¿Se arregló Venezuela?, por Esther Perozo
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Venezuela se arregló. Frase muy utilizada este año, quizás porque en el fondo es lo que se desea, o tal vez porque vemos con preocupación —más que con emoción— que la gran mayoría de nuestros compatriotas que están fuera del país añoran volver a casa, pese a las circunstancias que los obligaron a irse, enviando un mensaje a García diciendo: pese a todo esto, en Venezuela estamos mal, pero la pasamos bien.
Mi abuela contaba que en los años 50 se podía dormir con las puertas abiertas porque no había delincuencia, que nuestra moneda valía tanto como el dólar. Una época en la que con trabajo y esfuerzo podías salir adelante.
En 1969 contábamos con un país próspero, lleno de grandes oportunidades para el mundo, el monumental Ricardo Aguirre nos deleita con su voz y una gaita protesta llamada Maracaibo marginada, que en ese momento fue el reflejo de una ciudad abandona por el gobierno nacional.
Lo que nunca se imaginó el cantautor es que, 52 años después, su ciudad seguiría maltratada, marginada y sin un real. La realidad es que nunca Maracaibo y nuestro país estuvo tan mal, como ahora. Lo peor en los últimos cien años.
Y aunque en todas las épocas, no solo nuestro país, sino en todos los países han existido —y existen— dos realidades en un mismo territorio. En el caso nuestro, existe la Venezuela que come de la basura, la desamparada que sufre y padece día a día y hasta se bebe las lágrimas, porque muchas veces es lo único que hay. La Venezuela a la que no le ha importado caminar kilómetros días enteros, que prefiere cruzar una selva en desesperación, retando a Dios y al mismo diablo con tal de tratar de salir de su pesadilla.
Y está la Venezuela que llena, semanas tras semanas, los conciertos de su cantante favorito. La Venezuela que se emparranda todos los fines de semana y llenan los restaurantes.
Tenemos por un lado la corrupción no solo de afectos al gobierno sino de algunos que dicen adversarlos están a la orden del día. No podemos tener como norma y acostumbramos al tráfico de influencias para hacer cualquier trámite legal o simplemente no hacer la cola en equis o determinado lugar. Por otro lado, la resignación que caracteriza a muchos no puede ser una opción.
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Cuando los maestros no tengan que protestar y negociar un aumento de sus sueldos. Cuando no tengas que ir a una clínica porque nuestros hospitales están bien dotados, con un personal médico que no tengan que trabajar con las uñas para poder salvar una vida. Cuando no tengas que recurrir a las redes sociales solicitando ayuda para comprar medicamentos. Cuando no tengas la incertidumbre si se irá la electricidad o no. Cuando puedas consumir y tener agua en el grifo los 365 días sin tener un tanque para abastecerte. Cuando no exista ningún método de control para abastecerse tu auto de combustible. Cuando puedas salir a cualquier hora sin temor y que los funcionarios policiales sean parte de la solución y no del problema, podremos decir que Venezuela se arregló.
Nuestra nación es hermosa, solo necesita que la gente aporte su granito de arena para ayudar a cambiar, siendo mejores ciudadanos y trabajadores, dejar a un lado la viveza criolla, de ser el lobo de nuestra gente, para así salir adelante y convertir a esta Patria en el mejor país del mundo.
Desde Unidad Visión Venezuela te invitamos a organizarnos como sociedad, a trabajar duro para lograr tus sueños, a empoderarte, no compares países, situaciones, cada país es único y tienen sus propios problemas.
Esther Perozo es la secretaria general de Unidad Visión Venezuela Zulia
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