Sifontes, al sur de Bolívar, es el epicentro de las denuncias de desapariciones

Un amplio reportaje de Correo del Caroní muestra cómo después de la creación del Arco Minero del Orinoco se han incrementado las desapariciones en la zona
En los 24.393 kilómetros cuadrados del municipio Sifontes, al menos unas 33 personas han desaparecido. Representan el 43% de un universo de 77 casos documentados entre 2012 y 2020 de manera independiente por la Comisión para los Derechos Humanos y la Ciudadanía (Codehciu) y un colectivo de periodistas que trabaja para visibilizar este drama inédito en la región sobre desapariciones.
Sifontes es un territorio particular por la extensión de sus minas, su popularidad como territorio rico en oro y su ubicación geográfica: al sureste de Venezuela, fronterizo con el Esequibo, y también puerta de salida discreta de miles de migrantes venezolanos.
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Pero también ha sido noticia por las masacres en el territorio. Sifontes es el más violento de los 11 municipios del estado Bolívar. Entre enero de 2019 y mayo de 2020 fueron asesinadas 47 personas, de las cuales 27 no fueron identificadas por su avanzado estado de descomposición o múltiples heridas de bala en el rostro, según el monitoreo de Correo del Caroní.
Es allí donde cientos de venezolanos han ido en busca de su sustento y han quedado atrapados en una disputa por los territorios en los que intervienen la Fuerza Armada Nacional (FAN), disidentes del colombiano Ejército de Liberación Nacional (ELN) y bandas armadas locales.
El interés por controlar estas tierras no es casual: en Sifontes “hay de todo”, dice un experto geólogo de la zona, que prefiere no identificarse por seguridad, en relación a la diversidad de minerales por la presencia del cinturón de rocas verdes, una franja geológica milenaria productora primaria de oro. Las bondades de los ríos que lo atraviesan le da a las más de 70 minas activas una ventaja comparativa con respecto a otras zonas.
En Sifontes, por ejemplo, está el yacimiento de Las Cristinas, en el kilómetro 88, una de las mayores reservas de oro del mundo y también uno de los pueblos mineros más populosos, después de Tumeremo, la capital del municipio.
En esta jurisdicción donde convergen, además del comando del Ejército 512 Batallón de Infantería de Selva Tomás de Heres, todos los cuerpos policiales del Estado: oficinas del Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (Sebin), Policía del estado Bolívar, Dirección General de Contrainteligencia Militar (Dgcim) y el Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc).
La presencia policial incrementó después de 2016, cuando Nicolás Maduro bautizó a la zona como parte del Arco Minero del Orinoco y se establecieron, entre Tumeremo y El Callao, decenas de plantas procesadoras de oro y empresas mixtas. Es también después de la implementación del Arco Minero cuando se han producido el mayor número de denuncias de desaparecidos: 76% de los casos ocurrieron después de 2018, cuando el Ejército incursionó en la zona y pobladores comenzaron a denunciar la presencia del ELN.
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