Stalin González: La mesita es la negociación que el régimen quería
El parlamentario Stalin González asevera que para lograr un cambio político es necesario que la presión sea en todos los flancos, y que incluya hablar con el chavismo de base para explicarle su propuesta
El segundo vicepresidente de la Asamblea Nacional fue uno de los principales emisarios del gobierno interino de Juan Guaidó, reconocido como mandatario encargado de Venezuela por 54 países, durante el proceso de negociaciones con el régimen de Nicolás Maduro y donde el reino de Noruega participó como mediador.
El 7 de agosto, las negociaciones entre ambos factores políticos, que se realizaban en Barbados, se paralizaron por el reclamo de Maduro ante nuevas sanciones de Estados Unidos, uno de los puntos que se tocaba en la negociación.
González explica que eso fue una «excusa» de Maduro pues ya se estaba en el momento de tomar decisiones en base a la propuesta que entregó la oposición. «Con los noruegos hemos tenido contacto pero no hay indicio de que el régimen quiera acuerdo».
-Ustedes entregaron una propuesta sobre la cual Maduro debía responder. ¿Qué hace falta para que digan ‘hasta aquí llegamos y seguimos con nuestro camino’?
-Nosotros estamos siguiendo con nuestro camino. Hay que entender que la negociación es una herramienta y no un fin en sí mismo. Eso está ahí, pero no es ni será el centro de la política. Hay gente que critica que se le está dando al régimen, esto tiene varias semanas parado y no se le ha dado ningún oxígeno.
No hemos dejado de hacer nuestra política. Nunca dejamos de hacer nuestra política por la negociación, eso sí, hay que protegerla. A pesar de eso, la Asamblea Nacional no cambió de agenda, se protegieron los activos, no hubo bajas en alguna otra materia. El tema es que nosotros debemos aprender a dejar de ser monotemáticos.
Debemos tener abiertos los demás escenarios, pero no se puede dejar de presionar por la negociación. Al contrario, mientras más presión se favorece a la negociación. El error está en que negocias y dejes de hacer otras cosas. Creo que solo nos gusta escuchar lo que queremos escuchar, a pesar de lo que diga incluso la comunidad internacional.
-¿Cómo es eso de proteger la negociación?
-Hay cosas que se deben evitar hacer, aunque pareciera que el régimen no hace. Ellos hablan de negociaciones pero avanzan con allanarles la inmunidad a diputados, con la represión y persecución a la dirigencia. Algunas comunicaciones deben cuidarse mientras ese proceso siga vigente, porque el régimen tiene una naturaleza y es que lo reclama todo.
Ellos nos persiguen, acusan, encarcelan a los opositores pero les dices algo y es un drama. Para evitar darle drama a la mesa y que se usaran elementos distractores e ir a lo sustancial, nosotros intentamos proteger el mecanismo. También para avanzar en los puntos.
-Representantes opositores de la llamada “mesa de diálogo” han dicho que la negociación del todo o nada no es viable para el caso venezolano, que mejor son acuerdos parciales. ¿Ustedes se plantearon acuerdos parciales o un acuerdo formal en todos los puntos?
-Primero, no es un problema metodológico. Un acuerdo parcial, que es a lo que aluden los que están en la llamada mesita de diálogo –nombre que no le pusimos nosotros, se lo puso el mismo Gobierno- por ejemplo en los presos políticos, ahí no puede haber acuerdo. Eso es una medida unilateral porque ellos fueron los que encarcelaron a estas personas. Con su regreso a la Asamblea, ellos fueron los que se reiteraron hace dos años, ¿qué acuerdo puede ser ese? Son acuerdos unilaterales del régimen, no parciales.
Más allá de esto, entre las pautas de la negociación estaba que ‘nada está acordado hasta que todo esté acordado, a menos que las partes quieran acordar algo parcialmente’. Esa posibilidad existe. Está el ejemplo de la Asamblea, su decisión de regresar fue una medida unilateral, pero qué hacemos con las decisiones de la Asamblea Nacional, porque ellos no la reconocen. Cómo hacemos para nombrar al CNE o hacer leyes, porque no pueden habilitar a la AN solo para el poder Electoral, debe ser reconocida en todas sus competencias y eso implica un acuerdo mucho más grande.
El acuerdo lo que quiere es que haya garantías de que nadie más vaya preso por razones políticas. Puedes soltar a la gente, que es lo que queremos, pero nunca aceptamos esa negociación porque las causas de su encarcelamiento son políticas.
No han podido avanzar y al final allí hay un problema de toma de decisiones y capacidad de quiénes están en la mesita de tomar decisiones. No voy a entrar en la polémica de quiénes representan más o menos. Para nombrar un CNE debe hacerlo la Asamblea Nacional. ¿Cuántos diputados tiene la mesita y cuántos no están en la mesita? Tienen que hablar con la mayoría de los diputados para llegar a un acuerdo. Tienen un problema de capacidades.
Al final la mesita es la negociación que el régimen quería. ¿Qué tiene la mesita para negociar? La foto, no tienen más nada que entregar.
Nosotros más que una negociación lo que queremos es un acuerdo. Este país es inviable, y se siente más la crisis en el tema económico, y para resolver el problema económico debemos resolver el problema político.
-Entonces siguen descartando su participación en esta mesa
-Totalmente. Nunca lo hemos pensado.
-¿De alguna forma consideran que pueden ser relegados como oposición por estos partidos que dialogan con el régimen o siguen siendo mayoría?
-Ojo, no es un tema de mayorías o minorías sino a quien le presentan y que capacidades tienen para tomar decisiones. Ellos están siendo utilizados por el régimen. Yo no sé si con intención o sin ella, no puedo calificar pero ese es el plan del régimen. No tienen nada que negociar, lo único es la foto y los titulares.
-¿Y qué van a hacer con la convocatoria a parlamentarias? ¿Piensan participar?
-Primero yo no soy abstencionista, ni la oposición venezolana o el gobierno de Juan Guaidó. Creemos en el voto y ha sido nuestro objetivo lograr elecciones justas, libres y transparentes. Esto no es un tema de que se convoque solo una elección, tiene que ver con el poder Electoral y el resto de las instituciones como el poder Ciudadano, Judicial y que haya observación internacional.
Segundo, esta crisis está armada porque el 20 de mayo de 2018 no hubo una elección. Entonces no es un tema de descartar si ir o no a un proceso electoral, sino que los venezolanos podamos elegir nuestro destino.
El plan del régimen es hacer solo las parlamentarias y descartar la presidencial, que no se hable de eso. Pero no hay forma de que este país sea viable con Maduro en el poder.
-Por la Asamblea Nacional debe pasar la elección de un nuevo CNE para cualquier elección que se dé en el país. ¿Están trabajando en eso luego de la reincorporación del PSUV? ¿Han hablado del tema?
-Lo que tienen que hacer es no ir nada más a sentarse. Porque ellos van, se lanzan dos discursos pero eso no es reconocer las decisiones de la Asamblea. Hemos venido trabajando en el tema electoral, se ha nombrado comité de postulaciones, hemos intentado nombrar los rectores, hemos hablado de reformas de las leyes y así va a estar en nuestra agenda. Incluso estuvo en el mecanismo de Oslo como parte principal para conseguir una elección presidencial. La Asamblea tomará en las próximas sesiones los pasos y las decisiones que apunten hacia allá. Evidentemente nos gustaría que fuera una decisión de consenso, pero el régimen debe entender que tienen que reconocer que la Asamblea y los diputados tienen su opinión.
-¿Sobre el comité de postulaciones se ha avanzado?
-Internamente la bancada de la unidad ha hablado del tema y seguramente en las próximas sesiones se llevará a la plenaria el debate.
-Internamente dentro de la unidad, ¿hay una dirección política? ¿Todas las decisiones pasan por Juan Guaidó? ¿Se toman las decisiones en conjunto?
-Evidentemente Juan Guaidó lidera este proceso, es el presidente encargado, el presidente de la Asamblea y el liderazgo más importante que tiene hoy la unidad, él lidera la dirección política donde están los partidos principales, la directiva de la Asamblea Nacional y allí se toman las decisiones, además del aparataje político con los comandos, todo lo que se está haciendo en los estados en alianza y coordinación con el Frente Amplio y otros sectores.
Se está avanzando en la toma de decisiones en los estados con estos comandos, los partidos, el Frente Amplio, para que las decisiones sean lo más amplio posible.
-¿La amplitud no retrasa la toma de decisiones? ¿O se agilizó el proceso?
-La idea es que no sean cuatro partidos que tomen las decisiones, aunque sí son los que tienen más organización. Además hay partidos regionales, como La Causa R, tienen sus particularidades.
-También está el tema de que muchos dieron la visión que la resolución del conflicto sería a corto plazo. ¿Qué empuje falta o qué se necesita para el cese?
-Creo que aunque no se ha logrado el objetivo en estos diez meses, como dices en algún momento se insinuó que podía ser rápido, pero se ha avanzado bastante. Además, hay mucha gente con deseo de cambio, eso no se ha apaciguado. La unidad está en un proceso de reflexión y de adecuación de la estrategia, que no significa el cambio de lo que se ha planteado pero se tiene que hacer un balance de por qué no se ha logrado el cambio. Ese balance debe hacerse. No se trata de cambiar la ruta de los tres pasos, sino de revisar por qué no se ha logrado, quizás fallamos en un paso, se debe acentuar más en otra cosa.
Al principio había más movilizaciones espontáneas, ahora se necesita mayor organización. Ahí se está retomando todo ese tema, pero estamos en este proceso de hacer un balance y corregir lo que se tenga que corregir.
Nosotros seguimos creciendo en nuestro apoyo internacional pero se necesita mayor presión interna, no es que no haya, pero se debe organizar porque aquí todos los días hay protestas.
Además, aunque no les guste a algunos aquí hay que hablar con el chavismo. No con Maduro y con Diosdado (Cabello), el chavismo es más grande que eso. Hay que explicarles cuál fue la propuesta que llevamos a Oslo, que desde nuestro punto de vista no es intransigente ni irracional, tiene garantías.
También nos hace falta desarrollar cómo es el futuro, más allá del plan país, que es una gran parte, pero esto es para todos. Aquí el gran error del chavismo fue pensar que el país era de ellos y que iban a acabar con todo el que pensaba distinto. Pasó el tiempo y más del 80% del país no quiere este modelo. Ahora esto no significa aplastar a nadie, son una minoría que hay que incluir.
-¿Ese proceso de reflexión de la unidad desde cuándo se está dando? ¿Se mejora la estrategia sobre la marcha?
-Desde hace unos meses.
-Hay una nueva convocatoria para el 16 de noviembre. ¿Qué se espera de esa fecha? ¿La organización de la presión interna?
-Sí, y cubrir las expectativas. No ponerlas más altas. Hay que movilizarnos internamente. Solo con ayuda internacional no vamos a lograr el cambio que queremos, por eso necesitamos la presión interna de nosotros y generar la presión interna del chavismo para que presione a la cúpula. Eso es parte del juego y no hay forma de lograrlo sino hablamos con ellos.
Aquí hay que mover todas las piezas a la vez.
-¿Cómo le llegan a esos sectores del chavismo?
-Hay que hablar con ellos, explicarles nuestra propuesta. No es un tema de confrontar. Ve la manifestación hacia Corpoelec, ahí no hubo confrontación. Sí hubo unos gritos al final pero ese chavismo ya no tiene muchas fuerzas para defender porque saben que esta situación no es culpa de las sanciones ni de Donald Trump como se los quieren hacer creer.
Cuando hablas con los sectores medios ves cómo han perdido movilización con los CLAP, las UBCH, porque saben de todas las tramas de corrupción que ha habido, cómo los engañan. El chavismo sabe lo que está pasando y por eso no va con la misma fuerza a las manifestaciones. Nosotros tampoco les pedimos que dejen de ser chavistas, sino que reconozcan que este país es inviable y ese modelo que el régimen implementó no funciona.
Juego de la discordia
Stalin González estuvo en el centro de la polémica debido a su asistencia a un juego de semifinales de las grandes ligas en Estados Unidos. Al diputado se le criticó el costo de las entradas y qué hacía en un lugar como ese cuando desde el gobierno interino, y él mismo, han dicho que los venezolanos están pasando por una situación de crisis extrema.
-Más allá de la polémica, el chavismo pide una investigación y el contralor avanzó en ese sentido al iniciar un procedimiento para determinar los fondos que usaron…
– Yo estoy abierto a todas las investigaciones. Por una entrada de un juego de béisbol no me van a decir ahora que yo soy un corrupto. Yo vivo en la misma casa que construí desde que me casé hace 11 años. Tengo un nivel de vida normal con la precariedad que hay en este país. Me invitaron al juego del béisbol, esa entrada no cuesta lo que algunos trataron de decir. Esa entrada cuesta 201 dólares con impuestos. Me invitaron unos amigos, como los que tenemos afuera por montones todos los venezolanos. Hay tres ciudades donde tengo a mis amigos. Si por eso me van a investigar, no tengo ningún problema. Ahora, ¿quién me va a investigar? Los que se robaron la plata de la luz, del agua, de Pdvsa.
-¿Y qué hacía en Washington?
-Cumpliendo con una agenda política y diplomática, la cual no fue interrumpida. Yo llegué el martes en la noche, tuve reuniones miércoles y jueves y el viernes ya estaba en Caracas.