• Noticias
  • A Fondo
  • Lo Nuestro
  • Opinión
  • Migrantes
  • Regiones
  • EEUU
  • De interés
    • Elecciones municipales 2025
    • Elecciones regionales 2025
    • #LaHoradeVenezuela
    • Alianza Rebelde Investiga
  • Videos
    • Multimedia
    • La República que Tortura
      • Documental en Youtube
  • Nosotros
    • Principios editoriales
    • Manual de estilo
    • Teodoro
    • Nuestra historia
  • Noticias
  • A Fondo
  • Lo Nuestro
  • Opinión
  • Migrantes
  • Regiones
  • EEUU
  • De interés
    • Elecciones municipales 2025
    • Elecciones regionales 2025
    • #LaHoradeVenezuela
    • Alianza Rebelde Investiga
  • Videos
    • Multimedia
    • La República que Tortura
      • Documental en Youtube
  • Nosotros
    • Principios editoriales
    • Manual de estilo
    • Teodoro
    • Nuestra historia

Sucesión dinástica y radicalización autoritaria en Nicaragua, por Elvira Cuadra Lira



0
Comparte
  • Compartir en Facebook
  • Tuitealo

Sucesión dinástica y radicalización autoritaria en Nicaragua
FacebookTwitterWhatsAppTelegramEmail
Opinión TalCual | diciembre 10, 2024

El régimen Ortega-Murillo prepara un traspaso de poder basado en su propio círculo de confianza con el fin de continuar su proyecto familiar dictatorial.

X: @Latinoamerica21


En los últimos meses se han intensificado las señales de una sucesión dinástica en Nicaragua. Seis años después que emergiera la crisis sociopolítica en 2018, el régimen dictatorial encabezado por Daniel Ortega y Rosario Murillo, su esposa y vicepresidenta, muestra signos claros de agotamiento. No solo por sus edades, también son incapaces de ofrecer una propuesta de futuro para el país. Las multitudinarias protestas que se extendieron durante 2018 y 2019, además de los altos niveles de abstención electoral en las presidenciales de 2021, mostraron que la población también está agotada. El descontento persiste y se ha profundizado. Aún así, los Ortega-Murillo insisten en permanecer en el poder y para eso han optado por la familia.

Una de las señales es la acelerada reestructuración de los círculos de poder, removiendo a numerosos funcionarios y cercanos colaboradores que ya no son de su confianza. Los cambios han generado un gran nerviosismo entre quienes, hasta ahora, se consideraban cercanos y «leales». El grupo de los defenestrados ya es importante, y han encarcelado a varios.

Las purgas muestran que la estructura de poder está mutando para que la persona elegida como sucesora mantenga el control sobre el país y pueda sostener la continuidad autoritaria. El régimen radicaliza el estado policial sobre el resto de la población nicaragüense. También ha adoptado formas de persecución transnacional para quienes están en el exterior a fin de asegurar el control y llevar a buen término la sucesión dinástica.

Un proyecto familiar dictatorial

Ortega ha acumulado diecisiete años continuos en la Presidencia de Nicaragua. En 2007, cuando regresó a ocupar el cargo, ya tenía entre manos instalar su proyecto autoritario. Desde el principio se empeñó en asentar las bases del régimen dictatorial. Pero, a diferencia de otros regímenes autocráticos en Latinoamérica, en los que la sucesión recayó en personas leales a los caudillos como en Cuba y Venezuela, en Nicaragua adquirió las características de una sucesión dinástica. Los demás integrantes del clan familiar se preparan para dar continuidad a la dictadura.

La primera en la línea de sucesión es Rosario Murillo, esposa de Ortega, vicepresidenta y única vocera del régimen. Murillo adquirió poder a raíz del apoyo que brindó a Ortega cuando en 1998 su hija Zoilamérica denunció que la abusaba desde niña. Una vez Ortega se instaló en la Presidencia, el poder de Murillo se incrementó aceleradamente, tomando el control del aparato de gobierno y del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN).

En 2016, durante el congreso del FSLN, Ortega anunció la candidatura de Murillo para vicepresidenta en las elecciones de ese año. Las dudas que habían respecto a la instalación de una nueva dinastía se despejaron. Por supuesto, Murillo ascendió a ocupar el cargo en un proceso electoral fraudulento.

El eje de poder gira alrededor de Daniel Ortega y Rosario Murillo, pero en la medida que el tiempo ha avanzado y la crisis sociopolítica se profundiza y prolonga. Murillo se ha alzado por encima de toda la estructura. Incluso sobre personas de la más alta confianza personal de Ortega y la llamada «militancia histórica» integrada por exguerrilleros que pelearon en contra de la dictadura de los Somoza y se han mantenido bajo el alero del FSLN.

Uno de los casos más recientes es el de Humberto Ortega, hermano de Daniel, general en retiro y el primer comandante en jefe del Ejército. Humberto se atrevió a criticar públicamente la sucesión dinástica. Eso bastó para que lo mantuvieran incomunicado y en detención domiciliar durante varios meses hasta su fallecimiento en septiembre pasado.

El círculo Murillo

Murillo ha construido un círculo propio de personas leales dentro del partido y el aparato de gobierno. La mayoría son relativamente jóvenes, comprometidas a punta de prebendas. Es conocida por el férreo control que ejerce sobre todas las instituciones estatales. Utiliza discursos de odio y amenazas para referirse a quienes considera opositores. Tiene un trato humillante con sus propios hijos y le obsesionan los asuntos esotéricos.

Mientras tanto, el resto de la familia Ortega-Murillo ejerce funciones públicas clave sin contar con nombramientos oficiales. Por ejemplo, encabezan delegaciones oficiales en visitas al exterior. Laureano Ortega Murillo ha adquirido un perfil público muy activo en los años más recientes porque le han encargado establecer acuerdos de colaboración con Rusia y China. También con algunos países del Medio Oriente. Usualmente encabeza las delegaciones oficiales que visitan Rusia y China.

Camila Ortega Murillo es la asistente personal de Rosario y coordinadora de la Comisión Nacional de Economía Creativa. En una ocasión Ortega le otorgó plenos poderes para firmar un memorando de entendimiento sobre temas culturales con China. Los demás hijos de la pareja presidencial se encargan de dirigir los medios de comunicación progobierno más importantes y empresas del grupo económico Ortega-Murillo. El proyecto político autoritario y de partido transmutó a uno de naturaleza familiar y con rasgos sultánicos.

Agotamiento del modelo

La primera en la línea de sucesión es Rosario Murillo. Pero es evidente que otros integrantes de la familia ya se están preparando en lo que parece ser un proyecto político autoritario pensado para el largo plazo. Pero esa sucesión enfrenta varios problemas. Uno de ellos es que no goza de respaldo ni legitimidad entre la población. Por el contrario, el descontento se ha profundizado y extendido incluso entre sus propios simpatizantes.

La posibilidad de continuidad del proyecto está comprometida porque el modelo ya se agotó. No es capaz de ofrecer posibilidades de futuro aún a sus propios partidarios. Por eso han optado por la radicalización autoritaria siguiendo cuatro líneas. Una es la reestructuración de la estructura de poder para que la persona sucesora cuente con la complicidad de sus más leales colaboradores. Luego, la reconfiguración del sistema de dispositivos de represión, vigilancia y control para contener el creciente descontento ciudadano. También, la creación de un marco legal que justifique sus actuaciones arbitrarias. Por último, la destrucción del capital social de organizaciones ciudadanas. Según ellos, podría incubar una nueva ola de protestas como la de 2018. Los Ortega-Murillo son conscientes de que el 2026 se perfila como una fecha clave para avanzar en su afianzamiento considerando que para ese año están previstas las próximas elecciones presidenciales.

La sucesión y las próximas elecciones se pueden convertir en un punto de inflexión. Tanto para abrir una oportunidad de cambio democrático como de fortalecimiento del proyecto autoritario.

La sucesión implica de hecho, una transición que el régimen quiere que transcurra completamente bajo su control. Pero no hay ninguna garantía de ello. Sobre todo porque la posible «sucesora» atiza cada vez más las animadversiones de sus propios seguidores.

*Lea también: ¿Son los “Trump del mundo” tan parecidos a Trump?, por Sebastián Godínez Rivera

Para las fuerzas de la oposición democrática de Nicaragua este escenario plantea varios desafíos. En principio, prepararse para ese eventual momento y constituir un interlocutor legítimo que pueda presentar una propuesta de transición democrática a la sociedad nicaragüense y la comunidad internacional.

*Texto publicado originalmente en Diálogo Político

Elvira Cuadra Lira es Directora del Centro de Estudios Transdisciplinarios de Centroamérica. Socióloga.

www.latinoamerica21.com, medio de comunicación plural comprometido con la difusión de información crítica y veraz sobre América Latina. Síguenos en @Latinoamerica21

TalCual no se hace responsable por las opiniones emitidas por el autor de este artículo.

Post Views: 1.207
FacebookTwitterWhatsAppTelegramEmail
0
Comparte
  • Compartir en Facebook
  • Tuitealo

Elvira Cuadra LiraLatinoamérica21OpiniónRadicalización autoritaria en Nicaragua


  • Noticias relacionadas

    • Anatomía del chiste, por Aglaya Kinzbruner
      julio 1, 2025
    • Venezuela, ¿país de azúcar?, por Omar Ávila
      julio 1, 2025
    • El tiempo de Donald Trump, por Fernando Mires
      julio 1, 2025
    • ¿Continúa retrocediendo el consenso democrático en la Argentina?, por Santiago Leira
      julio 1, 2025
    • Autoayuda para viejos, por Fernando Rodríguez
      junio 30, 2025

  • Noticias recientes

    • Vuelve la centralización del cupo: OPSU insiste en controlar 100% de asignaciones
    • España solicita información de un tripulante español retenido en Venezuela
    • Las hidroeléctricas reversibles son una opción para América Latina
    • Detienen a ocho personas por tráfico de migrantes venezolanos en Colombia
    • La justicia envía a prisión al exnúmero 3 del presidente del Gobierno de España

También te puede interesar

Por qué la gente no se está divorciando, por Tulio Ramírez
junio 30, 2025
Sequía, cambio climático y diplomacia científica: una respuesta colectiva desde AL
junio 30, 2025
Código de Ética y código revolucionario, por Gregorio Salazar
junio 29, 2025
La falsa «verdad», por Ángel Lombardi Lombardi
junio 29, 2025
  • Portal venezolano fundado por Teodoro Petkoff, comprometido con la verdad, ejerciendo la libertad de expresión. 25 años ofreciendo actualidad informativa, reportajes, investigaciones, análisis y opinión. Un producto de Editorial La Mosca Analfabeta.

  • Contacto: [email protected]

    Síguenos
  • Noticias

    • Vuelve la centralización del cupo: OPSU insiste en controlar...
      julio 1, 2025
    • España solicita información de un tripulante español...
      julio 1, 2025
    • Las hidroeléctricas reversibles son una opción para...
      julio 1, 2025

  • A Fondo

    • La xenofobia contra venezolanos crece y los gobiernos...
      junio 30, 2025
    • Educación interrumpida en el Catatumbo: sin niños...
      junio 27, 2025
    • No es suficiente hacer elecciones para detonar una transición,...
      junio 24, 2025

  • Opinión

    • Anatomía del chiste, por Aglaya Kinzbruner
      julio 1, 2025
    • Venezuela, ¿país de azúcar?, por Omar Ávila
      julio 1, 2025
    • El tiempo de Donald Trump, por Fernando Mires
      julio 1, 2025


Diseñado y Desarrollado por Binaural
  • Noticias
  • A Fondo
  • Lo Nuestro
  • Opinión
  • Migrantes
  • Regiones
  • EEUU
  • De interés
    • Elecciones municipales 2025
    • Elecciones regionales 2025
    • #LaHoradeVenezuela
    • Alianza Rebelde Investiga
  • Videos
    • Multimedia
    • La República que Tortura
      • Documental en Youtube
  • Nosotros
    • Principios editoriales
    • Manual de estilo
    • Teodoro
    • Nuestra historia
Presione enter para comenzar su búsqueda