Soltar las cadenas injustas, por Saúl Jiménez Beiza
X: @sauljimenezbei1 | Instagram: @sajidb47
Hay un tema en nuestro país que es un poco escabroso de abordar como es el caso de la trata de personas lo cual se ha venido incrementando progresivamente sin que hasta los momentos no haya una política de estado lo suficientemente funcional que permita detener el crecimiento de tremendo flagelo y luego lograr su erradicación.
Debo empezar por señalar que hasta los momentos no existe estadística oficial sobre la problemática y solo se manejan cifras no científicas que corroboren la problemática, en el caso, según cifras de la ONG Cepaz del 2021 existían 50 millones víctimas de este flagelo en el mundo y Venezuela paso a ocupar el primer lugar en el mundo con un cálculo de que 9.5 personas por cada mil habitantes son víctimas de esclavitud moderna, eso significa que si Venezuela tiene 29 millones de habitantes, el 0,95% ha sido víctima de la trata de personas.
Si bien es cierto que desde el Estado se ha venido realizando un esfuerzo en función de mejorar las condiciones de las mujeres ante la Violencia Basado en Género y se han aprobado leyes y reglamentos muy importantes, es necesario señalar que el flagelo va mucho más allá de la VBG y que en los actuales momentos el problema radica en la trata de personas de diversos géneros, edades, condiciones, etc. Lo cual traspasa la respuesta con dichas leyes y mas aún que los sectores más desfavorecidos en particular las mujeres que viven en la pobreza, las mujeres con discapacidad, las mujeres migrantes y las mujeres rurales, no tengan conocimiento de sus derechos en virtud de la Convención ni de los recursos de que disponen para reclamarlos.
Indudablemente la trata de personas o esclavitud moderna se hace más fácil que se concrete en los sectores mas vulnerables, en peores condiciones económicas y de capacitación por cuanto no son conocedores de sus derechos y que además están muy apartados de los órganos del gobierno que hacen frente a esta situación, igualmente se debe revisar los conocimientos que tienen los funcionarios de los cuerpos policiales sobre el particular.
Es muy grave que en sectores muy concurridos de las diversas ciudades exista la trata de personas por explotadores sexuales o laborales a los ojos de funcionarios policiales sin que uno vea la acción contundente para frenar la acción, mas grave aun cuando las personas tratadas son menores de edad, para muestra un botón: vayan a la Av. Lara c/c Av. Las Ferias de Valencia y sus alrededores, podrán observar como hay menores de edad vendiendo su cuerpo y el proxeneta anda muy campante por la zona protegiendo su «inversión».
Entre los fines de la trata de personas (según trabajo publicado por Caritas Venezuela) están los siguientes: 1) Explotación sexual, particularmente de mujeres, adolescentes y niñas. 2) Trabajo esclavo. 3) Explotación laboral y servidumbre. 4) Extracción y comercio de órganos o tejidos humanos. 5) Reproducción humana. 6) Reclutamiento forzado por parte de grupos armados. 7) Mendicidad forzada. 8) Matrimonio forzado y servil.
Indudablemente que para llegar a ello los actores utilizan una serie de mecanismos para la captación, el traslado y ocultamiento para lo cual utilizan la coacción, el fraude, el engaño, las amenazas o el uso de la fuerza, manejar la vulnerabilidad de la victima o ofrecer pagos, el rapto y todos los elementos necesarios para obtener ganancias lo cual conlleva a irrespetar la dignidad humana de la persona víctima, como cristianos debemos estar atentos ante este flagelo.
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Debemos abrir nuestro corazón para la solidaridad con las personas victimas de la trata que nos permita acompañar para su reinserción en la sociedad y que por el contrario no vayan a ser rechazadas, ignoradas, penalizadas (ya pagaron la pena en su sufrimiento), tratando por todos los medios de que no las conviertan en chivos expiatorios por las actividades degradantes a las cuales fueron sometidas. Es importante señalar que el 42% de las victimas son mujeres, un 35% son menores de 18 años (18% niñas y 17% niños), 23% hombres.
“Si cerramos nuestros ojos y oídos, seremos cómplices de la trata”. “abrir los ojos y los oídos, reconocer la dignidad de cada persona y actuar contra la trata y contra toda forma de explotación”. Papa Francisco hace a toda la humanidad un llamamiento contra la trata de personas. Feb. 2024.
Saúl Jiménez es presidente de la asociación civil Casa del Nuevo Pueblo-Carabobo/CESAP.
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