Segunda semana de combates en Sudán sin señales de tregua
La guerra entre dos generales rivales en Sudán entró este sábado 22 de abril en su segunda semana, dejando cientos de muertos. La comunidad internacional ha reclamado un cese el fuego, sin éxito
La situación es de extrema tensión y peligrosidad en las calles de Jartum, la capital de Sudán. Desde hace una semana, las facciones de dos generales enemigos se enfrentan de forma violenta por el control del país.
Este sábado 22 de abril, los habitantes de Jartum vivieron una nueva jornada de enfrentamientos, con ráfagas de disparos y fuertes explosiones.
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Al menos 413 personas murieron y 3.551 resultaron heridas desde que estallaron los choques el 15 de abril entre fuerzas leales al jefe del ejército, Abdel Fatah al Burhan, y su subalterno Mohamed Ahmed Daglo, líder del grupo paramilitar Fuerzas de Apoyo Rápido (FAR), según la Organización Mundial de la Salud.
El ejército anunció el viernes que había «acordado un alto el fuego de tres días» para «permitir a la población celebrar el Aíd al Fitr y facilitar la llegada de servicios humanitarios», como lo pidieron el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, y el secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken.
El Aíd marca el fin del mes sagrado musulmán del Ramadán.
Por su parte, Daglo dijo en un comunicado por internet que había «discutido la actual crisis» con Guterres y que estaba «enfocado en la tregua humanitaria, pasaje seguro y protección de los trabajadores humanitarios».
Sudán sin tregua
Dos treguas acordadas previamente en la semana no lograron detener los enfrentamientos.
Los combates se libran principalmente en Jartum y en la región de Darfur (oeste), donde la situación es «catastrófica», según indicó el viernes Cyrus Paye, un médico de la ONG Médicos Sin Fronteras (MSF).
Las organizaciones humanitarias tuvieron que suspender su ayuda, fundamental en un país donde más de un tercio de la población pasa hambre en tiempos normales.
En la capital, Jartum, los habitantes ven cómo se van agotando las reservas de comida y sufren de escasez de agua, electricidad y combustible.
Varios países como Estados Unidos, Corea del Sur y Japón desplazaron tropas a países cercanos para ayudar en la evacuación.
Pero el Departamento de Estado estadounidense admitió el viernes que la situación de los combates hacía demasiado riesgosa una evacuación de Jartum