Si no estuviste conmigo en la pobreza, por Daniel Morales
En Venezuela la polarización política es notoria. Tanto el oficialismo como la oposición se creen dueños de las voluntades de la población. Para ellos no existen los grises: o es blanco, o es negro. Como en la Guerra Federal: los godos y los liberales.
Y es que tú no puedes discernir de ninguno, porque pasas a ser su enemigo. Por ejemplo, si no eres oficialista, entonces eres un «apátrida, guarimbero, fascista» y toda clase de adjetivos que se les ocurra a la cúpula roja. Pero es que lo mismo pasa del otro lado. Te ponen sin número de calificativos, de «chabestia, arrastrado» para arriba.
Ambos bandos tienen lo suyo. Incluso si no compartes su ideología, las agresiones, posiblemente, se eleven hasta lo físico; ya que ese tipo de personas (fanáticos políticos) se logran enojar con mucha facilidad.
Sin embargo, hay algo que me llama poderosamente la atención desde el punto de vista de la oposición: es que cuestionan y señalan a las personas que apoyaron al gobierno alguna vez, pero que ahora son parte de la oposición. Cosa que no pasa en el oficialismo.
No lo ven como un aliado, sino como un enemigo. O sea, «si no estuviste conmigo en la pobreza, no estés ahora en la riqueza». Es como si las personas no tuviesen derecho a cambiar de parecer cuando les venga en gana. «Hoy me puede gustar la empanada de jamón con queso, pero mañana no. ¿Y cuál es el problema en eso?”.
En un texto académico traté el tema de la formación de criterio desde el punto de vista electoral y señalé que el criterio «es la capacidad de combinar cualidades personales con el conocimientos y experiencias relevantes para formar opiniones y tomar decisiones». O sea, podemos decir que hay cosas en el gobierno en la forma de manejar el país que no nos gusta y por ende, dejar de apoyarlos. Sean cuales sean las razones que me impulsaron a tomar esa decisión. Hipotéticamente hablando.
¿En ese momento paso a ser un «apolítico»?, si es que cabe el término. La cuestión radica en que: a un lado no lo quiero y el otro no me quiere a mí.
El pasado 22 de octubre de 2023, se realizaron las elecciones Primarias de oposición, donde resultó ganadora María Corina Machado (MCM). Sin embargo, desde la «lógica pura» de opositor de «verdadero»: «ese era el único resultado posible»; inclusive señalaban como «chavistas» a quienes apoyaban a otros candidatos.
De ahí surgen las preguntas de ¿Bueno, pero esta no es la misma gente?, ¿Si voto por «X» o por «Y» no significa que estoy apoyando a la oposición?. Es raro, pero cierto. Ese tipo de razonamiento da a entender que la causa por la cual luchamos «no es la misma», ya que estoy con otro candidato que no es MCM.
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Aquí la «lealtad» va desde lo que marca una parte de la población, así no tenga la razón. Como decía el músico, escritor y poeta argentino Facundo Cabral: «Las mayorías no siempre tiene la razón, pero son tantos que hasta eligen el presidente».
Daniel Morales es estudiante de Comunicación Social-UCV y redactor de este medio.
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