Rómulo Aponte Mejías, gigante de la cultura, por Rafael A. Sanabria M.
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Rómulo Aponte Mejías es un icono de la cultura en Aragua, su labor al frente de la Casa de cultura de El Consejo elevó la actividad en calidad y cantidad de manera nunca vista ni antes ni después y, lo más importante, con una viva y muy amplia participación de la población. En otras palabras Rómulo, a secas como todos le llamaban, fue padre de lo que fue conocido como el Emporio Cultural de Aragua.
Rómulo Aponte fue motor en la construcción de grandes eventos, administrando los exiguos recursos disponibles hasta más allá de lo imaginable, buscando siempre las más altas cotas de calidad, innovando, convocando entusiasmo, recabando apoyo, sin quedarse tranquilo ante la buena labor hecha, sino buscando nuevas metas, nuevos retos, nuevos triunfos.
Son memorables tantas de las actividades que motorizó, como el anual Encuentro de Coros, que durante varios días, en múltiples escenarios, de la mañana hasta la noche, convertía al pueblo en jubilosa sala de concierto. Encuentros de Danza. Concurso Literario. Encuentro de Bandas y Retretas. Exposición de Libre Creatividad, eventos de pintura al aire libre, de canto, tantos más Siempre la Casa de cultura bajo su dirección estaba haciendo algo, preparándose para las siguientes actividades, que resultaban invariablemente lucidas.
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Los más altos nombres de instituciones y personalidades de la cultura nacional se convirtieron en palabras comunes del habla de la gente: Simón Díaz, Coral de la UCV, Aquiles Nazoa, Grupo de teatro Rajatabla, Pedro León Zapata, Cantaragua, Salvador Garmendia, Coral de Minnesota, Yolanda Moreno. Un largo tren de agrupaciones y personalidades de primer orden en el mundo del arte tuvieron su escenario y su público atento en el poblado, debido a él.
Rómulo Aponte desarrollaba una memorable agenda, mientras se trababa en una lucha por lograr una edificación acorde. Fue así que la sede de la Casa de Cultura fue esmeradamente construida ante su sostenido empuje.
Designado Cronista Municipal, emprendió también la impresión de la serie llamada Cuadernos, además de otros impresos periódicos y publicó una antología de escritores de Revenga. Sin olvidar los libros de crónicas y de poesía de su propia autoría, ganó concursos de cuento y recibió las más altas condecoraciones de Aragua.
Fue él quien despertó la celebración de la Batalla de El Consejo, empujando en su empeño a las autoridades al papel correspondiente. En ese torbellino de actividades siempre permanecía sereno, insistente pero calmado.
Así como Bolívar en Santa Marta probó la aciaga amargura del desagradecimiento, Rómulo Aponte estuvo al final fuera de la Casa de Cultura y fue acogido por otras instituciones para, mientras sobrevivía dando clases particulares de secundaria y preuniversitarias, seguir desarrollando, incansable e invencible, la vida cultural de promoción de los valores propios. Rómulo era la cultura toda que caminaba indetenible. Entonces se erigió nuevamente en huracán para crear el Teatro Roberto Torres, cada vez fue más intenso, superándose siempre a sí mismo, y arrastrando con ello a una comunidad gozosa de su permanente obra.
Rómulo parecía de hierro, pero no lo era. Fue muy fuerte la lucha desde niño, por levantarse desde la más profunda humildad de su hogar, con su madre Ana Teresa Mejías de Aponte y él, el mayor de los hermanos, para llevar adelante una numerosa familia cuajada de muchos buenos y respetados profesionales, es un trasfondo que puede llamarse heroico. Ganó mil batallas sociales, culturales, no pudo culminar sus estudios en la UCV, primero en química y luego en psicología, pero ganó otros títulos mucho más difíciles de conquistar. Mas la batalla que no ganó fue la de la salud. Murió Rómulo Aponte el 26 de diciembre de 2017
Rómulo Aponte fue un personaje integral que supo resaltar desde su óptica el arte, las letras, la historia y todo aquello que diera brillo al pueblo consejeño. Había nacido el 23 de mayo de 1950, para llevar a cabo esa sorprendente parábola de actividad y promoción que fue su vida.
Llevamos a cabo esfuerzos por, más que para recordarlo, comenzar a revivir su fulgurante obra. Por ello, el recién celebrado concurso de literatura realizado por la Fundación Hijos y Amigos de Revenga, lleva con humildad su nombre, quizá esperanzados que éste sea un blasón que convoque los antiguos fuegos.
Rafael Antonio Sanabria Martínez es profesor. Cronista de El Consejo (Aragua).
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