tomar una de las decisiones más difíciles de sus vidas, dejar a Orión y a su pareja Alpha en casa, para resguardarse en lo alto de una antena, minutos después fueron rescatados por un helicóptero.
La muerte de ambos caninos fue lo que pasó por la mente de Pérez, pero el destino le daría una sorpresa al enterarse que Orión había sobrevivido y se encontraba en labores de rescate. La primera fue una niña de ocho años, quien se encontraba agarrada de un tronco dentro de la crecida del río, la siguiente una adolescente de 14 años.
Fue así como el can rescató a 37 personas que habían quedado presas en el río, una cuerda improvisada amarrada de su cuerpo era lo que sujetaban los vecinos de la zona para impedir que el agua pudiera arrastrarlo y lograra sacar a las personas.
Orión también ayudó a quienes se encontraban en estado de shock. Pérez contó que una de las anécdotas en torno a este tema, es la de un hombre que había quedado atrapado y al cual Orión valiéndose de una cuerda sacó y llevó hasta donde se encontraban un grupo de personas refugiadas.
Por su destacada labor fue condecorado con una medalla de Honor al Valor, una cinta azul y un diploma por salvar vidas humanas.
3. “Gringos go home”: Chávez rechaza ayuda humanitaria de EEUU
En tres días, del 14 al 16 de diciembre de 1999, se acumularon 911 milímetros de lluvia, una cifra que casi duplica el promedio anual de 514 milímetros según datos aportados por es.climate-data.org. La montaña no pudo soportar, los sedimentos corrieron río abajo sin permiso y quitaron de su camino todo lo que estuvo a su alcance en un cauce que no perdonó hospitales, casas, familias y vidas.
54 mil fue la cifra de damnificados y 240 mil las personas afectadas por la tragedia de Vargas, aportados por la Autoridad Única de Área del Estado Vargas (AUAEV). Los daños urbanos fueron calculados en 1.729 millones de dólares.
El rescate de los supervivientes se inició de manera tardía, la coordinación estuvo a cargo del gobierno nacional, en ella participaron soldados de los cuatro componentes de las fuerzas armadas del país, la organización Defensa Civil, la Policía Metropolitana. Pero la ayuda humanitaria internacional también dijo presente.
Más de 40 países enviaron apoyo, equipos de rescate, comida, medicinas, agua potable, sábanas, asistencia médica, hospitales de campaña, helicópteros, equipos de construcción y donaciones millonarias. Pero para Chávez sus problemas con Estados Unidos (EEUU) parecían iniciar, luego de que el 11 de enero del 2000 rechazara el envío de dos navíos estadounidenses que transportaban a 450 ingenieros de la Armada y Marines.
Pero los buques no solo traían ayuda de personal especializado, transportaban tractores, bulldozers y maquinaría de ingeniería. Más de 20 millones de dólares fueron aprobados por el entonces presidente de EEUU Bill Clinton.
La respuesta: Chavéz alegó que Venezuela no necesitaba personal adicional, dinero o equipo.
4. El cuento del sótano y César Miguel Rondón
El sótano de un edificio en Los Corales fue uno de los escenarios principales y de tensión en lo que fue la tragedia de Vargas en 1999. Un hombre que se hacía llamar Luis Landaeta, se comunicó con el periodista César Miguel Rondón para suplicarle por ayuda mientras se encontraba atrapado.
«Escúcheme, por favor. Se lo suplico con todo el corazón de mi alma. Estoy en un sótano, no hay salida por ningún lado. Tengo a mi esposa, dos niños, y mi madre murió hace una hora. Soy hipertenso, cardiópata. No tengo la medicina para el corazón. No sé qué hacer. Estoy en el edificio Cerromar de Los Corales. Tome nota rapidito, que me puedo morir en cualquier momento: estoy rodeado de barro, escombros, cadávares».
Era sábado el calendario marcaba 18 de diciembre de 1999, cuatro días antes el agua había arrasado con todo a su paso en el estado Vargas, más de 54 mil damnificados era la cifra que repetían las transmisiones especiales en radio y televisión.
Landaeta realizaba su primera llamada con el equipo de locutores de guardia del circuito Unión Radio, el que atendió su primera llamada fue Polo Troconis. A pesar de que presuntamente le quedaba muy poco tiempo de batería en su celular, la presunta víctima del deslave fue contactado hasta otras seis veces por Unión Radio.
Pero lo único verdadero de Luis Landaeta resultó ser su nombre. Las llamadas se hicieron desde la zona oeste de Caracas, una nota publicada por El Nacional el domingo 26 de diciembre explica que se rastreó completamente el edificio y los expertos en rescate concluyeron que era imposible que alguien estuviera con vida en el sótano.
Fue así como el 20 de diciembre de 1999, Rondón decidió salir al aire con y realizó un recuento de toda la historia: «Luis Landaeta, señoras, señores, era una farsa. No existe Luis Landaeta». El personaje no existió, pero sí el ciudadano Luis Arturo Landaeta, quien fue capturado por la Disip el jueves 23 de diciembre de 1999 en El Junquito (Gran Caracas), desde donde había hecho las llamadas para Unión Radio como una falsa víctima atrapada en Vargas.
5. Cuando el río suena, piedras trae
Mientras el mundo se preparaba para el cambio de milenio, Venezuela estaba a punto de vivir una de las peores tragedias de su historia. Las montañas del estado Vargas llevaban semanas empapándose en sus cabeceras bajo unas lluvias de intensidad inusual en el mes de diciembre.
En tres días ocurrió lo peor, las montañas comenzaron a vomitar ríos de agua, lodo y piedras hacia la costa. La corriente inesperada derribó edificios enteros y las piedras que arrastraba cayeron letales como bombas sobre la gente que buscaba desesperada dónde ponerse a salvo.
Para ese entonces el ingeniero Ángel Rangel era director nacional de la Defensa Civil de Venezuela. «En Vargas ya había habido algunos derrumbes, pero entre el 14 y el 16 de diciembre llegaron a registrarse precipitaciones de hasta 911 milímetros de agua por metro cuadrado».
Fue así como entonces la situación lo llevó a dar la voz de alarma. «El día 15 le hice llegar al entonces Ministro del Interior Luis Miquilena, una declaratoria de emergencia nacional para que fuera aprobada por el Consejo de Ministros que se reunía al día siguiente, porque estábamos ya en una situación crítica. Pero el gobierno no contemplaba suspender el proceso electoral».
La conexión por carretera por Caracas quedó interrumpida por los aludes, y una multitud de personas que lo habían perdido todo buscaba cómo escapar de la zona de la catástrofe, en la que ya no funcionaban ni el suministro eléctrico ni el servicio telefónico.
Mientras Chávez anunciaba por televisión el nacimiento de «una nueva Venezuela» tras el triunfo del «sí» en el referéndum, comenzaba a activarse un inmenso operativo de rescate en el que hubo tanta solidaridad como desorganización, recuerdan los expertos.
Pero mientras todos trataban de escapar de Vargas, el diseñador industrial José Gregorio Hernández Mendoza se lanzó a recorrer el camino inverso. Vivía en Carmen de Uria, pero el 14 de diciembre estaba trabajando en Caracas y, como hacía a menudo, decidió pasar la noche allí. «Al día siguiente vi las imágenes aéreas por televisión y descubrí que mi casa ya no existía».
Allí había dejado a su esposa, su hijo de 10 años, y el resto de su familia. Ninguno contestaba el teléfono. 20 años después el recuerdo de su familia perdida sigue vivo y las piedras ocupan el espacio de lo que fue su casa.
6. Las cicatrices de una montaña que el tiempo no borró
El estado Vargas fue declarado en emergencia por Protección Civil dos semanas antes de que ocurriera el deslave que se llevó las viviendas y con ellas las vidas de muchos. Un animal salvaje parecía haber rasguñado la montaña, varias “cicatrices” cubrían las principales caras del pulmón de la ciudad: El Ávila.
La cantidad de lluvia hizo que más de 25 millones de metros cúbicos de material cayeran sobre Caracas y Vargas, lo que causó que 227.000 personas casi 70% de la población del estado resultase afectado por las lluvias. De ellos 100.000 quedaron damnificados.
La madrugada del 15 de diciembre se originaron los deslaves y derrumbes de las laderas montañosas de El Ávila. Por las pendientes se arrastraron sedimentos, volúmenes considerables de agua y rocas que alcanzaban una velocidad de 60 kilómetros por hora. El barro proveniente de las montañas derrumbó las viviendas de la zona en un abanico aluvial, un accidente geográfico formado por una corriente de agua que fluye rápidamente y al entrar en una zona más tendida se extiende.
7. La risa que el deslave apagó
Su muerte fue inesperada y triste, fue una de las víctimas de la tragedia del deslave de Vargas en 1999. Actor, Comediante y Humorista Jorge Tuero, se negó aquel 16 de diciembre a dejar su casa.
Horas después perdería la vida junto a su esposa Gladys, su hija Sonia y su nieta. El agua arrasó con las viviendas de la localidad en el sector Los Corales, en el estado Vargas, una avalancha de piedras, palos y lodo hizo que el cuerpo del humorista nunca fuera encontrado.
Tuero nació un 28 de abril de 1936 y dedicó su vida al mundo del espectáculo, su nombre real era Alberto Debrot. Se dice que su nombre artístico se debe a que era gran admirador de Jorge Negrete y Emilio Tuero, artistas mexicanos.
Se inició en Radio Tropical con un espacio llamado ‘’El papá de mi hermanito’’, luego pasó a la cinta dramática ‘’Amanecer a la vida’’ dirigida por Fernando Cortés. En el año 1961 forma parte de Radio Rochela y de la telenovela ‘’Cinco Destinos’’.
En 1992 pasa a las filas de Venevisión y el programa ‘’Cheverísimo’’ es su nueva pantalla para divertir a los espectadores. En el programa interpretó segmentos como ‘’El Terror del llano’’, ‘’ Rico Mc Rico’’, ‘’El doctor criollín’’, ‘’El profesor de idiomas’’, ‘’ El dólar’’, ‘’El condominio’’, ‘’Juan pueblito’’, ‘’Baldomero’’, ‘’Los viejitos’’, entre otros.
8. Súbete a mi moto, el rescate improvisado que salvó a más de 100 personas
El estudio de Venezolana de Televisión (VTV) realizaba ese 15 de diciembre de 1999, en vivo y ante la grave situación en el estado Vargas, producto de las lluvias, un llamado a todos los motorizados del país para iniciar una inusual operación rescate.
Primero llegaron ocho, luego la cifra se convirtió en 300 motorizados con motos de diferentes cilindradas, desde Harley Davidson hasta motocross, en una muestra de solidaridad ante la tragedia que vivía el estado Vargas. Para ese día ya se contabilizaban más de 5 mil personas damnificadas y alrededor de 50 mil afectadas por las lluvias.
Sin embargo, solo fueron las de motocross las que pudieron llegar a donde ningún vehículo podía. Lograron rescatar a más de 100 personas diarias, llevaron comida y agua a quienes caminaban sin rumbo, ante la pérdida de sus hogares y familiares.
Más tarde fueron nombrados como los “Caballeros de acero” por su labor realizada.
9. Un tsunami de tierra que retiró el mar
El 15 de diciembre de 1999 será recordado como «el día que la montaña avanzó hasta el mar», las fuertes precipitaciones de esos días originaron extensos deslaves y derrumbes en las laderas montañosas de El Ávila que ocasionaron crecidas inmensas y violentas del caudal de los ríos.
Por la pendiente de sus cuencas, comenzaron a arrastrar gran cantidad de sedimentos, volúmenes inmensos de agua y rocas enormes de hasta 9 metros de diámetro, alcanzando velocidades de hasta 60 km/hora y profundidades de hasta 9 metros, causando desbordamientos y destrucción en las poblaciones.
El deslave vistió de luto al país, cuando faltaba poco para celebrar la Navidad. Aunque las cifras oficiales sitúan en 5 mil las pérdidas humanas, se estima que murieron entre 30 mil y 50 mil personas.
El fenómeno natural dejó cerca de 94 mil damnificados y obligó a evacuar a más de 130 mil personas. Muchos fueron trasladados a otros estados del país. Los Corales, Naiguatá, Catia La Mar fueron algunas de las urbanizaciones más afectadas. Carmen de Uria desapareció.
Un documental de Discovery Channel aseguró que las piedras medidas tenían el tamaño de un autobús.
10. Una visita Real, que nunca ocurrió
Mucho se dijo sobre la visita del Rey de España Juan Carlos I, a Venezuela durante la tragedia de Vargas en 1999. Los rumores contaban que había recorrido junto al entonces presidente Hugo Chávez, la costa del litoral central para ver de cerca la situación que habían causado las torrenciales lluvias.
Se decía entonces que España tenía pensado reconstruir Vargas y construirla en una franja costera para turismo de lujo. Sin embargo y como el cuento que le echamos de la persona atrapada en el sótano de un edificio en Los Corales es totalmente falsa.
Las visitas oficiales que el rey de España Juan Carlos I realizó al exterior en 1999 no incluyeron a Venezuela y por el contrario concluyeron el 11 de octubre en Toronto, Canadá durante su Investitura Doctor honoris causa en Derecho por la Universidad de Toronto.