Socialismo de espanto y brinco, por Tony Rivera Chávez
(Del delator al aprovechadorcito)
En la década de los sesenta del siglo pasado cuando se estructuró un movimiento revolucionario armado cuyo objetivo era la toma del Poder a través de la lucha violenta surgió el enemigo interno más dañino que los aparatos represivos gubernamentales. Fue el “sapo” delator quien por diferentes medios sucumbió ante el enemigo y en especial por las torturas pero además desde las alabanzas y ofertas monetarias para sacarlo del contexto de la lucha y convertirlo en miserable a la orden de las fuerzas armadas Estatales. Esta dinámica trajo aparejada el odio a muerte al traidor. Estos personajes en fin de cuentas fueron determinantes para la derrota y exterminio de Frentes, destacamentos y Unidades de Base del Ejercito Popular que de por si era escuálido.
Sin embargo a consecuencia de estas frustraciones se siguieron otras vías para la Toma del Poder y así en este siglo XXI hemos llegado al tan esperado gobierno de izquierda socialista el cual se apareció de golpe y porrazo como oferta de una extraña vanguardia donde los trabajadores nunca han figurado al menos que sea como si se tratara de una película de Tarzán para cargar bojotes. Y claro como un socialismo sin trabajadores en su construcción es como una mazamorra sin masa apareció algo parecido al “sapo” que no es otro que el aprovechadorcito que lleva además algo de renacuajo en sus sentimientos y también de carácter maligno para la transformación social que suele convertirlo todo en negocio “revolucionario” cosa que han logrado realmente con eficacia. El aprovechador se comporta como un bandolero que no solo persigue al trabajador y sus valores sino que se erige en torturador sistemático creando cárceles de horrorosos métodos donde aplican las técnicas más sofisticadas para tratar de enterrar la voluntad libertaria de los opositores llevándolos a celdas de olvidos para dejar clara su rostro criminal porque ¿Quién con espíritu democrático y en práctica revolucionaria se presta para el aniquilamiento del hombre libre? Solo los tiranos se conforman para este tipo de tareas atentatorias contra los Derechos Humanos que son conquista universal del hombre moderno.
Es evidente la intención dictatorial cuando la persecución se hace sistemática, abusiva y clasista. La nueva oligarquía burocrática en ese aprovechamiento de los Poderes asaltados con las triquiñuelas copiadas desde otros mundos existentes ,decadentes o desaparecidos, nos da una idea de cómo estos aprovechadores del socialismo no son otra cosa que “estafadores” cuando han degenerado el tal sistema democrático popular en burocratismo donde los “explotadores” del cuento de cuartel le arrebatan al pueblo sus decisiones bajo el criterio de ser estos los amantes de la Patria para declarar como traidores a quien ose llevarles la contraria en la aplicación de estos procedimientos de eliminación de la verdad. Quien les señale sus pasiones por los valores mercantiles del mercado capitalista y su dependencia emocional de estos centros de Poder ajenos a la geografía nacional reciben en el mejor de los casos una ración de insultos para ubicarlos en una derecha inexistente cuando ellos se estructuran en espacios sin tiempos apegados al renacer de una oligarquía feudal esclavista cuando le niegan a la fuerza del trabajo su ruta natural al ascenso hacia la comodidad, la modernidad y la justicia. Hasta le han eliminado los sindicatos libres y los contratos colectivos logrados desde la lucha y nunca por dádiva fácil desde el Poder.
El caso es que el esperado triunfo de la izquierda radical ha tenido como enemigos no ya el demostrado fracaso económico al aplicar recetas donde esencialmente se obstruye la libertad económica y las leyes del mercado sino que desde su propia esencia burocrática por ser un sistema Estatal se auto envenena y como se sabe el veneno a la larga mata para ser lo peor de lo mismo. Corrupción, hambre y represión pa’l pendejo.
Venezuela hoy opta por sacudirse los “aprovechadorcitos” lo cual no parece ser fácil porque son más malos que tabaco verde como diría un aficionado al vicio del cigarrillo.