Seguid el ejemplo que Cojedes dio, por Omar Ávila

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El reciente triunfo del gobernador Alberto Galíndez y su partido regional «Vamos, Vamos Cojedes» en las elecciones del 27 de julio de 2025, es un faro de esperanza en medio de la desilusión política que atraviesa el país. Cojedes se erige como el único estado donde se logró una victoria total, conquistando las 9 alcaldías, incluyendo tres que habían estado bajo el control del chavismo desde 1998. Este resultado no solo es un triunfo electoral, sino un testimonio del poder de un gobierno que se ha comprometido a servir a su gente.
El trabajo de Galíndez ha demostrado que cuando un gobierno se enfoca en las necesidades del pueblo, es posible superar los desafíos que enfrentan tanto los sectores de la oposición como aquellos que han estado en el poder por demasiado tiempo. La clave de este éxito radica en la combinación de la experiencia del gobernador con la energía y las ideas frescas de los nuevos candidatos en localidades como El Pao, Ricaurte y el municipio Anzoátegui. Estas victorias son más que simbólicas; representan un compromiso renovado con los cojedeños, quienes han anhelado un cambio durante años.
El reto ahora es monumental. Los 9 nuevos alcaldes, junto con el gobernador reelecto, deben articular esfuerzos a todos los niveles de gobierno para en medio de las carencias económicas, poder abordar e ir resolviendo cada uno de los problemas que agobian a los habitantes de Cojedes, como son la falta de servicios públicos, la infraestructura, la precariedad del servicio eléctrico y el acceso al agua, son solo algunas de las cuestiones que requieren atención inmediata. Sin embargo, el hecho de que estos líderes hayan sido elegidos por su cercanía al pueblo brinda un rayo de esperanza para que se implementen soluciones efectivas.
Lamentablemente, el fenómeno de la abstención ha marcado las elecciones en la mayoría del país, reflejando una desconfianza generalizada en el sistema político. Es crucial que sigamos el ejemplo que Cojedes ha dado: la participación ciudadana es fundamental. El voto no es solo un derecho; es una herramienta poderosa para transformar realidades. La gente debe entender que el camino hacia la solución de sus problemas pasa por las urnas. Solo así podremos construir gobiernos que realmente se ocupen de servir a nuestra gente.
En medio de las dificultades que enfrenta nuestra nación, la experiencia de Cojedes nos recuerda que los recursos pueden ser utilizados eficazmente para el bienestar común. La clave está en elegir a líderes comprometidos con el pueblo, dispuestos a trabajar arduamente para mejorar la calidad de vida de todos.
Desde Unidad Visión Venezuela, estamos convencido que el cambio lo vamos a lograr de abajo hacia arriba, desde la Venezuela profunda, donde todos los que aspiren ser parte del cambio tengan participación.
Asimismo, debemos recordar que el desafío no termina en las elecciones locales, que la realidad de muchas comunidades en nuestro país es compleja y requiere un enfoque integral que considere no solo la política, sino también la cultura, la educación y el desarrollo social. Es imperativo que nuestros nuevos líderes se conviertan en agentes de cambio no solo en sus municipios, sino también en la construcción de una identidad nacional que valore nuestras raíces y promueva la inclusión.
Debemos fomentar programas que rescaten y potencien el talento local, apoyando iniciativas que generen empleo y fortalezcan nuestra economía desde adentro. La participación activa de las comunidades en la toma de decisiones es esencial; necesitamos un diálogo constante entre gobernantes y ciudadanos para asegurar que las políticas reflejen verdaderamente las necesidades del pueblo. Porque como lo decíamos en la reciente campaña «Gobernar es escuchar».
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Sigamos el ejemplo de Cojedes y hagamos del voto un instrumento para el cambio y la esperanza en todo el país. Pero también trabajemos juntos por una Venezuela donde cada rincón, cada comunidad y cada persona cuente, porque solo así podremos construir un futuro próspero y sostenible para todos. La Venezuela profunda no es solo un concepto; es una realidad que debemos abrazar y transformar con acciones concretas y compromiso genuino.
Omar Ávila es secretario general nacional de Unidad Visión Venezuela.
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