Aumenta a 3.600 cifra de fallecidos tras terremotos en Turquía y Siria
Un sismo de magnitud 7,8, seguidos de fuertes réplicas, sacudió el sur de Turquía y el norte de Siria, causando cientos de muertos y miles de heridos así como importantes daños, según los primeros balances
Según datos facilitados por las autoridades gubernamentales de Turquía y Siria, así como los «cascos blancos» —que se ocupan de la ayuda humanitaria en zonas opositoras sirias—, la cifra de muertos productos de la sucesión de sismos en la región se eleva a más de 3.600 personas, citó Europapress.
En Turquía, el número de muertos fue de 2.316, según la Autoridad de Gestión de Desastres y Emergencias de Turquía (AFAD), y 13.200 personas resultaron heridas. Mientras que en Siria se registran al menos 1.293 personas fallecidas, según cifras del gobierno de Damasco y rescatistas en la región noroccidental controlada por insurgentes.
Más de 6.200 edificios se derrumbaron totalmente en distintas regiones de Turquía o resultaron seriamente afectados, lo que deja prever una balance mucho más grave. El temblor se sintió a las 4:17 am (hora local) y se produjo a una profundidad de 17,9 kilómetros, según el Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS).
El epicentro se situó en el distrito de Pazarcik, en la provincia de Kahramanmaras, en el sureste de Turquía, a unos 60 km de la frontera siria.
El movimiento telúrico se sintió también en el Líbano, Chipre, Jordania, Armenia, Irak y Georgia.
Las malas conexiones a Internet y las carreteras dañadas entre algunas de las ciudades más afectadas del sur de Turquía, hogar de millones de personas, obstaculizaron los esfuerzos para evaluar y abordar el impacto del desastre.
Se esperaba que las temperaturas en algunas áreas cayeran casi bajo cero durante la noche, lo que empeoraría las condiciones de las personas atrapadas bajo los escombros o que quedaron sin hogar. La lluvia cayó el lunes después de que las tormentas de nieve azotaran el país el fin de semana.
Debido a la hora en que ocurrió el sismo, de madrugada, la mayoría de la gente estaba durmiendo en sus casas.
«Mi hermana y sus tres hijos están bajo los escombros. También su marido, su suegro y su suegra. Siete miembros de nuestra familia están bajo los escombros», explicó a la AFP Muhittin Orakci, mientras presenciaba las operaciones de rescate delante de un edificio en ruinas en Diyarbakir.
«Su hermana sigue bajo los escombros», dijo una mujer señalando a otra víctima desconsolada en la misma localidad.
Por seguridad, se cortó el gas en toda la zona, por las réplicas y por temores a que se produjeran explosiones.
Este sismo es el más importante en Turquía desde el terremoto del 17 de agosto de 1999, que causó 17.000 muertos, un millar de ellos en Estambul.
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El segundo sismo fue lo suficientemente grande como para derribar más edificios y, al igual que el primero, se sintió en toda la región, poniendo en peligro a los rescatistas que luchan por sacar a las víctimas de entre los escombros.
En la ciudad siria de Jandaris, controlada por los rebeldes, en la provincia de Alepo, un montículo de hormigón, varillas de acero y bultos de ropa yacían donde una vez estuvo un edificio de varios pisos.
«Había 12 familias allí abajo. No salió ni uno solo. Ni uno», dijo a Reuters un joven delgado, con los ojos muy abiertos en estado de shock y la mano vendada.
Raed al-Saleh de los Cascos Blancos sirios, un servicio de rescate en territorio controlado por rebeldes conocido por sacar a personas de las ruinas de edificios destruidos por ataques aéreos, dijo que estaban en «una carrera contra el tiempo para salvar las vidas de aquellos bajo los escombros».
Buscando supervivientes en Turquía
Según el vicepresidente turco, al menos tres de los aeropuertos del área afectada, Hatay, Maras y Gaziantep, fueron cerrados al tráfico
La nieve y las tormentas que azotan la región impedían el tráfico en otros aeropuertos, incluido el de Diyarbakir, constató la AFP.
«Escuchamos voces aquí y allá. Pensamos que tal vez 200 personas se encuentran entre los escombros», declaró un rescatista en Diyarbakir, según una transmisión de la cadena NTV.
Algunas imágenes en la televisión turca y redes sociales mostraban a personas asustadas en pijama, deambulando entre la nieve, mientras observaban a los rescatistas buscar entre los escombros de sus casas.
La televisión NTV indicó que había edificios caídos en las ciudades de Adiyaman y Malatya.
En tanto, la televisión estatal siria informó del colapso de un edificio cerca de Latakia, en la costa oeste de ese país.
Medios progubernamentales señalaron que varios edificios colapsaron parcialmente en Hama, centro de Siria, donde bomberos y rescatistas intentaban sacar superviviente de entre los restos.
Raed Ahmed, jefe del Centro Nacional de Monitoreo Sísmico de Siria, dijo a una radio oficial que este fue «históricamente el mayor terremoto registrado».
«Nuestros equipos están en estado de alerta para socorrer a los supervivientes», tuitearon los cascos blancos sirios, un equipo de socorristas de las zonas rebeldes en Siria.
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Ayuda internacional
También en Turquía, el ministro del Interior, Suleyman Soylu, declaró que «todos nuestros equipos están en alerta», e hizo un llamado por ayuda internacional.
Azerbaiyán, país afín a Turquía, anunció el envío inmediato de 370 rescatistas, según la agencia oficial turca.
Estados Unidos, la Unión Europea, Francia, Italia, Alemania e Israel también comunicaron que enviaban equipos de emergencia.
Turquía está situada en una de las zonas sísmicas más activas del mundo. Expertos llevan tiempo advirtiendo que un sismo de gran magnitud podría devastar Estambul, que ha permitido construcciones generalizadas sin precauciones.
Un terremoto de magnitud 6,8 sacudió Elazig en enero de 2020, matando a más de 40 personas. Y en octubre de ese mismo año, otro de magnitud 7,0 sacudió el mar Egeo, causando 114 muertos y más de 1.000 heridos.
Con información de Reuters y RFI