Se acabará pronto…, por Marisa Iturriza
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Este mes se presta para los recuentos que, en este caso, desordenadamente acuden a la memoria ¿Te acuerdas del megadeslave premonitorio que ocurrió en el litoral del estado Vargas? Sus efectos todavía se sienten. Eso ocurrió en diciembre de 1999.
Y el 2000 empezó en el país con cambios constitucionales. Seis años de mandato presidencial en lugar de cinco y, más adelante, por lapso indefinido y hasta hereditario.
Múltiples protestas públicas por diversos factores.
Una estrella más a la bandera.
Paro general.
Despido de miles de trabajadores petroleros, no en persona, sino mediante silbato retrechero por TV.
Desalojo de familias en campos de empresa que “ahora es de todos”
Personal inexperto. Ejecutivos iguales, pero bien pagados.
Incendios y accidentes en las refinerías.
Expropiaciones de empresas y granjas.
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Cierre de televisora.
Invasiones a casas y apartamentos.
La cosa no está tan mala, espera para que veas.
Ruptura de relaciones diplomáticas. Apertura amplia y sumamente gustosa con algunos países.
Subordinación a casa matriz en el Caribe con petróleo a granel.
Cambios y movida de personal en administración pública.
Elecciones.
Creación de más ministerios todavía y más dependencias.
Adquisición de aviones para uso oficial.
Viajadera por todo el planeta. Alojamientos cinco estrellas.
Multiplicación de proyectos y negociaciones indefinibles.
Enfermedad. Muerte. Ceremonia fúnebre espectacular.
Elección ganada –por supuesto– por el heredero del poder.
Precios petroleros bajan. Producción local también.
Represión. Manifestaciones. Decesos. Cárcel. Maltrato.
Elecciones con “protector” impuesto si gana la oposición.
+ Elecciones
Escasez. CLAP
No solo de arroz de Guyana, espaguetis de Turquía y harina de maíz de Brasil vive el hombre. La mujer menos, no faltaba más.
Emigración de miles de ciudadanos.
Para completar, apareció la pandemia.
¡Oh!, el “malvado” dólar imperialista se supervaloriza.
Bolívares depreciados Nadie los quiere.
Ley antibloqueo.
Elecciones 6-12-20: «Si no votas, no comes», como la ranchera de Si no me querés/ Te rompo la cara, que no sigo por su letra contundente. Ganó la abstención y estamos en Adviento, época para albergar algo de paz. Este 2020 se acabará pronto para que entre el 2021 y ojalá podamos unirnos y avanzar con justicia y honestidad, sin insultos ni deficiencias, derivando al tango que dice:
Y aunque el olvido que todo destruye/ Haya matado mi vieja ilusión/ Guardo escondida una esperanza humilde /Que es toda la alegría de mi corazón…
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