Refugio de migrantes venezolanos en Bucaramanga podría ser cerrado
La directora del refugio «Entre dos tierras» dice que la Alcaldía de Bucaramanga podría desalojarlos tras denuncias de los vecinos. Sin embargo, las autoridades desmienten esta versión
«Entre dos tierras» es un refugio ubicado a 195 kilómetros de la ciudad de Cúcuta, específicamente en Bucaramanga, que atiende a venezolanos que viajan a pie, y donde se les ofrece comida y orientación migratoria en la capital de Santander.
Esta fundación atiende a diario entre 800 y 900 personas, en su mayoría mujeres y niños que llegan en condiciones extremas. Alba Pereira, directora de «Entre dos tierras», cuenta que además de la comida ofrecen «ropero solidario, asesoría jurídica y entrega de medicinas (siempre que se lleve un récipe médico)».
Sin embargo, esta organización está en peligro de cerrar sus puertas tras una petición de los vecinos del barrio San Alonso ante la Secretaría del Interior, adscrita a la alcaldía, quienes entre las denuncias destacan ocupación del espacio público.
Perira aseguró que sobrepasaron sus límites, porque aunque se les permite trabajar, «no esperaban tanta concurrencia de personas», dijo.
«Entre dos tierras» lleva siete años funcionando y está constituida oficialmente desde 2017. Los recursos para los obtienen a través de campañas como Go Fund Me y por medio de donaciones de la sociedad civil.
La directora de la organización está preocupada, pues dice estar consciente de que en cualquier momento la alcaldía los mandará a desalojar.
«Esto acarrea costos elevados de hasta tres millones de pesos de arriendo mensual, que ‘Entre dos tierras’ no tiene cómo asumir. Ya hemos agotado los recursos. Hemos pedido cita con el alcalde, con Secretarías y hemos llamado a Acnur (El Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados), pero nadie nos ha dado alguna solución”, detalló Alba Pereira.
Pereira le pide a alguna institución o empresa privada que asuma el costo del alquiler de un local para mudarse y poder seguir prestando sus servicios de ayuda a los migrantes venezolanos.
No obstante, se conoció que por parte de la Secretaría del Interior, adscrita a la Alcaldía de Bucaramanga, no existe un ultimátum para desalojar el espacio.
Según una fuente que pidió no ser identificada, “se inició un proceso con apoyo de una inspección de policía, debido a las constantes quejas de la comunidad del sector, por el desorden que se registra antes, durante y después de las entregas de las raciones de comida y que podría terminar en orden de desalojo”.
Con información de La Opinión