Seis detenidos en España por explotación a personas trans de Venezuela y Colombia
Después de llegar a España, a las víctimas les retiraban el pasaporte y el dinero y las ubicaban en las viviendas, donde les explicaban que debían estar disponibles las 24 horas del día e incluso consumir drogas
La policía española liberó a ocho personas transgéneros procedentes de Venezuela y Colombia y detuvo a seis sospechosos, tres en Madrid y tres en Barcelona, por obligarlas a prostituirse en viviendas.
Los sospechosos detenidos, dos ya en prisión, eran liderados por un venezolano que captaba a las víctimas en esos dos países y les prometía grandes recompensas económicas por trasladarse a España, donde las obligaba a prostituirse y a consumir drogas con los clientes, informó la policía el miércoles 26 de junio.
La investigación comenzó en 2018 cuando dos personas trans denunciaron en Madrid y en Valencia (este de España) haber sido víctimas de trata.
Los agentes descubrieron que el jefe de la banda se servía de víctimas captadas anteriormente y las coaccionaba para que convenciesen a otras personas, aprovechándose de la situación de vulnerabilidad y precariedad en los países de origen.
Preparaban supuestos viajes turísticos para las nuevas víctimas, y les entregaban un billete de avión de ida y vuelta, reserva de hotel, seguro de viaje y dinero en efectivo.
Después de llegar a España, les retiraban el pasaporte y el dinero y las ubicaban en las viviendas, donde les explicaban que debían estar disponibles las 24 horas del día e incluso consumir drogas, todo ello para saldar una supuesta deuda con la organización de entre 10.000 y 15.000 euros (entre 11.400 y 17.100 dólares al cambio actual).
Además, tenían que pagar el alquiler de la habitación, los anuncios de los servicios de prostitución en internet y los gastos de manutención.
Primero enviaban a las víctimas a las viviendas de Madrid y Barcelona, el centro de operaciones de la banda, y cuando eran “sumisas y manipulables”, eran desplazadas a otros lugares de toda España para conseguir más clientela. Mientras tanto, eran controladas mediante videollamadas y amenazas telefónicas.
La Policía registró una vivienda en Madrid y dos en Barcelona y se incautó de 2.300 euros, 400 dólares, varios dispositivos móviles, un ordenador, el pasaporte de una víctima y pequeñas dosis de drogas. Dos de los detenidos están ya en prisión.
Con información de EFE