Sebastiana Barráez: hay una crisis interna en la Fuerza Armada Nacional
Hay una vigilancia especial sobre ciertos integrantes de la Fuerza Armada Nacional, oficiales incursos en delitos y actos de corrupción, pero también oficiales que no están conformes con la situación y tratan de revertir el desprestigio que tiene ante la opinión pública
Autora: Esperanza Márquez | @espemar
– ¿Demuestran las detenciones de militares que sí hay “ruido de sables” en los cuarteles, hay crisis interna?
–No, no podríamos decir que hay ruido de sables, que es un poco el término que se usa cuando hay en preparación alguna intentona golpista. Hay mucha inconformidad entre la Fuerza Armada, hay por supuesto una crisis interna porque hay muchos grupos tratando de liderar, tratando de conspirar; hay crisis interna porque se han resquebrajado algunas de las bases más importantes de esta institución castrense; hay crisis interna porque hay una serie de oficiales y tropa involucrados en hechos delictivos; hay crisis interna cuando son detenidos un grupo de comandantes activos de unidades tácticas, un grupo de oficiales que, a su vez, tenían liderazgo lo que implica que algunos de sus subalternos o parte importante de sus subalternos los acompañaban en esta conspiración. Entonces sí podemos decir que hay un problema interno dentro de la Fuerza Armada que se acaba de revelar con la develación de esta conspiración por parte de seis comandantes , un primer teniente y dos sargentos del ejército que fueron privados de libertad por los delitos de traición a la patria, instigación a la rebelión y contra el decoro militar.
– ¿Por qué ponen preso al Mayor General Rodríguez Torres, la sospecha del gobierno sobre Rodríguez Torres está bien fundamentada?
–Rodríguez Torres ya era un problema para el gobierno antes de salir del Ministerio de Relaciones Interiores. Fue vigilado desde el 2014, han intentado en algunas oportunidades de involucrarlo en hechos como los sucesos del Fuerte Paramacay, con las acciones emprendidas por el piloto Oscar Pérez y en conspiraciones. Hasta este momento nunca había existido algún hecho que realmente lo vinculara con acciones contra el gobierno nacional. Hay que recordar que en varias oportunidades Iris Varela había expresado opiniones bien duras, descalificadoras, inclusive groseras, contra este Mayor General y hasta lo ha señalado de asesino y, por tanto, no es extraño que en el Gobierno se estuviese buscando alguna rendija para poder encontrar un argumento y detener a Miguel Rodríguez Torres.
– ¿Por qué para el Gobierno es importante Rodríguez Torres?
–Porque, entre otras cosas, Rodríguez Torres logró tener una gran ascendencia sobre todo en los sectores policiales y en algunos sectores de la Fuerza Armada. Aunque Miguel Rodríguez Torres es odiado por una parte importante de la población civil, pues no es lo que ocurre a nivel militar y policial y esto se le convierte en una problema para el Gobierno porque estamos hablando de que quienes sienten simpatía y lo asumen como líder son sectores que tienen armas, tanto en la Fuerza Armada como en la policía. Por otra parte, los cuerpos de inteligencia en las conversaciones que tuvieron con algunos de estos comandantes hubo uno en particular que señaló que había tenido comunicación y contacto con Rodríguez Torres y sus palabras fueron que el General Rodríguez Torres lo había contactado y estos oficiales aparecen involucrados en una serie de conversaciones e incluso hubo una reunión en la cual participaron, aunque Rodríguez Torres no estuvo presente, pero entre este grupo de comandantes sí había una conspiración montada y el hilo comunicante entre Rodríguez Torres y el grupo lo da la delación de uno de estos comandantes.
– ¿Cómo cayó entre la Fuerza Armada la degradación de los militares hecha por Nicolás Maduro? ¿Fue fundamentada en bases legales según el Código de Justicia Militar?
–La degradación no gustó entre la Fuerza Armada sobre todo a nivel de los oficiales porque a un oficial no se le degrada así. La degradación debe cumplir una serie de requisitos legales, de parámetros que en este caso no se cumplieron. No es potestad del presidente de la República, por muy Comandante en Jefe de la Fuerza Armada que él sea, degradar a los oficiales y mucho menos a través de un decreto. A los oficiales se les expulsa de la Fuerza Armada cuando cometen hechos delictivos o cuando tienen una sentencia definitivamente firme que se convierta en un acto de deshonra para la institución. Esto no se ha venido cumpliendo porque incluso algunos oficiales han sido detenidos por estar involucrados en hechos delictivos o en caso de conspiración o de traición a la patria, pues inmediatamente los destituyen sin esperar la sentencia o el juicio y en el caso de la degradación el Presidente violenta la ley, comete una violación evidente que la asume de un plumazo y hay una cosa importante: esos 24 oficiales la mayoría ni estaban activos, la mayoría están fuera del país o están detenidos, los más recientes son ese grupo de primeros tenientes que fueron detectados conspirando y la mayoría están presos, como dije antes, o se fueron del país. Por eso no gustó la degradación y porque se parte del principio de que un oficial obtiene un grado al cual llega después de hacer una serie de pruebas y es escogido entre los mejores, la vía no es que por capricho del presidente de la República decide quitarle los soles o las insignias que lo han acreditado como un oficial en el grado en el cual se encuentra.
– ¿Está el estamento militar involucrado en el tráfico de drogas y en otro tipo de corrupción?
–En la Fuerza Armada en estos dos últimos años ha sido muy recurrente y lamentable la participación de oficiales, incluso algunos de alto rango, en el tráfico de drogas, esto además ha llevado que una cantidad enorme de subalternos también aparezcan involucrados en estas acciones, pero no solamente en el narco tráfico sino en el robo de armas, en el secuestro, en la extorsión y en una cantidad de delitos, que no quiere decir que antes no ocurriera, pero sí es la primera vez que aparecen tantos casos donde están involucrados oficiales de diferentes rangos. Los casos de corrupción han sido más frecuentes a lo largo de los años, los casos de oficiales involucrados en actos de corrupción y un ejemplo y que puede ser simbólico es el caso del Plan Bolívar 2000 durante la revolución bolivariana, donde la gran mayoría de los oficiales que lo dirigieron aparecieron involucrados por lo menos en malversación de fondos y eso fue señalado por el entonces Contralor General de la República Roche Lander.
– ¿Cuál es la situación de la prensa de investigación ante estos hechos de corrupción, están amenazados?
–No podríamos decir que la prensa como tal, pero cada vez que un periodista toca hechos de corrupción, sobre todo en aéreas militares y policiales, se activan de inmediato mecanismos para tratar de amenazar, de amedrentar y de impedir que este tipo de informaciones salgan a la luz pública, pero yo no lo resaltaría como algo particular. La prensa, sobre todo la de investigación y de denuncia, ha estado amenazada por el poder y es lógico porque nosotros nos convertimos en anti poder ante los gobiernos de turno, ante los que ostentan y exhiben el poder y tratan de usar ese poder para silenciar a quienes tratan de denunciarlos o a quienes tratan de exponer lo que desde el gobierno se trata de ocultar.
– ¿Se incuba en Venezuela un golpe de Estado?
–Para que hubiese un golpe de estado tendríamos que hablar también de una Fuerza Armada mejor constituida y yo creo que esa no es la situación en estos momentos. Hay muchos problemas internos en la institución, hay una crisis, hay un control, vigilancia de oficiales, hay una especie de acciones de espionaje que colocan a todos los oficiales, o a los que tienen poder y están en comando, bajo sospecha y están sometidos a investigación y esto impide que realmente en la Fuerza Armada pueda incubarse un golpe militar. Eso no significa que no haya grupos conspirativos que estén tratando de tomar el poder a través del uso de las armas de la República y que uno pueda asumir que quizá alguno de estos grupos logre llegar a ejecutar por lo menos un intento de golpe de Estado. No sé si teniendo éxito o no, pero las aguas están muy revueltas en estos momentos en la institución y ojalá que no resulte en algún movimiento de estos que termine de resquebrajar a la institución castrense que viene ya herida de muerte desde el 4F de 1992 cuando la intentona golpista donde estuvo Hugo Chávez y posteriormente el 27 de noviembre con la participación de Fuerza Aérea y que tuvo su corolario el 11 de abril con el golpe de Estado que sacó a Chávez del poder. Entonces, la Fuerza Armada está herida, esperemos que no mortalmente, pero está en una situación sumamente frágil que necesita restaurarse, que necesita profesionalizarse, institucionalizarse y deslastrarse de la politización.
–Sin querer que sea pitonisa ¿Qué avizora en el futuro del país, a corto plazo, con respecto al papel de la Fuerza Armada?
–Yo creo que la Fuerza Armada tiene de frente un reto que cumplir, es posible que logre sobrevivir, pero lo que sí es cierto que, por lo menos a nivel de opinión pública, está sumamente dañada su imagen, a nivel interno están sumamente fracturados por la presencia de algunos agentes que no se termina de resolver como la presencia de los cubanos dentro de la institución, a la tolerancia con grupos irregulares como la guerrilla, a permitir que grupos como los colectivos sigan teniendo armas, a no asumir con firmeza el rescate de las fronteras que es la función esencial que constitucionalmente tiene la Fuerza Armada. Tiene, además, el reto de adecentarse, de rescatar esas figuras probas que hay dentro de la Fuerza Armada y que tenga un proceso de reinstitunalización que le permita pasar esta tempestad que en este momento están sufriendo. No estoy segura si lo van a hacer, pero hay intentos al interior de la Fuerza Armada por tratar de evitar que la institución termine definitivamente deteriorándose y desarticulándose.
Sebastiana Barráez es periodista de Quinto Día y puntodecorte.com. Especializada en el tema militar. Autora del libro “La verdadera historia. Testimonios de Carolina Pérez Rodríguez”, la hija de Carlos Andrés Pérez.