Sólo quiten 3 ceros a los precios, por Jesús Silva R.

Autor: Jesús Silva R. | @Jesus_Silva_R
Quiten 3 ceros a los precios y dejen 3 ceros a los precios. No importa si usted apoya al gobierno chavista como fervorosamente lo hago yo, o si usted prefiere respaldar a la oposición, porque realmente este tema va más allá de una confrontación partidista y debe usted reconocer que mi propuesta (título de este escrito) sería una medida monetaria maravillosa y capaz de rescatar rápidamente a millones de venezolanos trabajadores que sufrimos el deterioro acelerado de nuestro poder adquisitivo en años recientes, pero sobre todo en los últimos seis meses de manera muy violenta (ver ascenso brutal del dólar paralelo en de octubre 2017 a marzo 2018).
Por ejemplo, el obrero Juan Bimba gana en marzo de 2018 un sueldo mensual aproximado de Bs. 1.500.000, y con esto compra un kg de pollo a Bs. 750.000. Ya con 2 kgs de pollo se gastó todo lo que ganó en un mes (sirva el pollo como ejemplo válido para otros alimentos que son fuente esencial para la nutrición del ser humano, especialmente los niños). Matemáticamente hablando no le mentimos al pueblo de a pie ni nos auto engañamos, Juan Bimba en 2018 trabaja 30 días y solamente tiene presupuesto para comer 3 días. Todo el mundo sabe que tener acceso a alimentos a precio regulado implica dificultades como colas kilométricas, o gente a quien no le llega el CLAP con la frecuencia debida, etc.; razón por la cual muchos debemos ir al mercado privado o comprarle al bachaquero para poder alimentar a nuestros hijos. El gobierno nacional trabaja enérgicamente por superar estas dificultades, pero todavía falta lograr más.
Sin embargo, si el Estado mantiene los tres ceros del sueldo como está hoy y le quita tres ceros a los precios solamente, entonces Juan Bimba, usted y yo podremos comprar pollo, carne, arroz, harina de maíz, leche, caraota, aceite, etc. Aunque esta medida sea fantasiosa y ciertamente no será aplicada en condiciones normales, lo importante es destacar que antes de la llamada Guerra Económica, la familia venezolana, con marido y mujer trabajando, tenía capacidad económica de comprar con su sueldo mensual la cesta básica para alimentar a sus hijos correctamente. Es decir, un consumo diario de proteínas y carbohidratos acorde a lo saludable según lo establecido internacionalmente por organismos especializados como FAO.
Toda Venezuela coincide en que hay que recuperar la seguridad alimentaria (artículo 305 constitucional) esto significa, básicamente, que al pueblo no le falten nunca los alimentos. Y digo yo, debemos avanzar a la soberanía alimentaria, lo que se traduce en que la mayoría de los alimentos sean de producción nacional y esté garantizado el abastecimiento sin necesitar importaciones ni convertir la moneda nacional en divisa extranjera o criptomoneda para adquirir productos de afuera.
Sólo en una economía libre de corrupción, el interés popular predomina sobre la ganancia de grupos empresariales. Únicamente es posible consolidar la soberanía alimentaria mediante la industrialización del país. Industrializar es instalar en territorio venezolano un gran número de empresas eficientes en diversas áreas, así como activación de fuerzas humanas productivas en su máximo nivel en el marco de una economía diversificada.
Accesibilidad, disponibilidad, calidad y variedad de productos para satisfacer la creciente demanda alimentaria son principios esenciales en esta materia. La alimentación es un derecho humano vital que puede decidir el destino de los pueblos, gobiernos y la estabilidad democrática. Dicho de otro modo, la comida es un factor de poder político estratégico que jamás puede estar subordinado a los intereses del mercado capitalista ni de élites neo burguesas infiltradas carcomiendo las entrañas del Estado revolucionario.