Renuncia de Capriles a directiva de PJ refleja heridas abiertas desde hace un lustro
Henrique Capriles ha renunciado a la directiva del partido que ayudó a fundar hace casi 25 años, Primero Justicia. Dentro de la organización se discuten sus razones, responden sus planteamientos, aspiran que haya espacio para el reencuentro y detallan episodios internos. La decisión anunciada por el exgobernador de Miranda refleja heridas que van más allá de lo ocurrido con Eudoro González
El jueves 19 de septiembre, Henrique Capriles anunció su renuncia a la Junta Directiva Nacional del partido Primero Justicia durante una reunión online «de emergencia» de esa instancia. Justo después, abandonó el grupo conformado por sus integrantes en una plataforma de mensajería.
El encuentro había tenido como principal punto de agenda tratar «el tema de Eudoro», en referencia a la discusión sobre el rol del exparlamentario de esa tolda política en la salida del país de Edmundo González Urrutia. La mayoría de las voces se posicionaron críticas al asilo del excandidato presidencial, especialmente por las formas.
Pero un integrante del partido amarillo descarta que lo ocurrido con Eudoro González haya sido la razón para la renuncia de Capriles. «De hecho, el que fue más crítico de la salida de Edmundo fue Henrique», comenta.
Ciertamente las posiciones en torno a aplicar algún tipo de castigo al exdiputado, por haber actuado a espaldas del partido, terminaron siendo el retrato de esta división de corrientes internas. Y así quedó patente el lunes 23 de septiembre cuando la Junta Directiva Nacional aprobó aceptar la «autoexclusión» de Eudoro González «por haber actuado de forma unilateral», informó el partido en sus redes sociales. «Esa votación fue pareja, prácticamente empatada», luego de cinco horas, señala a TalCual un integrante de la directiva de PJ.
«Lo de Eudoro es un reflejo de la situación que vive el partido. Quienes defienden a Eudoro, son los mismos que se han alineado con Capriles en otras cuestiones. Es el mismo parteaguas que estamos teniendo», dijo un informante. «Hoy se vio eso clarito», agregó otro.
Al menos tres dirigentes de Primero Justicia coinciden en que este capítulo «es parte de algo continuado», pero no es el motivo principal de los problemas. En todo caso, fue un catalizador.
De aquellos polvos
La herida en Primero Justicia en 2024 no ha podido cicatrizar desde hace dos años. En 2021 el partido sufrió derrotas electorales por candidaturas divididas y desconocimiento de liderazgos emergentes. Incluso quien era el secretario general, Tomás Guanipa, quedó de tercero en la puja por la Alcaldía de Caracas.
Eran tiempos en que la dirigencia de relevo del partido hacía críticas duras por lo que había pasado. Roberto Patiño se quedó con las ganas de competir en la capital, y Andrés Schloeter vio diluidas todas sus posiblidades en Petare –luego reclamaría en entrevista con TalCual, «¿por qué en nuestros partidos siguen los mismos dirigentes desde hace 20 años?»-. Y todavía la tolda tenía lesiones de las discusiones sobre no participar en las parlamentarias de 2020, la continuidad del gobierno interino y la propia decisión de acudir a las regionales excluyendo a actores como Henri Falcón en Lara, por ejemplo.
«En aquel momento se decidió que las autoridades del partido tenían que rendir cuentas políticas de lo sucedido, y eran muy malas. El capital político se dilapidó entre 2015 y 2021. Las regionales fueron el último error del G3 y su visión cogollérica», opina un directivo de Primero Justicia.
Entonces Julio Borges planteó que tanto él como coordinador general, como Tomás Guanipa debían renunciar a sus cargos. «Pero Tomás se aferró, y la solución fue hacer toda una reestructuración para crear las nuevas vicepresidencias y que todo el mundo quedara feliz». La fórmula encumbró a María Beatriz Martínez como presidenta por consenso, «y ella asumió su rol, ha mandado, ha dirigido».
Luego vinieron las primarias de 2023 y el partido no logró delinear una candidatura acordada internamente. Los críticos de Capriles lo acusan de egoísta, de no haber entendido que no era su momento, de haberse «empeñado» en ser el abanderado. «Eso generó muchas tensiones pero se hizo un buen proceso interno que él ganó perfectamente». Lo que vino después fue peor.
La candidatura de Capriles tuvo tropiezos, con complicaciones familiares que marcaban el calendario mientras desde las estructuras partidistas se reclamaba que no arrancaba. «Tampoco iba a las juntas directivas. Esa candidatura fue un dolor de cabeza» en esa instancia, opina uno de sus integrantes. Finalmente, el exgobernador de Miranda abandonó la aspiración presidencial avisándole a su militancia con un video de Instagram. «Desde entonces se calló la boca hasta abril cuando la volvió a abrir en la Junta Nacional para apoyar a (Manuel) Rosales -cuando se buscaba determinar qué se hacía con la candidatura tapa de la MUD-, y ahora el jueves para renunciar».
Vienen estos lodos
Henrique Capriles formalizó su renuncia a la junta directiva de Primero Justicia el lunes 23 de septiembre, difundiendo una comunicación enviada a la tolda amarilla y fechada el viernes anterior. La decisión «se fundamenta en la pérdida de visión de esta Junta, en la falta de unidad interna y una conducción colegiada», además de «en la existencia de diferencias irreconciliables entre gran parte de nosotros con un grupo interno de esta propia Junta», entre otros motivos.
A juicio del exgobernador, el partido se ve debilitado por los manejos de su cúpula que, afirma, «no tiene un plan claro ni una política sólida que abra caminos democráticos al país». En su escrito denuncia manejos de cogollo de quienes quieren «imponer sus intereses».
Mi compromiso con nuestra Venezuela y el reencuentro de la familia venezolana seguirá intacto.
Seguiré luchando acá, en este país, junto a nuestra militancia y dirigencia en los estados, municipios y parroquias para abrir caminos que conduzcan a un futuro mejor para nuestro… pic.twitter.com/uIboaUlhqs
— Henrique Capriles R. (@hcapriles) September 23, 2024
La comunicación de Capriles afirma que «la mesa directiva decide todo sin respetar a la gran mayoría de los miembros de esta Junta Directiva», instancia que califica como «alejada y agotada». También, escribe que PJ no fue fundado «para ser mandaderos de alguien o de un grupito además divorciados de la realidad de los venezolanos».
Pero en la Junta Directiva las divisiones no parecieran ser siempre generalizadas. Varios de sus integrantes dicen que es «dependiendo del tema». Por ejemplo, el segundo punto aprobado el lunes 23 de septiembre fue «rechazar la renuncia presentada por Henrique Capriles y crear un grupo de trabajo con el objetivo de estudiar los elementos que describe la carta presentada». Esa votación fue muy distinta, 22 a favor y solo seis en contra.
En una reunión anterior, el partido votó por unanimidad los cinco puntos de una propuesta presentada por Juan Pablo Guanipa, incluyendo «ratificar que el centro ideal de toma de decisiones es la Plataforma Unitaria con María Corina Machado y Edmundo González», así como «mantener el desconocimiento a Nicolás Maduro, a los boletines del CNE y a la sentencia del TSJ» sobre el 28 de julio. En X, el exdiputado detalló los cinco puntos propuestos y aprobados sin chistar como respuesta a la carta de Capriles que habla de imposiciones.
Ante la decisión de Henrique Capriles de renunciar en carta pública a la Junta de Dirección Nacional de Primero Justicia, me permito manifestar que en reciente reunión de esa misma Junta hice la propuesta de aprobar los siguientes puntos que fueron asumidas por unanimidad:
1.…
— Juan Pablo Guanipa (@JuanPGuanipa) September 23, 2024
Por su parte, el exdiputado Ángel Medina, también de Primero Justicia, dijo este lunes en una entrevista en radio, sobre las críticas del exgobernador, que «estoy de acuerdo con algunas de ellas. Fue un debate largo y extenso. Aprobamos por mayoría contundente no aceptar su carta y discutir con él esas cosas de fondo que está planteando (…) Todas las diferencias en términos de estrategia, planteamientos y formas, que las hay, en torno a la teoría del cambio por ejemplo, siempre existirán y creo que siempre son salvables».
No obstante, todos los consultados por este periódico coinciden en que los planteamientos del exgobernador plantean asunto de fondo, no de votaciones puntuales sino estratégicos y de visión política. Al mismo tiempo, una de las voces críticas con la postura de Capriles dice que el dedo acusador debe también apuntarle a él. «Dice que no hay línea en el partido, pero él nunca habló. Él forma parte de la Junta Directiva y tampoco llevó propuestas, planes o ideas para salir del atolladero».
Según afirma este informante a TalCual, el excandidato presidencial se conectaba a las reuniones pero no participaba de discusiones, y se fue convirtiendo en alguien ausente. «Capriles es tan responsable como cualquiera de que nosotros en que no haya una línea política».
Además, en medio de la discusión interna se notan las cuentas pendientes. Que si Capriles se movió para que las primarias se suspendieran, que si no apoyó el resultado de las primarias, que si no participó de ninguna actividad de Edmundo González, «y hasta eso de cortar las fotos en su Instagram para que no se viera María Corina».
Una de las voces justicieras apunta que el problema del partido ni siquiera es el apoyo o no a Machado, porque «PJ fue el partido que más trabajó alineado con su estrategia, con la mayor cantidad de testigos, de miembros de mesa, el que recogió más actas a nivel nacional. Pusimos 25% de todo el padrón. Aunque Capriles una vez que se retiró se fue a sus cuarteles de invierno y después no salió de Miranda, ahí estaba todo el mundo. El resto de los dirigentes estaban girando con ella y con Edmundo en los actos».
¿Quién es ese caudillo que menciona Capriles?
La carta de renuncia a la directiva de Primero Justicia de Henrique Capriles tiene dos menciones. La primera a alguien que sería «una suerte de caudillo» que impone una agenda reflejada en los mensajes del partido en vez de los valores colectivos, y otra directamente a Julio Borges «quien maneja las comunicaciones del partido dándole prioridad a sus intereses particulares».
Pero , ¿es Julio Borges ese caudillo? Uno de los directivos de PJ aún tiene dudas. «Julio fue el caudillo, pero ya no lo es», sostiene. Y otro de sus colegas no ve otra opción, «porque quien sí lo ha sido es Tomás Guanipa pero en estas circunstancias ellos están alineados».
En cualquier caso, es obvio que entre ambos cofundadores de Primero Justicia hay unas diferencias incluso a nivel personal. «El último párrafo ya traspasa lo político».
Fuentes del partido han dicho a TalCual que Borges y Capriles no intercambian comunicaciones desde hace varios meses. En público -dentro de la Junta Directiva- desde abril cuando se discutió un eventual apoyo a Rosales, «con intervenciones muy duras donde se lanzaron críticas fuertes uno al otro. Esa herida está abierta», cuenta un informante. «Ese día se acusaron de cosas muy feas. Es una relación que se ha deteriorado», confirma otro.
En privado el silencio entre ambos cofundadores puede acumular aún más tiempo.
En todo caso, Primero Justicia deberá permitirse las reflexiones y las conversaciones de gran calado. «Viene una discusión de fondo de si podemos seguir funcionando juntos o si hacemos una separación», lamenta uno de los directivos de PJ.
Este miércoles pudiera darse un encuentro entre María Beatriz Martínez y Henrique Capriles, además de quienes fueron designados como parte del «grupo de trabajo» para tratar el asunto con el exgobernador. «No va a ser fácil porque quienes van forman parte de la dirección, y él cuestiona es la dirección del partido», concluye un exdiputado del partido amarillo.