Restablecer la democracia en Venezuela, principal petición en asamblea de la OEA
Los estados miembros también mostraron su preocupación debido a la alta migración venezolana y los problemas que ocasionan, aunque se comprometen a seguir creando mecanismos para ayudar a los ciudadanos en tránsito
Restablecimiento de la democracia y la institucionalidad, desconocimiento al proceso electoral del 20 de mayo y preocupación por la alta migración venezolana se repitieron en cada uno de los discursos de los representantes de los estados miembros durante la 48 Asamblea General de la Organización de Estados Americanos.
La discusión sobre el tema de Venezuela fue incluida en el temario de la Asamblea General tras la aprobación de la presidencia, que recayó en el canciller Eladio Loizaga (Paraguay), y contó con la participación de casi todos los integrantes del Grupo de Lima, una organización que lleva adelante una resolución sobre el país.
La vicepresidenta de Costa Rica, Epsy Campbell Barr, manifestó que su país no puede reconocer los resultados del proceso electoral del 20 de mayo, donde resultó reelecto Nicolás Maduro, «cuando arrastra, desde antes de su convocatoria, graves vicios de legitimidad e incumple con los estándares internacionales mínimos de un proceso electoral pluralista, libre, democrático y transparente».
Campbell Barr destacó que su país está obligado a tomar medidas, tras el aumento del éxodo de venezolanos por la crisis política, económica y social que atraviesa Venezuela.
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Por su parte Jorge Faurie, ministro de Relaciones Exteriores de Argentina, también se sumó al desconocimiento del proceso electoral de mayo, y recordó que «frente a la ruptura del orden democrático en Venezuela, la OEA tiene un instrumento bien claro: la Carta Democrática Interamericana».
Faurie aseveró que los países de la OEA tienen la tarea de «defender la democracia y el respeto de los derechos humanos en Venezuela, mediante la aplicación de la Carta de la OEA, la Carta Democrática Interamericana y el fortalecimiento del sistema interamericano de protección de los DDHH».
La canciller de Colombia, María Ángela Holguín, dijo que defenderán la democracia en toda la región, “algo que conquistaron y no podemos perder” durante su última intervención como representante de su país ante el organismo.
“Seguimos manifestando nuestra preocupación por la grave crisis política, social y económica venezolana y que se ve reflejada en la alta migración», mencionó Holguín, al tiempo que mencionó que en los registros que llevan debido al alto tránsito venezolano existe un millón de personas, un 35% son colombianos que retornan al país.
Holguín también señaló que la crisis migratoria está creando un problema en el sistema de salud de la región, y pidió a su homólogo Jorge Arreaza (quien replicó a cada una de las intervenciones) no responderle, pues “siempre hemos estado agradecidos por haber recibido a nuestros compatriotas”.
«La realidad de salud de los venezolanos es un tema muy grave. El gobierno seguirá actuando con solidaridad para atender la migración y tratar de palear los problemas de estas personas», sentenció la canciller colombiana.
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El ministro de Relaciones Exteriores de Brasil, Aloysio Nunes, reconoció que el tratamiento de la situación de Venezuela suscita polémica dentro de la OEA, y explicó que es necesario tratarlo desde el marco estricto de los derechos humanos y el mantenimiento de la democracia.
Nunes refirió que la situación venezolana es preocupante para todos los países por el rumbo que tomó el gobierno actual, “que se aparta de lo suscrito ante esta organización. De esta reunión debería emanar un mensaje claro: que rechazamos el autoritarismo y debemos hacer honrar el compromiso con la democracia”.
El representante de Brasil destacó que recae principalmente sobre el gobierno de Maduro el crear condiciones electorales que sean avaladas por la región, mientras que “solo la oposición puede definir un horizonte común para el restablecimiento del país. Estamos dispuestos a contribuir al pueblo venezolano, pero el pleno reencuentro de la democracia será gracias a la oposición en torno a unos objetivos comunes con una estrategia propia”.
Además, el canciller brasileño destacó que “nunca hemos querido imponer nada a Venezuela” pero han planteado a través del diálogo una colaboración en la vigilancia epidemiológica y seguridad en la frontera.
El ministro de Relaciones Exteriores de Perú, Néstor Popolizio, también afirmó que la OEA «y los países hermanos tenemos el deber de actuar y contribuir a mejorar esta crisis con graves consecuencias migratorias y sanitarias”.
Sobre el proceso del 20 de mayo, Popolizio aseveró que carece de legalidad por haber sido convocado por una autoridad ilegítima, sin separación de poderes, sin observación internacional y sin la participación de todos los actores políticos, es decir, “sin las mínimas garantías democráticas”.
El canciller peruano destacó que “Perú se mantendrá activo y vigilante hasta que se logré el restablecimiento del orden democrático en ese hermano país y se mantenga la ayuda a su pueblo. Vivir en estado de negación no es bueno”.
Por último, la ministra de Relaciones Exteriores de Canadá, Crysthia Freeland, dijo que los países de la OEA tienen que ver cómo responder ante la crisis del país.
Desde hace un año en Cancún dejamos de tomar decisiones importantes sobre Venezuela y hemos visto como se ha deteriorado la situación en ese país”, sentenció la diplomática.
Además, se refirió al informe de un panel de expertos de la OEA y “llamamos a que juegue su papel la CPI y se traduzca en juicios a los responsables a estas violaciones”.
Freeland enfatizó que cuando un miembro de la OEA deja de adherirse “de forma descarada” a las reglas de la OEA es necesario responder con los mecanismos disponibles que posee la organización. “Debemos actuar de manera decisiva y expedita para lograr la restitución de la democracia”.