Sociedad de Pediatría denuncia brote de sarampión en varios estados del país
El presidente de la Sociedad Venezolana de Pediatría y Puericultura, el médico pediatra Huníades Urbina, explica que la falta de vacunación en la población infantil ha permitido que aumente la cantidad de casos de un padecimiento que había desaparecido. Y el Ministerio de Salud hace silencio
Autor: Víctor Amaya | @victoramaya
Diciembre de 2017 cerró con 10 casos sospechosos de sarampión en Caracas. Cuatro de esos fueron confirmados por el Instituto Nacional de Higiene Rafael Rangel, según reportó El Nacional la primera semana de enero. El Estímulo confirmó 12 casos una semana después en la capital.
-El país ha tenido brotes epidémicos de zika, chkungunya, malaria. Ahora comienza 2018 con casos de sarampión, y sin suficientes vacunas. ¿Qué condiciones ayudan a que se expanda el brote?
-El sarampión es una enfermedad transmisible sobre todo por la saliva, por los estornudos del paciente contaminado. Teníamos como 8 o 9 años sin sarampión. Incluso se recibió un certificado de la OMS (Organización Mundial de la Salud) como país libre de sarampión. Pero comenzó un brote en Bolívar, y hay disminución de la protección con vacunas. La trivalente viral se le debe poner a todos los niños a partir de los 10 meses de edad. Entonces apareció un brote y si no haces un cerco epidemiológico, se hace prácticamente indetenible. Por eso ya tenemos 8 o 9 estados que están reportando casos de sarampión.
-¿Cómo detectar el sarampión?
-El diagnóstico es por clínica y por epidemiología. Si usted tuvo contacto con una persona con sarampión, probablemente presentará la sintomatología. El sarampión puede pasar en niños y adultos sanos como un cuadro respiratorio, una gripe, pero en la mayoría de los casos aparece una erupción en la piel muy característica porque comienza desde el centro del cuerpo y la cara hacia los brazos y las piernas. Además, en los niños puede haber lagañas, secreciones por conjuntivitis y unos punticos en el paladar. En algunos pacientes puede pasar desapercibido sin mayor afectación de la piel y solo se sabe si es sarampión por serología que se hace en sangre.
-¿El sarampión puede causar otras complicaciones?
-Afortunadamente es una enfermedad, en la mayoría de los casos, benigna. El problema es en pacientes que tengan algún tipo de inmunosupresión, como niños con VIH o adultos transplantados. En caso de desnutrición puede ser mortal, y en Venezuela sabemos que tenemos cifras de desnutrición altas. Normalmente es una enfermedad viral benigna que pasa de 3 a 5 días, pero en casos particulares puede llevar a la muerte.
-¿Qué significa que en el siglo XXI haya un brote de sarampión?
-Un atraso y un retroceso en salud pública. Los brotes actuales de difteria, fiebre amarilla, sarampión y tosferina, son todas enfermedades prevenibles con vacunas. Quiere decir que estamos tan mal que ni siquiera tenemos cómo prevenir lo más fácil de evitar. Al no tener vacunas, se nos enferma la población de todas estas cosas, y además -porque no se han ido- tenemos chikungunya, dengue y una cantidad de cosas que pueden ser controladas con medidas ambientales y vacunas. Estamos viendo la reaparición de enfermedades que estaban controladas.
-¿Cuál ha sido la respuesta del Estado? En diciembre se habló de operativos de vacunación contra el paludismo.
-Ninguna. Y desde la Sociedad Venezolana de Pediatría hemos enviado comunicaciones al Ministerio, la Fiscalía, la Defensoría del pueblo, haciendo la alerta y poniéndonos a la orden como sociedad científica para trabajar en buscar soluciones al problema, y no hemos visto ninguna intención de que esto se solucione, lastimosamente.
-¿Nos estamos convirtiendo en una suerte de sociedad hipocondríaca que, a sabiendas que no hay medicinas ni vacunas, tememos enfermarnos de todo?
-Claro, porque en los casos de brotes o epidemias lo primero que tiene que hacer un Estado serio es dar información a la población. Eso está escrito en las normas de la OMS. Usted no puede dejar al libre albedrío a la gente. Eso produce mayor angustia porque quizá el Ministerio quiere con su silencio hacer pensar que todo está bien. Hay que informar a la gente para que se proteja, sepa si puede contaminarse o no. En este país lo primero que falla, además de todos los procesos de salud, es la información seria, oportuna y veraz para que la población esté clara y sepa qué puede esperar.
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