Siete años después sigue impune el asesinato de médico que denunció desvío de medicinas
El médico cirujano y entonces director de los Distritos Sanitarios N° 5 y 6 del eje Barlovento, había recibido diversas amenazas, incluso llegó a ser víctima de dos atentados antes de recibir el disparo que acabó con su vida
El 29 de febrero de 2012 fue asesinado de un tiro en la cabeza el médico cirujano Billy Mascobeto, de 29 años. Para el momento era director de los Distritos Sanitarios N° 5 y 6 del eje Barlovento en el estado Miranda y días anteriores había denunciado el desvío de medicinas, insumos y equipos médicos.
Su madre Maritza Molina, relató que a su hijo lo mataron en el sector Aguas Claras de Barlovento, dos meses después de haber denunciado una red de corrupción en la que estaban involucrados desde funcionarios de altos cargos hasta personal de los centros hospitalarios.
“Mi hijo se desempeñaba como Director de los Distritos Sanitarios 5 y 6 del Eje de Barlovento, adscritos al Ministerio de Salud y desde que él asumió el cargo en el Distrito 5 empezó a detectar graves irregularidades, como desvío de grandes cantidades de medicamentos, insumos y equipos médicos, hasta existía cobro por la designación de cargos públicos, situaciones que Billy empezó a denunciar y, a su vez, a tomar las medidas de supervisión pertinente”, son parte de las declaraciones de Molina quien hoy sigue pidiendo justicia.
Dentro de toda la trama de corrupción, Mascobeto habría descubierto un depósito de medicinas vencidas, del que aseguró tenían la llave personas sin autorización, también se topó con la venta de sustancias ilícitas dentro de los hospitales de la entidad y la falta de equipos que estaban declarados dentro de los bienes de los centros de salud.
La madre de la víctima explicó que el médico dio parte a su jefe inmediato y entonces director estatal de Salud, Petroski Eloy Moreno, quien no prestó atención al caso.
Toda esta red para desviar fondos de los hospitales involucraba a “muchas personas”, que iban desde funcionarios con altos cargos hasta los puestos más bajos en la escala laboral, por lo que decidió ir más allá y denunciar ante el Auditor Interno del Ministerio de la Salud.
Una verdad que no quería ser descubierta
Maritza Molina, contó que la vida de su hijo empezó a estar en peligro cuando el joven comenzó “a tomar acciones correctivas ante tales hechos de corrupción, sufrió amenazas y hasta un Alcalde se le presentó en el ambulatorio con sus escoltas visiblemente armados y en presencia de los pacientes”.
El médico cirujano y entonces director de los Distritos Sanitarios N° 5 y 6 del eje Barlovento, había recibido diversas amenazas, incluso llegó a ser víctima de dos atentados antes de recibir el disparo que acabó con su vida.
La mujer explicó que en el Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc), nunca le quisieron recibir las denuncias a Billy Mascobeto, se excusaban en que no había hasta el momento ningún muerto “para ellos activarse”.
“Ese 29 de febrero que asesinaron a mi hijo, testigos me comentaron que esa mañana él había detectado una situación aún más grave en relación a la distribución y desvío de unos equipos médicos, y llamó al Auditor del Ministerio de Salud para notificarlo, pero éste le dijo que al día siguiente lo hablarían y que por teléfono era delicado. Esa misma noche le dieron el tiro en la cabeza, quedó vivo y lo tuvieron seis horas agonizando y presentó golpes generalizados en su cuerpo”, señaló.
Hoy, siete años después del asesinato, Molina no sabe realmente qué ocurrió con su primogénito, aseguró que ni siquiera le permiten el acceso al expediente sobre el caso que reposa en el Ministerio Público.
Denunció que a Billy lo mataron “por hacer su trabajo con rectitud”, reiterando que en el caso están “involucrados altos funcionarios del Gobierno que están ejerciendo influencia dentro de la investigación del Ministerio Público”.
La mujer manifestó que días antes de ser asesinado Mascobeto, le comentó que de seguir esta trama de corrupción y desvío de bienes “van a empezar a morir hasta los neonatos en el país y no va a haber medicamentos para nadie”, palabras que reflejan la crisis que vive el sector salud en la actualidad.
Maritza Molina dijo que no se resignará a que la muerte de su hijo quede impune, “mi propósito de vida para mí y mi familia es obtener justicia y exigimos al Ministerio Público que haga su trabajo y cese el retardo procesal injustificado”.