Sebin detuvo al exministro de Economía y Finanzas Rodrigo Cabezas
A Rodrigo Cabezas le interrumpieron el servicio eléctrico en su residencia y se le notificó que debía presentarse en la sede de Corpoelec en Las Delicias, Maracaibo. Una vez en ese lugar, fue detenido por funcionarios del Sebin. Se desconoce el motivo de la detención
El Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (Sebin) detuvo este jueves 12 de junio a Rodrigo Cabezas, economista, exministro de Economía y Finanzas del gobierno de Hugo Chávez y miembro del Observatorio Venezolano de Finanzas.
De acuerdo con allegados, a Rodrigo Cabezas le interrumpieron el servicio eléctrico en su residencia y se le notificó que debía presentarse en la sede de Corpoelec en Las Delicias, Maracaibo. Una vez en ese lugar, fue detenido por funcionarios del Sebin. El exministro logró informar vía telefónica sobre su aprehensión.
El Comité por la Libertad de los Presos Políticos informó de la detención en su cuenta de X, sin embargo, se desconoce cuál es el motivo de la detención. Clippve señaló que esta acción representa «una grave violación a sus derechos fundamentales y un nuevo episodio de persecución contra el pensamiento independiente en Venezuela».
Esta ONG exigió al Estado «garantizar su integridad personal, el derecho a comunicarse con sus familiares, el acceso a sus abogados de confianza y el respeto pleno a su derecho al debido proceso».
En ese mismo sentido, demandaron su liberación inmediata, el respeto a sus garantías fundamentales y el fin de la criminalización «de quienes defienden el interés público y denuncian las fallas del sistema».
Rodrigo Cabezas es profesor de la Universidad del Zulia. Tiene amplia trayectoria en el ámbito económico y fiscal del país. Sus críticas en defensa de la democracia, la institucionalidad y participación en el Observatorio Venezolano de Finanzas lo han convertido en una voz clave para denunciar la crisis nacional.
*El periodismo en Venezuela se ejerce en un entorno hostil para la prensa con decenas de instrumentos jurídicos dispuestos para el castigo de la palabra, especialmente las leyes «contra el odio», «contra el fascismo» y «contra el bloqueo». Este contenido fue escrito tomando en consideración las amenazas y límites que, en consecuencia, se han impuesto a la divulgación de informaciones desde dentro del país.
