Resultados electorales en EEUU obligarán a Trump a bajar el tono frente a Venezuela
La pérdida del control de la Cámara de Representantes ante los demócratas llevará al mandatario de EEUU a moderar su discurso y a negociar las políticas, aseguró el internacionalista Félix Arellano
El Partido Demócrata arrebató al Republicano el control de la Cámara de Representantes en las elecciones de medio término que se realizaron este martes en EEUU, y aunque el partido del presidente Donald Trump mantuvo el dominio del Senado, la nueva conformación del Congreso presionará al mandatario norteamericano a por lo menos bajar el tono frente a Venezuela.
Los republicanos perdieron dos escaños ostentados por republicanos de línea dura frente a la gestión del presidente Nicolás Maduro, correspondientes a los circuitos 26 y 27 del estado de Florida. En el primero de ellos salió derrotado sorpresivamente Carlos Curbelo, quien cayó ante la aspirante demócrata Debbie Mucarsell-Powell; mientras que en el segundo, la candidata republicana María Elvira Salazar fue derrotada por Donna Shalala, dejando ir así un escaño defendido por años por la representante Ileana Ros-Lehtinen, fuerte crítica del dignatario venezolano.
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Florida perdió así dos de los representantes cubano americanos, alineados con el senador Ted Cruz, pero aunque Mario Díaz Balart, el representante también cubano americano que aseguró que pronto se aplicarían acciones para «extirpar el cáncer de Nicaragua, Cuba y Venezuela» se mantiene en su puesto (su distrito no fue a estas elecciones), el cambio de manos de la jefatura en la cámara tendrá notorias incidencias.
En el partido demócrata se da como un hecho que el representante Eliot Engel, quien ha enfrentado la política de Trump contra los migrantes, se convertirá en el jefe del Comité de Asuntos Exteriores de la Cámara de Representantes, lo que podría significar un freno a las políticas más radicales de la administración Trump.
En el caso del Senado, los cambios no son tan notorios. El ya citado Bob Menéndez, así como y Ted Cruz, ambos del Tea Party, fueron reelegidos, como lo fueron también los demócratas «anti Maduro» Ben Cardin y Tim Kaine
Es de destacar que Menéndez, Cruz, Cardin y Kaine formaron parte del grupo que presentó al Congreso de EEUU un proyecto de ley contra el mandatario venezolano, en el que se plantean más sanciones, y en el que también estaban David Perdue, John Cornyn (republicanos) y Michael Bennet y Patrick Leahy (demócratas).
A las voces anti Maduro se incorpora Mitt Romney (republicano), quien vuelve a la política luego de haber disputado a Trump la nominación del partido a las elecciones presidenciales.
Negociación
El analista internacional Félix Arellano, afirmó a TalCual que prevé que se produzca un cambio en la manera como Trump ha desarrollado su discurso no solo contra el gobierno venezolano, sino contra los de Corea del Norte, Cuba y Nicaragua.
«En la adminstración Trump obviamente habrá movimientos, porque ya no controla completamente el Congreso, y en particular la cámara de Representantes, que tiene un peso enorme en políticas sociales, como salud, educación, migración e impuestos», indicó.
Advirtió que si el mandatario estadounidense no negocia con los demócratas no va a avanzar en sus políticas, añadiendo no obstante, que el triunfo en el Senado hace que la sombra del juicio político se despeje
«Debería bajar la agresividad en el tono del presidente y de sus comentarios en Twitter, pero el rechazo al autoritarismo venezolano es bipartidista. Ha habido respaldo por parte de los dos partidos a las sanciones impuestas contra funcionarios venezolanos que violentan normas de DDHH y cometen ilícitos», precisó Arellano.
Desde su punto de vista no van a bajar ni la crítica ni las sanciones: «Las sanciones van a seguir el esquema normal, como en el caso de Irán o Corea del Norte, a lo mejor no van a ser de más gravedad, pero continuarán y no veo que el partido Demócrata apueste a un diálogo como el Psoe En España».
Arellano sostuvo que los demócratas no van a apoyar una intervención militar contra Venezuela. «Al presidente (Trump) le encanta ese lenguaje pero lo va a tener que controlar si quiere tener las mejores relaciones con los demócratas», puntualizó