Sin gasoil las plantas eléctricas del Hospital y CDI de El Piñal, Táchira
Desde el inicio de la cuarentena decretada por Nicolás Maduro para evitar la propagación del covid-19, el pasado 16 de marzo, la entidad andina atraviesa por largos cortes de luz, de hasta 16 horas y una aguda escasez de combustible. Situación a la que no escapa el sector salud
Personal del Hospital de El Piñal y del CDI, en Fernández Feo (Táchira), deben cumplir sus guardias nocturnas iluminando a los pacientes con sus celulares, aunque estos centros de salud cuentan con plantas eléctricas, no tienen gasoil para su funcionamiento.
*Lea: CDI de San Felix usa carretillas para trasladar a pacientes
De acuerdo con el relato de una enfermera, que pidió se reservara su identidad, son más de 15 días que padecen esta situación, en medio de la peor crisis eléctrica del país, que se traduce en noches enteras sin servicio eléctrico.
«Es una situación que causa molestia y preocupación. Anoche fue una de las peores que pasamos en nuestro hospital. Con la incomodidad de no poder atender a los pacientes como es debido, de no prestar el servicio de calidad. Es una situación precaria: la luz se fue anoche a las diez y media y entregamos esta mañana la guardia a las siete y pico, y todavía no había sido restablecido el servicio», precisó.
Otra enfermera añadió que las autoridades deberían darle prioridad a los servicios de salud, sobre todo, en la emergencia médica generada por la covid-19.
Táchira, así con Zulia, han sido de las regiones más golpeadas por la crisis económica y el colapso de los servicios públicos que ocasionó la revolución bolivariana. Desde el año 2009 está sometida a racionamiento eléctrico y desde el 2012 a regulaciones de combustible.
*Lea: Tachirenses atraviesan la cuarentena entre apagones y escasez de combustible y gas
Salud sin respuestas
«Es triste que las personas se acerquen a nuestros centros de salud a pedir nuestra ayuda porque se sienten mal o padecen alguna enfermedad crónica que amerita atención urgente y se encuentren esta circunstancia. A uno le reclaman, pero uno qué puede hacer», dijo.
Ante esta contingencia exhortan a las autoridades locales, regionales o nacionales, gestionar lo del combustible para las plantas eléctricas, puesto que, -aseguran- a menudo, niños y ancianos necesitan terapias de nebulización y al no contar con fluido eléctrico, no se les puede aplicar, lo que supone un riesgo para sus vidas.
Reseña: La Nación