Ser oposición y ser gobierno, por Ángel Monagas
Twitter e Instagram: @AngelMonagas
En muchos países el drama del ejercicio del poder, involucra asumir un rol: O se es gobierno o se es oposición.
No es lo mismo evidentemente. Con una variante. Dentro de los partidos u organizaciones políticas, la presencia de corrientes que ejercen la autoridad se enfrenta a similar situación. Quienes ejercen la autoridad son gobierno y quienes no, son oposición.
Ejercer oposición es muy fácil. Los efectos de los errores del gobierno, mucho más en nuestro caso, son muchísimos. Empezando por la destrucción de la calidad de vida. De hecho, más gente emigra buscando cómo mantener ese estatus que por una persecución política, aunque todas las solicitudes de asilo dicen lo mismo.
El problema en Venezuela es que muchos partidos dicen que “opositores” hacen del socialismo el centro de sus ataques, cuando sus bases doctrinarias reposan en lo mismo. Es frustrante ver a la gente del gobierno y de la oposición, hablando como gente de izquierda. Ellos dicen representar una corriente social avanzada, progresista y moderna, orientados a lograr la igualdad, la democracia y la libertad, como utopía sabemos que es una meta más celestial que otra cosa, el asunto es que en la ejecución su comportamiento es autocrático, dictatorial.
Es una tragedia la praxis de nuestras representaciones políticas. Su no diferenciación en lo ideológico, finalmente se traduce en su comportamiento. Las organizaciones de tendencia libertarias, corrientes que se adaptan y evolucionan con las teorías económicas vigentes, carecen de plataforma suficientemente capaz de acceder a centros de poder de gobierno, de opinión y simplemente se han conformado con ser meras tendencias en las redes, estructuralmente inexistentes en el 90% del territorio.
Efectos de esta sinonimia
A la luz de los acontecimientos, por ello observamos cómo a diferencia de “Tomás”, los representantes de la plataforma unitaria han creído sin ver y se sentaron a “negociar” todavía no sabemos qué…
Lo logrado no cubre las expectativas del venezolano.
La MUD, que realmente funciona bajo la égida dictatorial de cuatro representantes políticos, decidieron prácticamente a “manu militari” la mayoría de sus candidatos. Muchos los disfrazaron utilizando encuestas, que realmente no expresan la realidad de la voluntad mayoritaria de los electores.
*Lea también. Chávez como estilo político, por Luis Ernesto Aparicio M.
Cierto es como dio a entender Julio Borges, no puede el G4 apoyar a los que han sido inclementes con las críticas en su contra pero eso les resta el papel democrático y además, si realmente su actuación se enmarcará en la coherencia muchas otras cosas no habrían sucedido. El propio Julio Borges recientemente afirmó sobre el caso de Monómeros y otros activos en el exterior, que “nunca han debido ser manejados por la oposición”.
El régimen de Nicolás y el chavismo se comporta como lo que es, aunque diga lo contrario. No tenemos expectativas con ellos. Yo no por lo menos. La gravedad es que esperábamos muchos, un comportamiento más democrático de la plataforma unitaria y no lo hemos visto.
Tenemos como dijo una vez el filósofo cristiano, apropiado irregularmente por la democracia cristiana, Jacques Maritain, que “vivir como pensamos, para no terminar pensando como vivimos”.