Sin un plan concreto y con pocas dosis, Venezuela inicia vacunación contra la covid-19
Con las dosis a aplicar en la primera fase de vacunación contra el coronavirus sólo se cubriría el 10% de los trabajadores de la salud del país, que según estimaciones del presidente de la Academia Nacional de Medicina suman unos 500.000 en los sectores público y privado
Desde marzo de 2020, Venezuela entró en cuarentena por la pandemia de coronavirus. A medida de que pasaban los meses, laboratorios y farmacéuticas británicas, chinas y rusas empezaron a desarrollar el antídoto para la enfermedad. Mientras tanto, Nicolás Maduro, por allá por agosto de ese año, se jactaba al decir que sería el primer venezolano en ser vacunado con la Sputnik V -la fórmula desarrollada por Rusia- y que, después de él, «iremos vacunando al personal sanitario, a las personas mayores, a las personas con algún padecimiento».
Pero ni Maduro fue el primero en vacunarse ni el personal de salud es prioridad. Seis meses después de ese anuncio, no sólo no se ha hecho público un plan de vacunación nacional concreto que establezca los lineamientos para ese proceso -si es que existe alguno-, sino que diputados y militares pasaron a ser entonces población preferencial.
El mandatario venezolano informó el miércoles 17 de febrero que al día siguiente iniciaría la primera fase de inoculación con las 100.000 primeras dosis que llegaron al país desde Rusia, el sábado 13 de ese mismo mes. Pero esa cantidad no alcanza para las 14.000 miembros de las brigadas de visita casa por casa de Somos Venezuela que según el gobierno existen en el país, o funcionarios policiales que pretende incluir en esta etapa. Con ese cargamento, apenas, según dijo a TalCual el exministro de Salud Félix Oletta, cubrirían el 10% de la población de los hospitales venezolanos, que actualmente, de acuerdo con la Academia Nacional de Medicina, alcanza las 300.000 personas en la parte pública y 200.000 en la privada.
Oletta aseguró que no puede haber grupos privilegiados por razones políticas al momento de vacunas, pues considera que «desde ese momento usted genera discriminación de la población». El orden de prioridades debe sujetarse a los principios de salud pública. De allí a que considere que » la condición de diputado no es un criterio» para entrar en los primeros grupos de población a recibir el antídoto.
A propósito de eso, el subdirector de la Organización Panamericana de la Salud, Jarbas Barbosa, dijo que, pese a que su recomendación es que se vacune primero al personal sanitario por ser los más expuestos, «la decisión final la tiene cada país. Ellos son soberanos en cuanto a cómo va a ser su estrategia de vacunación».
Para septiembre de 2020, Venezuela despuntaba como el país de América Latina con la tasa de mortalidad más alta dentro del gremio de salud. De hecho, la Federación Médica señalaba entonces que el 30% del total de muertos a causa de coronavirus era personal sanitario. En ese momento, Douglas León Natera, presidente de la organización, registraba 155 fallecimientos de doctores y enfermeras a causa del virus. Ya el 13 de febrero de 2021 esa cifra se ubica en 338.
¿Qué se necesita para el plan ideal?
Aunque en un principio se había dicho que la Sputnik llegaría en forma liofilizada (seca), las dosis que arribaron requieren ser refrigerada a -18 grados centígrados, de acuerdo con lo informado por el ministro de Salud, Carlos Alvarado.
📢 #18Feb | Carlos Alvarado, ministro de Salud de Maduro, estimó que este año se logre inmunizar el 70% de los venezolanos.
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— Servicio de Información Pública (@infopublicave) February 18, 2021
Pese a lo asegurado por Alvarado, el virólogo e investigador del Instituto Venezolano de Investigaciones Científicas (IVIC), Héctor Rangel, afirmó que la vacuna rusa se adapta a las condiciones climáticas que tiene Venezuela. «La vacuna es una vacuna de ADN que le confiere un poco más de estabilidad en nuestras condiciones ambientales», por lo que considera que una cava a cuatro grados sería suficiente para mantenerla estable, lo que favorece su distribución y manejo, dijo Rangel en entrevista concedida a Unión Radio.
Sea como sea, los hospitales necesitan contar con refrigeradores de buen desempeño que sean capaces de conservar las vacunas a las temperaturas exigidas, además de plantas eléctricas que puedan garantizar el funcionamiento de los mismos aún cuando falle el servicio eléctrico. Sin embargo, el sistema de salud venezolano, ya golpeado por la crisis humanitaria, ni siquiera cuenta con guantes o tapabocas para hacerle frente a la pandemia.
«El país tiene muy pocos refrigeradores. Unicef tiene equipos que seguramente van a ser utilizados, pero igual, si los hospitales no tienen refrigeración no se puede trasladar la vacuna. No ganan nada llevándola a Maracaibo o Táchira si allá no cuentan con los equipos. Preservar la vacuna es lo primero que debe hacerse. Una vez que se tiene la cadena de frío es que la puedes ofrecer, no al revés, porque se va a concentrar un enorme número de personas y el problema logístico va a ser muy grande», refirió Oletta sobre cómo sería la vacunación ideal en Venezuela.
En tal sentido, señaló también que debería existir un sistema computarizado, para así llevar un registro ordenado de los vacunados. Explicó que la vacuna tarda siete minutos en descongelarse, en «volverse líquido» y que el vial, que tiene cinco dosis, medio mililitro para cada paciente, debe aplicarse en los próximos treinta minutos luego de descongelada, o sino se estarían perdiendo las dosis. «Eso no puede fallar, tiene que estar todo ensayado», recalcó.
El reto es garantizar la segunda dosis
En un comunicado emitido el 13 de febrero por la Academia Nacional de Medicina, se estableció que para poder interrumpir la transmisión de coronavirus en el país es necesario que se vacune, como mínimo, al 70% de la población mayor de 16 años. Eso significa que se necesitan 30 millones de dosis, dos por persona, para cumplir con todo el esquema.
Si bien la administración de Nicolás Maduro dice haber pagado 200 millones de dólares a Rusia para comprar 10 millones de vacunas, aún no se sabe cuándo llegarían al país esas dosis; máxime tomando en cuenta que la propia administración de Vladimir Putin reconoce que el país no está en capacidad de satisfacer la demanda mundial de la Sputnik V.
Tampoco se saben cuando llegarían las vacunas que se pretenden adquirir a través del mecanismo Covax de la Organización Mundial de la Salud, que dijo tenía reservados para Venezuela al menos dos millones de dosis, pero que las entregarían una vez se pague la deuda de 18 millones de dólares que tiene con el Fondo Rotatorio para la Compra de Vacunas de la OPS.
Boletín de la Academia de Medicina sobre vacunas covid-19 by TalCual on Scribd
Ante este escenario, lo dicho por la Academia de Medicina se vuelve cada vez más preciso. «La implementación del plan enfrenta limitaciones de logística, distribución y operatividad, incluyendo la preparación de recursos humanos, así como también el monitoreo y supervisión de las coberturas y seguimiento de las personas vacunadas».
Enrique López Loyo, presidente de esa institución, aclaró además que, por ejemplo, si se aplicó al paciente una primera dosis de la vacuna Sputnik V, la segunda dosis no puede ser de una formulación diferente, es decir, no pudiese ser de Pfizer, Moderna, o cualquier otra.
«Las formulaciones de vacunas son únicas para una primera y segunda fase, que es de reforzamiento, y generan una cobertura sumatoria. A los 21 días de haberse puesto la segunda dosis se puede cuantificar una efectividad del 91% de formación de anticuerpos. No es correcto que existan formulaciones distintas en tiempos distintos. El uso de mecanismos cruzados puede llevar a muchos efectos colaterales, alergias e incluso la muerte del paciente», detalló López Loyo.
De censos y censados
Janeth Fuentes, doctora que trabaja en una clínica privada del estado Vargas, dijo que a su lugar de trabajo había ido personal del Ministerio de Sanidad a censarla para tener un registro al momento de empezar con la vacunación. Contó que eso ocurrió a mediados de enero, y que un mes después aun no la habían contactado ni dado mayor información sobre ello. Desconoce cómo será la jornada de vacunación del personal de salud.
TalCual indagó al respecto y pudo conversar con una vocera de la gobernación de la entidad costera, quien prefirió mantenerse en el anonimato por razones de seguridad, y aseguró que en el lugar se hizo un censo, por orden del Ministerio de Salud, a cada ente empleador: gobernación, alcaldía, sanidad, seguro social y clínicas privadas.
En su caso, por estar en la parte de recursos humanos de esa institución, tuvo que censar al personal de los centros de salud adscritos a la gobernación. Espera que el máximo órgano regulador les envíen los números del total de personas a vacunar, pues ya le facilitaron los datos hace más de 20 días.
En las últimas semanas se ha conocido de otros hospitales capitalinos en los que también han realizado censos. Recientemente, según reseñó el portal Crónica Uno, en el Hospital de Los Magallanes de Catia se hizo un censo a comienzos de febrero, pero los trabajadores tampoco saben cuándo los vacunaran. Ni chismes de pasillos hay para que ellos estén informados al respecto.
También hacia el oeste de Caracas, en el hospital de Lídice, hicieron un censo. Blanca Morales contó a TalCual que la censaron hace no más de 15 días, pero que le dijeron que sería una de las últimas en vacunar porque había tenido síntomas de gripe. Ya sabía de antemano, antes de que Delcy Rodríguez lo hiciera público, que la primera fase de vacunación comenzaría en el hospital centinela Victorino Santaella.
«La vacunación va a empezar por el Santaella y después en sanidad. Luego nos dijeron que iban a ir a vacunar a la gente de los ministerios y de último los que quedan por fuera», aseguró Morales.
Según comentó, el censo incluye preguntas como edad, nombre completo, si tenía algunos padecimientos previos como diabetes, hipertensión, etc., y cuál es su ocupación real en el centro de salud. Esto para priorizar dentro del mismo personal de salud la administración de fármaco inmunizador.
Sobre eso, Félix Oletta consideró importante organizar a la población de los hospitales de acuerdo al criterio de riesgo que supone su ocupación. Piensa que los primeros del personal de salud en vacunar deben ser las personas que están directamente ligadas a cuidados intensivos, áreas de aislamiento y hospitalización; algo en concordancia con el «plan» de vacunación que anunció Delcy Rodríguez este 18 de febrero.
«Los primeros en vacunar serán los que están en unidades de cuidados intensivos, unidades de triajes respiratorios, áreas de hospitalización de covid-19, áreas de emergencia, laboratorios que realizan pruebas moleculares y al personal de transporte de los pacientes con complejos respiratorios», dijo la funcionaria.
Autoridades del régimen de Maduro informaron que en Caracas serán inmunizados 11.000 trabajadores de la salud con la vacuna rusa Sputnik V. Video cortesía. #TVV #TVVNoticias pic.twitter.com/FuBFGUSimV
— TVV Noticias (@TVVnoticias) February 18, 2021
En la misma alocución pública en la que Rodríguez informó esas especificidades, comentó también brevemente en cuáles estados se iniciaría esta primera fase, pero no ahondó más en cuanto a las capacidades del sistema de salud para realizar un despliegue tan grande como el que requiere una vacunación masiva.
«Todo eso se hace con una organización y planificación que se da a conocer y se divulga, no es a través de un mensaje de texto ni de una declaración apurada diciendo mañana vamos a vacunar, porque la gente no sabe», puntualizó el exministro de Salud.
Chile, referente de vacunación en Latinoamérica
A diferencia de países como Chile, en Venezuela se dijo el mismo día que se empezó a vacunar cuáles serían los estados que a incluirse en el arranque del programa. Esta etapa de inicio durará dos semanas y se inmunizará a personal de salud sólo de Distrito Capital, Miranda y Vargas. Una vez pase ese período se extenderán las jornadas de vacunación a todo el territorio nacional. Aún no se sabe cómo será la distribución a zonas de más difícil acceso.
En la nación vecina, el gobierno creó una campaña de comunicación llamada «Yo me vacuno». Hicieron una página web en la que informan todo lo que necesitan saber sus ciudadanos para tener confianza en la vacuna, así como el calendario con los días en que cada persona puede ir a recibir su dosis dependiendo de su edad y del ramo de trabajo al que pertenecen.
Adicional a eso, publicaron una lista de los espacios, estadios por ejemplo, que fueron habilitados para suministrar las vacunas. En algunas municipalidades de las afueras de la ciudad hasta enviaron autobuses para movilizar a los ciudadanos hasta los puntos más cercanos de vacunación.
Diariamente se actualiza la cantidad de vacunados de esa jornada y también el total. Mientras eso ocurre en otros países del continente, en Venezuela no se ha dicho qué puntos de vacunación se habilitarán o en donde. Sólo se han dado estimados de personal de salud a inocular: 11.000 en Caracas y siete mil en Miranda.