Soberanos repatriados
La cifra de repatriados es tanto o más insignificante que los montos en las cuentas bancarias tras la entrada en vigencia del bolívar soberano: apenas representa el 0,02% de la cantidad venezolanos en Perú
El gobierno que encabeza Nicolás Maduro ha querido presentar como todo un logro el retorno de 89 compatriotas procedentes de Perú, quienes supuestamente habrían contactado a las autoridades consulares en ese país para solicitar ayuda para regresar a la patria tras no haber conseguido concretar la promesa de un futuro mejor.
Las propaganda creada para dar a conocer el llamado plan «Vuelta a la patria» (nombre que le queda demasiado grande a esta pantomima) da cuenta de los tratos vejatorios que sufrieron los coterráneos en tierra inca, a la que emigraron huyendo de una crítica situación económica que, para su desgracia, ha empeorado dramáticamente durante su ausencia, y no muestra visos de mejora pese a las incansables promesas del Ejecutivo.
Detalle que Miraflores no tomó en cuenta es que la cifra de repatriados es tanto o más insignificante que los montos en las cuentas bancarias tras la entrada en vigencia del bolívar soberano: apenas representa el 0,02% de la cantidad venezolanos que hacen vida en Perú, cuya Oficina de Inmigración estima en unos 400.000.
Y los ceros a la izquierda aumentan si se toma en cuenta los aproximadamente 4 millones de compatriotas que, de acuerdo con datos estimados por expertos en el tema, han abandonado el país en los últimos 8 años.
Quizás en el alto gobierno deberían tomar en medir el real impacto de las escuálidas -y aquí si cabe la palabra- cifras de repatriaciones, cuya base de cálculo parece tener al petro como punto de partida.
Por cierto, las agónicas arcas públicas tuvieron que soportar los gastos del traslado desde Lima de los 89 venezolanos deseosos de regresar a la destruida patria, cuyo monto ronda los 60.000 dólares.