Senadores de EEUU logran acuerdo para evitar el primer impago de su historia
En los últimos días, el presidente de los EEUU, Joe Biden, pidió varias veces la colaboración de los republicanos para evitar el impago de la deuda soberana de EEUU, una situación que llegó a comparar con la de un «meteorito» que se acerca a la tierra y que, en este caso, parecía abocado a estrellarse contra la economía estadounidense
Demócratas y republicanos llegaron este jueves a un acuerdo en el Senado de EEUU para evitar que el país incurra en una suspensión de pagos de su deuda nacional por primera vez en su historia, a 11 días de que se produzca ese desastre.
Sin embargo, el acuerdo es solo un parche: suspende el techo de endeudamiento hasta el 3 de diciembre, pero no ofrece una solución permanente, como querían los demócratas.
El pacto fue anunciado este jueves desde el hemiciclo por el líder de la mayoría demócrata en el Senado, Chuck Schumer.
«Hemos alcanzado un acuerdo para ampliar el techo de endeudamiento hasta principios de diciembre», dijo Schumer desde un atril, con voz calmada.
Oferta
El arreglo llega después de que el líder de los republicanos del Senado, Mitch McConnell, hiciera el miércoles a los demócratas una «oferta que no podían rechazar», en el más puro espíritu de «El Padrino» y con el maquiavélico trasfondo que domina el Congreso desde hace años.
En concreto, McConnell dijo que estaba dispuesto a levantar el techo de endeudamiento durante dos meses, hasta diciembre, y avisó a los demócratas de que si rechazaban su propuesta se desataría el caos en los mercados y EEUU se encaminaría hacia una crisis económica sin precedentes.
Los demócratas no tuvieron otra opción que aceptar la oferta de McConnell. De no hacerlo, los republicanos habrían aprovechado para culparlos del desastre económico.
Además, no existía otra alternativa a la vista, ya que los republicanos llevan desde junio avisando que no votarán por una solución permanente y han pedido repetidamente a los demócratas que usen un mecanismo llamado «reconciliación» para aprobar en solitario la subida del techo de deuda.
Los demócratas se niegan a usar esa maniobra porque solo puede emplearse una vez por año fiscal y planean utilizarla para aprobar buena parte de la agenda económica del presidente estadounidense, Joe Biden.
McConnell, que lleva 36 años en el Senado, dio este jueves un discurso en el hemiciclo en el que casi se regodeaba de la situación.
«La mayoría (demócrata) no tenía un plan para evitar el impago de la deuda, así que nosotros dimos un paso hacia adelante», remachó.
Aunque los demócratas tienen la mayoría en el Senado, los republicanos tienen un gran poder y pueden bloquear las leyes, ya que para aprobar cualquier legislación se necesita el apoyo de 60 senadores y actualmente los progresistas solo controlan 50 escaños.
Poco entusiasmo
El acuerdo despertó una respuesta tibia en la Casa Blanca, que llevaba días insistiendo en que se necesitaba suspender el techo de deuda más a largo plazo y tendrá que conformarse ahora con una solución temporal.
«Este es un paso positivo adelante, y nos da espacio para respirar y evitar el catastrófico impago al que nos acercábamos por la decisión del senador McConnell de jugar a la política con nuestra economía», dijo la portavoz adjunta de la Casa Blanca, Karine Jean-Pierre, en una rueda de prensa tras el anuncio.
No obstante, la portavoz recalcó que el país «nunca tendría que haber llegado al borde del impago» y culpó a los republicanos de no prestarse a aprobar una medida más duradera.
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Deuda
El acuerdo, sin embargo, no tendría por qué ser perjudicial para los demócratas, que tendrán que saber cómo jugar sus cartas en las próximas semanas.
Desde el principio, los demócratas querían que el techo de endeudamiento se suspendiera hasta diciembre de 2022 para no tener que debatir sobre ese tema durante la campaña para las elecciones legislativas de noviembre del año próximo, en las que podrían perder las estrechas mayorías que detentan en las dos cámaras del Congreso.
Todavía pueden esquivar el tema de la deuda si logran poner orden en sus filas durante los próximos dos meses. Específicamente, su mayor reto es poner de acuerdo al ala centrista y a la progresista del partido para ver qué se incluye en el paquete legislativo sobre gasto social, que quieren aprobar sin votos republicanos.
Si llegan a un acuerdo sobre ese asunto, podrían incluir el techo de deuda en ese paquete con la agenda de Biden y olvidarse del tema hasta después de las elecciones.
En los últimos días, Biden ha incrementado la presión sobre su partido para llegar a un acuerdo sobre su agenda económica.
También pidió varias veces la colaboración de los republicanos para evitar el impago de la deuda soberana de EEUU, una situación que llegó a comparar con la de un «meteorito» que se acerca a la tierra y que, en este caso, parecía abocado a estrellarse contra la economía estadounidense.
Estados Unidos nunca ha tenido que recurrir a la suspensión de pagos, pero esta vez parecía estar cerca. También se acercó al abismo en 2011, cuando la mera posibilidad de que ocurriera desató un enorme caos en los mercados financieros y llevó a que Standard & Poor’s rebajara la nota de solvencia del país.
La actual situación sobre el techo de deuda se produce porque a diferencia de otros países, en Estados Unidos, el Gobierno solo puede emitir deuda hasta el límite establecido por el Congreso, que tiene el poder de elevar ese techo según crea conveniente.
Con información de EFE.