Reponer máquinas para garantizar voto automatizado es prioritario, dicen analistas (I)
Luis Lander, del Observatorio Electoral, y Félix Arroyo, consultor en temas comiciales, coinciden en asegurar que no es deseable regresar al sistema manual. Señalaron que el proceso automatizado es costoso y llevará su tiempo, pero advierten que debe acometerse la reposición si se avanza hacia un proceso electoral que sea confiable
Luego que el pasado domingo ocho de marzo un incendio en los galpones del Consejo Nacional Electoral (CNE) ubicado en la parroquia Fila de Mariches consumiera un total de 49.408 máquinas de votación, se ha especulado en las redes sociales acerca de la posibilidad de que las próximas elecciones parlamentarias se realicen volviendo al sistema manual que imperaba antes de 1998. Sin embargo, expertos en materia electoral consultados por TalCual, aseguran que debe hacerse todo lo posible por reponer las máquinas dañadas y garantizar un proceso automatizado para los próximos comicios.
Las elecciones de 1998 fueron las primeras donde se utilizaron máquinas para el conteo de los votos y, de ahí, la totalización de los sufragios a nivel de cada mesa, ciudad, estado y, finalmente, a nivel nacional. Se trataba de un sistema mixto pues el elector rellenaba a mano en un tarjetón el óvalo correspondiente a la opción de su preferencia y seguidamente introducía dicho tarjetón en una máquina que “leía” la opción marcada y contabilizaba el voto.
Para 2004 el proceso se automatizó completamente con la adquisición de unas máquinas que se programan de manera que en una pantalla se desplieguen las diferentes opciones y los electores hagan su selección “tocando” la pantalla. Al haberse consumido por las llamas gran cantidad de las máquinas con las que se hicieron los procesos comiciales desde entonces, si no se reponen las mismas no quedaría otra opción que regresar a los tiempos en que los integrantes de las mesas electorales “certificaban” la cantidad de sufragios que había recibido cada opción en los diferentes procesos electorales.
En gravedad sistema automatizado
El director de la ONG Observatorio Electoral, Luis Lander, sostuvo que hablar de más de 40.000 máquinas que se perdieron es decir la casi totalidad de las que se encontraban en Venezuela, por lo que reponerlas significará un gasto significativo para el Estado, algo que se dificulta debido a la actual crisis económica que vive el país.
“Esto es una situación muy grave por varias cosas. Cuando Venezuela avanzó en los primeros años de este siglo en el proceso de automatización, estábamos en un momento en que los precios del petróleo estaban mucho más altos de lo que están ahorita, el Estado tenía recursos y la automatización no es algo barato, es un dineral importante”, indicó Lander.
Ayuda internacional para sistema automatizado
Explicó que actualmente el país no está en una posición boyante, por lo que enfrentar una necesidad de comprar buena parte de las máquinas no es algo que se pueda hacer con facilidad. “En el caso que se terminara decidiendo una cosa de ese tipo –afirmó- habría que buscar ayuda internacional para financiar las elecciones”.
Añadió que no hay empresa alguna que tenga máquinas en sus almacenes, por lo que se debe contratar a una compañía para la fabricación de las mismas. “Eso requiere tres o cuatro meses desde que se hace la contratación y estamos hablando de unas elecciones que son este año, y primero hay que estudiar opciones, buscar el financiamiento y hacer la negociación”, detalló.
Vigencia
El ingeniero electrónico y consultor de procesos electorales Félix Arroyo, coincidió con Lander en que la situación es de gravedad. Sin embargo; considera que el proceso para la reposición de las máquinas se puede acometer sin muchos inconvenientes.
“Por supuesto que eso cuesta. Supongamos que están alrededor de mil dólares cada máquina, no sé exactamente lo que ha pagado el CNE, pero consiste en un computador muy sencillo, y tiene una forma para que el elector pueda tocar la pantalla. Se tienen que reponer 40 mil, ya que la mayor cantidad de máquinas que se han utilizado fue en 2015, en las parlamentarias, específicamente 40.601 máquinas; Sin embargo, en posteriores eventos electorales, como los de gobernadores, alcaldes, y las presidenciales del 20 de mayo (2018), el número ha sido menor porque optimizaron el almacenamiento de datos en cada máquina y se redujo a entre 22.000 y 24.000 unidades. Pero estimemos que se repongan 40.000. Serían 40 millones de dólares, y esa cifra, para un Estado no es mucho”, argumentó Arroyo.
Resguardo
No obstante, Arroyo resaltó que el sistema automatizado sigue vigente porque lo que se dañó fueron las máquinas, pero el software (los programas) sigue en poder del CNE.
“El incendio lo que hizo fue destruir los equipos, que están vacíos, no tienen software, están guardados para que cuando haya una elección, en lo que se llama la producción, se coloque a cada máquina el programa que va a ser utilizado en esa elección particular, el cual es auditado, en un proceso donde se separan 10 o 12 máquinas y se constata que es el mismo programa”, indicó.
Abundó diciendo que el sistema electoral, que es el software, está resguardado en los Data Center (centros de datos) del CNE ubicados uno en la sede de Plaza Caracas y el otro en Plaza Venezuela. Acotó que si no existe este respaldo estaríamos ante un caso de negligencia por parte del organismo comicial.
Vulnerabilidad
Tanto Lander como Arroyo coincidieron en señalar que se debe evitar regresar al sistema de votación manual, dado que el mismo no ofrece los niveles de confiabilidad que sí lo hace el automatizado si se implementa con los debidos procesos de auditoría.
“Cuando la gente habla de la necesidad del voto manual para recuperar la confianza se trata de aseveraciones que se hacen desde un cierto nivel de desconocimiento, porque está claro que el voto manual es mucho más vulnerable que un voto automatizado bien instalado. Eso se ha demostrado hasta la saciedad en Venezuela”, expresó Luis Lander.
Explicó que, con el voto automatizado se tiene la ventaja de que, aún en los casos de que sea adulterado, quedan huellas de esa alteración.
“En la elección de gobernadores del estado Bolívar hubo una denuncia de uno de los candidatos (en referencia a Andrés Velásquez) de que los resultados fueron adulterados, eso en una votación manual no existe. Los que tenemos la edad suficiente para recordar las elecciones antes de 1999 podemos recordar el dicho de ‘acta mata votos’, donde el único instrumento para proclamar o hacer cualquier revisión era el acta, por lo que cuando había un partido que no tenía capacidad suficiente para tener testigos en todas las mesas, en aquellas donde no los tenían, los votos se lo repartían los otros partidos”, recordó Luis Lander.
Peligroso
“Muchas personas dicen ‘qué bueno que se quemaron porque (el proceso) va a ser manual’, pero manual es mucho más peligroso en cuanto a la posibilidad de hacer fraude que con las máquinas de votación, las cuales se pueden auditar de forma centralizada por unos técnicos expertos que se pueden traer del exterior, y es fácil de controlar”, explicó por su parte Félix Arroyo.
Precisó que, en cambio en el manual, si no hay los testigos, se puede cambiar el resultado de las elecciones porque las actas de las mesas se suman en el centro de votación, luego en la junta parroquial, después en la junta municipal, la del estado y finalmente la nacional. “Imagínese la cantidad de personas que meten la mano, se requiere la maquinaria electoral de los partidos para cuidar los votos”, acotó.
Viabilidad
Para Luis Lander es totalmente viable reponer las máquinas. Argumentó que las sanciones impuestas por Europa y EEUU contra Venezuela no son obstáculo para adquirirlas ya que, si hay un acuerdo político entre la oposición y el chavismo para acudir a un evento comicial, estos países pueden levantar alguna sanción particular y así permitir la adquisición de los equipos necesarios.
“Un consumidor contrata con un fabricante y requiere tres o cuatro meses, desde el momento que se hace un acuerdo. Estamos hablando de unas elecciones que son este año. No tengo conocimiento suficiente para decir si hay tiempo o no para que esto ocurra, estamos en presencia de un problema”, señaló el director de Observatorio Electoral.
Aseguró que el software, si el CNE no cuenta con los respaldos, constituye un problema menor, pues los fabricantes cuentan con su propio software.
Préstamo
Para Félix Arroyo, las máquinas se pueden conseguir alquiladas o incluso prestadas. “Smartmatic ha hecho elecciones en otras partes del mundo; en Filipinas (por ejemplo) los electores son 60 millones, se pueden conseguir máquinas rápidamente, como préstamo o alquiler, con colaboración de la ONU”, advirtió.
“No es excusa para volver al sistema manual, sería un error. A las personas que no conocen el sistema automatizado, hay que decirles que es como si los bancos quisieran volver al sistema manual porque hay una desconfianza del sistema automatizado, imagínate la cantidad de robos que habría”, continuó.
Insistió en que, con miras a las auditorías, todos los programas se han marcado con código de autenticación de mensaje qué técnicamente se llama hash, con lo que, si alguien pone una coma o un espacio en blanco en el código fuente, este código cambia, por lo que se puede detectar que hubo una alteración.
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