Seir Contreras, «La realidad supera a la televisión»
Seir Contreras, quien fue despedido de Globovisión en agosto de 2023 tras confrontar a un diputado de la Asamblea Nacional por la crisis del país, presentó este viernes 2 de febrero su candidatura a las elecciones presidenciales. El comunicador aseguró no va a ser «un factor de división», que detrás de su intención presidencial no está el «gobierno» y que espera que Dios provea los recursos para su campaña
«A mí me gusta hablar», confesó Seir Contreras, el ex presentador de Globovisión, durante el lanzamiento de su candidatura a las venideras elecciones presidenciales de Venezuela. Confesión que pudieron comprobar los asistentes a la rueda de prensa que ofreció el viernes 2 de febrero en Caracas.
Al evento, anunciado en hora de la mañana de este Día de La Candelaria y que a horas de mediodía era tendencia en X (antes Twitter), además de más de una decena de medios –menos sus antiguas casas laborales VTV y Globovisión–, asistieron amigos y familiares del aspirante a la presidencia de la República. Su madre, Ligia Fajardo, tuvo un papel protagónico: fue la encargada de presentarlo y lo acompañó sentada a su derecha durante todo el acto.
«Hoy les voy a presentar a un niño venezolano, con sueños, con ilusiones. Un niño venezolano con esperanzas de que su país fuera transformado por una idea, por un proyecto de país, que lamentablemente defraudó y engañó al pueblo venezolano y lo sumió en la mayor crisis de nuestra historia», así comenzó el encuentro, recordando los dos momentos que han «marcado» su vida: su participación en el Aló, Presidente número 158 y la discusión con el diputado Ramón Magallanes (PSUV), que generó su salida del canal de Raúl Gorrín, y que lo puso en la opinión pública. También un abrebocas de cómo se expresaría y cómo conduciría la velada, en la que habló del pasado y de promesas.
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Quién es Seir Contreras
Seir José Contreras Fajardo nació en San Cristóbal (Táchira), en 1989. En el año 2004 participaba en una emisora comunitaria en su estado natal. En 2014 se instaló en Caracas, entró a estudiar Comunicación Social en la Universidad Central de Venezuela (UCV), carrera en curso, y comenzó a trabajar en la estatal Venezolana de Televisión (VTV), de la que fue despedido por tener una foto con la exdiputada María Corina Machado. Luego pasó a Globovisión, canal del que también fue despedido, en agosto de 2023, después de entrevistar al parlamentario Ramón Magallanes (PSUV), a quién interpeló por las faltas de la revolución y acusó al número dos del chavismo por la ausencia del tren Anaco-Tinaco. Seis meses más tarde de su segundo choque con la revolución que alguna vez aplaudió, decidió lanzarse a la política, justo el día que se conmemoraron 25 años de la instalación del proyecto del fallecido Hugo Chávez.
«Sí voté por el chavismo, sí fui chavista. Muchos caímos en esa trampa, fuimos víctimas de ese desastre. Pero también tenemos derecho a rectificar», espetó el aspirante a candidato que ya no da espaldarazos a los «rojos rojitos», aunque no se desligó de sus formas y maneras de comunicar; solo que este rescató el traje: asistió al encuentro enfundado con una indumentaria que recordaba a la que usaba el 22 de agosto de 2023, día su entrevista con Magallanes: pantalón y chaqueta azul marino, camisa blanca, corbata amarilla y medias de algodón.
El Gocho –como se refirió a él en varios momentos– no es el primer venezolano no político ni sin carrera en la administración pública que aspira a la presidencia de la República. A finales del siglo pasado lo hizo Rómulo Abreu Duarte, «el Brujo», y hace un par de lustros la micro empresaria María Bolívar, la que pidió «una ayudaita»; por citar algunos. Y es que para aspirar a ese cargo solo se requiere ser venezolano o venezolana por nacimiento, no poseer otra nacionalidad, ser mayor de 30 años, de estado seglar y no estar sometido o sometida a condena mediante sentencia definitivamente firme y cumplir con los demás requisitos establecidos en esta Constitución.
La censura, tema que conoce
Durante más de una hora, Contreras habló de la censura –tema de interés nacional que demostró que domina, quizá el único–; de su paso e incidentes en los medios; de las faltas del chavismo y de la revolución; de la crisis de los servicios públicos; de la crisis económica; del día a día de los tachirense actualmente; de las mañas de los políticos venezolanos, rojos y de oposición; justificó que su edad no era impedimento para aspirar a la presidencia; y vagamente de su decisión de ser presidente, cómo espera lograrlo y con cuáles recursos y organizaciones cuenta. «La realidad supera a la televisión», afirmación que le arrojó a Magallanes y que repitió en el encuentro con la prensa le calzó bien este 2 de febrero, para alguien que aseguró haber entrevistados a la mayoría de los políticos venezolanos y conocer cómo se ven las cosas desde «el otro lado», no tener respuestas concretas a las interrogantes de los venezolanos dejó un mal sabor de boca.
«No soy perfecto, soy un pecador (…) Pongo mi nombre a disposición de todos los venezolanos (…) No voy a ser un factor de división (…) Es una propuesta para evaluar la reacción del pueblo venezolano (…) Nuestra propuesta no es perfecta. No conozco todos los temas del país, pero vamos a rodearnos de los mejores (…) Estamos buscando a los mejores economistas (…) Yo no soy una falsa oposición (…) No estaba en mis planes ser presidente, como sí lo voy a ser», fueron las afirmaciones de Contreras, y tuvo quien se las aplaudiera; también hubo los que gritaban «Amén» cada tanto.
«No pueden llamar de nuevo a la ‘abstinencia'»
Pasada las 4:00 p.m., hora para la que estaba pautada la rueda de prensa, en el segundo piso de El Tropezón, una de las pocas areperas que aún sobreviven en Caracas –la revolución cambió las tostadas por hamburgers. Hoy en el país donde manda el «dólar criminal» hay más establecimientos de hamburguesas que de arepas– arreglaban el espacio para el evento, movían sillas, mesas y trataban de parar el pendón con el cartel que serviría de backing al precandidato: una imagen del joven aspirante de 34 años, al fondo el Salto Ángel, tres guacamayas, su nombre –la I parecía simular un anuncio de barbería de los años 50, pero con los colores de la bandera– y la palabra «Presidente». La escena más que un proyecto país parecía la oferta de un paquete turístico.
Mientras organizaban el espacio fueron llegando amigos y familiares de Contreras, entre ellos cuatro compañeros de estudios de la UCV, a quienes les entregaron banderitas con el tricolor nacional. La primera al instalarse en el recinto confesó que fue «a tomar fotos». Los otros tres respondieron: «Porque nos invitó Seir». Al ser consultados si votaban, tres dijeron que sí, y que este año sería su primera elección presidencial. Dos no están inscritos en el Registro Electoral. Todos afirmaron que van a votar y que hay que hacerlo: «No pueden llamar de nuevo a la ‘abstinencia'», justificó uno de los no inscritos en el RE.
En el evento también estaba la hermana de Contreras, la funcionaria de la Policía Nacional Bolivariana, que debió migrar a Colombia a trabajar como niñera para poder recibir un sueldo que le permitiera vivir.
También lo acompaño la exdiputada Kelly Perfecto, parte de su equipo de campaña. La exparlamentaria formó parte de Movimiento Tupamaro. Después rompió con el chavismo para sumarse a las filas de la oposición dentro de la Asamblea Nacional electa en 2015. En 2019 votó a favor de Juan Guaidó como presidente del Parlamento y su posterior juramentación como «presidente encargado». Un año más tarde, en 2020, votó por Luis Parra en aquel episodio que terminó con dos Asambleas.
A Perfecto la acusaron entonces desde el partido al que se había afiliado, el MDI, de supuestamente haber recibido 50.000 dólares para votar a favor de Parra. Por eso fue expulsada.
Luego de eso anunció su incorporación al Primero Justicia (intervenido) que controlaba José Brito por decisión del TSJ, e hizo campaña en redes sociales con símbolos de esa tolda de cara a las parlamentarias de aquel año, como lo hizo también Luis Ratti.
Otra vez el «Dios proveerá»
Contreras aseguró –varias veces durante el evento– que detrás de su candidatura no había «enchufados» y ni estaba el Gobierno. «Mis acciones van a demostrarle al país que somos consecuentes con nuestras palabras y con lo que decimos. Van a decir de todo, que me pagó uno, el otro, que me pagó el Gobierno (…) Hoy tuvimos rechazo, pero también un montón de respaldo», dijo.
A pesar de resaltar en varias oportunidades que su candidatura no es deshonesta, sus respuestas a la pregunta «¿De dónde salen –o saldrán– los fondos de su campaña?» y ¿Cuáles organizaciones lo acompañarán en su candidatura? causaron bufidos de varios de los asistentes.
«No lo sé. Mi confianza la tengo en Dios, mi proveedor y financista ha sido Dios. Lo de hoy fue un esfuerzo de amigos cercanos. Estoy desempleado. Dios proveerá –frase que dijo una vez Nicolás Maduro, en 2014 a inicios de la crisis económica del país–», respondió y luego agregó: «Pero seguro no va a ser con dinero sucio». Minutos después aportó que sostiene «conversaciones con algunas organizaciones políticas», necesita una tarjeta para inscribir su candidatura.
«Lo vamos a definir en los próximos días. Nos hemos acercado a partidos pequeños, olvidados, partidos regionales», asomó.
«A lo mejor a mí también me inhabilitan»
La decisión de Seir Contreras de postularse a las elecciones presidenciales la empujó la inhabilitación de la candidata electa en las primarias del 22 de octubre de 2023, María Corina Machado, figura por la que siente simpatía y espera poder comunicarse con ella pronto: «No tengo su teléfono. Lo más probables es que ella consiga primero el mío», soltó.
Calificó la inhabilitación de Machado de «injusta» y teme que con él pasé lo mismo. «María Corina (Machado) es una buena opción, pero está inhabilitada. A lo mejor a mí también me inhabilitan, quién sabe», auguró.
Fue lo único que dijo sobre la dirigente de Vente Venezuela y su candidatura, las primarias y el clima político del país. Aunque reconoció entender lo que significa hoy en Venezuela tener varias figuras que adversen en una elección al partido de gobierno.
«Ni de izquierda ni de derecha. Somos de centro. Llamo a los chamos del PSUV. Llamo a la disidencia. Llamo a todo el país, a los que sientan que no tienen una opción, aquí hay una», con estas palabras cerró la rueda de prensa.
Seir Contreras, habló más de una hora, esquivó preguntas, apeló a su anecdotario, señaló las faltas y fallas de otros –sin decir nombres– y ofreció promesas y encuentros futuros: en los próximos días presentará su plan de gobierno y el lunes irá a la Asamblea Nacional «a llevar una propuesta de cronograma (electoral)». Habló pero ofreció menos certezas, y aciertos, que el 22 de agosto de 2023. «La realidad supera a la televisión».