Rusia en Cápsulas: Colombia se reconcilia con su fútbol al golear a Polonia
Colombia entró de lleno en el Mundial, con la goleada a Polonia. Fue una clara demostración de fútbol del que siempre se ha esperado del conjunto cafetero. Con un Falcao siempre dispuesto a dar lo mejor de sí, con James y Quintero en el rol de la creación y con Cuadrado, un genio con el balón, demostrando toda su capacidad técnica
Los neogranadinos exhiben lo que se pudiera considerar una especie en extinción, como lo es la figura del enganche. Y ese lo ejemplifica Juan Fernando Quintero. El volante es el 10 natural de la selección Colombia. Es quien sostiene la idea de juego ofensivo con los pases entre líneas, visión de juego y descargue a zonas liberadas. De sus botas salió esa genialidad de gol por debajo de la barrera ante Japón, y el pase para el tanto de Falcao frente a Polonia.
Lamentablemente, ese tipo de jugadores no abunda en el fútbol y la Copa del Mundo es una muestra de su escasez. En ese lote apenas se animarían a entrar jugadores como Isco en España, Messi en Argentina y Modric en Croacia.
La goleada sufrida por Panamá 6-1 ante Inglaterra, sin duda dejó varios hechos que quedarán para la historia. Además, del golpe de una abultada pizarra, el suceso propició la llegada del primer gol de este pequeño país, anotado por el legendario Felipe Baloy.
El marcador quizás poco importa a los canaleros, por lo que esa primera diana fue celebrada no solo por los 12 mil panameños que viajaron a Rusia, sino por los más de 4 millones de habitantes del istmo. Una particular imagen surgió en ese partido, cuando al inicio del complemento, Hernán Darío Gómez se dirigió al banquillo inglés para decirle algo a su colega Gareth Southgate. Por los gestos parecía que le estaba pidiendo que no se esforzaran tanto y dejara las cosas de ese tamaño. El partido en ese momento iba 5-0.
Más allá de lo débil y hasta inocente que pueda parecer el juego de los panameños, su presencia en Rusia 2018 es un logro merecido. Nadie les regaló la clasificación. La sudaron, la pelearon y la conquistaron, después de varios intentos infructuosos. Lejos de criticar, Panamá debe servir de ejemplo, de espejo para aquellos equipos chicos o como Venezuela que sigue sin poder llegar a una Copa del Mundo de mayores. El hecho de estar allí, en un Mundial, escuchar el himno y ver a la selección anotar un gol, vale la pena. Por ello, bravo Panamá.
En Europa, ya comienza a ser imagen cotidiana que aquellos futbolistas que tuvieron una carrera exitosa, asuman funciones dirigenciales, tras el retiro. Algunas federaciones de fútbol tienen como presidente a quienes en su momento fueron jugadores. Es el caso de Croacia, cuyo presidente es el legendario Davor Suker, aquel atacante que brillara en el Real Madrid y quien fuera máximo goleador del Mundial Francia 1998.
En Polonia está Zbigniew Boniek, un genial mediocampista que brillara en Argentina 1978, España 1982 y México 1986. En el cargo antes a Boniek estuvo Grzegorz Lato, otro mito histórico, máximo artillero de la cita en Alemania 1974. Boniek estuvo presente en el Kazán Arena en la goleada que sufrió su selección a manos de Colombia. En el palco estuvo acompañado de Gianni Infantino, presidente de la FIFA, quien está pretendiendo darle un aire más fresco al organismo, rodeándose precisamente de aquellos que fueron futbolistas y que hoy asumen mandos gerenciales en el balompié.
Lastimosamente en América Latina se está muy distante de esos cambios que ya se viven en Europa. Por ahora, en estos predios, la actividad sigue estando en manos de dirigentes sospechosos de malos manejos, herederos de aquella red corrupta que ha terminado en la cárcel y expulsados del fútbol mundial.
Dos ministros del Gobierno suizo apoyaron a los futbolistas Granit Xhaka y Xherdan Shaqiri tras las controvertidas celebraciones de sus goles en la victoria de la selección helvética 2-1 sobre Serbia el viernes 22 de junio por el Grupo E del Mundial.
La FIFA inició un proceso disciplinario después de que ambos jugadores, que son de etnia albanesa y de ascendencia kosovar, festejaran con un gesto que parecía imitar al águila que se exhibe en la bandera de Albania. «Cualquiera que experimente la atmósfera eléctrica del juego puede apreciar más el rendimiento de nuestro equipo y puede comprender las emociones que superan a un jugador», dijo el ministro de Defensa, Protección Civil y Deportes, Guy Parmelin.
El canciller suizo Ignazio Cassis también se mostró comprensivo. «No tengo dudas de que puedes sentir emociones patrióticas por la tierra que te ha acogido sin olvidarte de tus raíces», explicó. Las normas disciplinarias de la FIFA establecen que los jugadores declarados culpables de provocar al público enfrentan una suspensión de dos partidos y el presidente de la Asociación de Fútbol de Suiza, Peter Gilliéron, dijo que tenía esperanzas de que ambos fueran absueltos.