¿Sin Condiciones?, por Omar Ávila
Twitter e Instagram: @OmarAvilaVzla
Sin liderazgo de relevo y un plan real para el rescate nacional, lo más creativo a lo que pueden llegar las fuerzas del sector más desgastado de la oposición, es a emular las tácticas del régimen en cuanto a desinformación y manipulación de la opinión pública incubando la idea de que no existen condiciones para votar el 6D y que por ello no participarán. Esa posición es similar, a decir que como en el país no hay condiciones para vivir, nos abstenemos de hacerlo hasta que las haya.
Resulta que quienes claman por “elecciones libres, transparentes y con condiciones para votar», están gestionando elecciones sin condiciones para ellos solos. La realidad es que mientras esperamos por un escenario ideal para enfrentar a Nicolás Maduro y al PSUV, los que sobrevivimos en Venezuela lo hacemos sin agua, sin electricidad, sin gas, sin gasolina, sin protección ante la pandemia, sin un salario digno y un largo etcétera.
Lamentablemente nuestro país no cuenta con las mejores opciones para trabajar, invertir, vivir… ni siquiera para morirnos tenemos condiciones.
A nuestro juicio, es contradictorio la decisión que tomó Henrique Capriles de retirarse de la contienda electoral para buscar mejores condiciones. Desde Unidad Visión Venezuela estamos convencidos que eso se logra participando, promoviendo, instando y denunciando con pruebas. Pelear por condiciones sin participar, es fortalecer la abstención.
Ojo, lo decimos nosotros a los que el Consejo Nacional Electoral nos ha violado nuestros derechos de participación política y de igualdad, al negarnos poder inscribirnos con nuestros símbolos y colores; como lo hizo con al menos 25 organizaciones política más, pero por eso no vamos a quedarnos cruzados de brazos, todo lo contrario, estamos trabajando con mucha más fuerza, y seguiremos promoviendo el voto como una de las herramientas más efectiva que tenemos los demócratas.
Los desubicados que viven repitiendo que «no hay condiciones», no entienden que no las hay tampoco para estudiar, trabajar, producir, comerciar, para casi nada y que no las habrá mientras estemos en un régimen autoritario. Sin embargo, la gente no se cruza de brazos: lucha por mejores condiciones sin dejar de trabajar, estudiar, comerciar, producir, vivir y votar.
Las soluciones se inician haciendo lo que se debe hacer y no como dicen muchos: “es que ahora es así». Seguiremos alzando nuestra voz, haciendo los reclamos al funcionario público que abusa, al empresario que especula, a la dirigencia política y al ciudadano común para que cumplan con su deber, a quienes les dimos poder (presidente, gobernador, alcalde, diputado, etc.,) para que cumplan con su trabajo, con su deber, y además, se unan a la lucha decente y a la creación de condiciones.
Hoy, cuando el Polo Patriótico no solo está dividido, sino que sus bases lo rechazan, su capacidad de movilización está cada vez más mermada por múltiples razones, llamar a la abstención es una mala táctica.
Justo cuando los afectos al régimen ya no quieren votar por el oficialismo, entonces un sector decide ayudar, al no salir a votar en su contra. ¿A eso le llaman «luchar por la libertad», o es más bien, ayudar a que Nicolás se atornille aún más?
Es muy preocupante el tiempo y el dinero que la oposición abstencionista invierte para ensuciar la imagen del resto de la oposición democrática, lo que deja en evidencia que los enemigos de la democracia no están solamente en la acera roja.
Mientras tanto, Maduro sigue acabando con el país día tras día. Legítimo o no, continúa destruyendo la calidad de vida de los venezolanos. Llegó la hora de poner los pies sobre la tierra y enfrentarlo nuevamente en el terreno electoral ¡Votando! El futuro de nuestra amada Venezuela está en nuestras manos.
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