Sueña…, por Marisa Iturriza
El lunes llovió en la tarde y escampó, pero fue como para tomar aliento para la tormenta que se desató más tarde hasta pasada la medianoche, con truenos escandalosos y relámpagos que iluminaban los cuartos de luz amarilla o azul a la par con viento y lluvia que no cesaban y –mientras– uno pensaba ay Dios, ojalá se hayan tomado las medidas adecuadas para que los drenajes estén despejados, no se desborden las quebradas, no haya derrumbes, obstáculos en las vías, daños en viviendas… ni damnificados.
Muy tarde cierras los ojos. Despiertas tras dormir poco. El día está fresco. A través de jirones en las nubes blanquísimas de la mañana el cielo se ve azul intenso. Constatas que se han mojado varias cajas conteniendo libros, catálogos, cartas, etc. Resuelves no desolarte y tomarlo “con filosofía” ¿Cómo? Soñando y pasando al siguiente párrafo:
Todos y cada uno de los líderes de la oposición se percataron de que deben unirse como uno solo para trabajar hacia un fin común de justicia, libertad, prosperidad y… Aunque usted no lo Crea, a los de el proceso se les prendió el bombillito y también decidieron adherirse a esa aspiración para trabajar juntos porque codo a codo/somos mucho más que dos, según M, Benedetti.
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Si uno quiere más a su Patria que a posiciones regaladas, cuentas jugosas en el exterior, negocitos raros, comisiones sustanciosas, extracción de minerales valiosos, manejos extranjeros dudosos, etc. lo lógico es que demuestre su amor descartando ideologías que ofrecen bienestar ciudadano, futuro digno a la juventud, seguridad a la vejez, etc. para olvidarlo cuando tienen el poder.
Así que tanto la oposición como el proceso, tras los naturales debates y conclusiones, ubican a los individuos adecuados en las posiciones adecuadas lejos de oportunismo y amiguismo, rescatando el valioso potencial patrio que hoy disfrutamos todos los ciudadanos, o sea libertad, respeto, justicia, salud, empleo, vivienda, transporte, educación, cultura, deporte, recreación, ciudades estupendas con excelentes vías de comunicación, electricidad, gas, teléfono, tecnologías, institutos educacionales óptimos, docencia respetable, trabajadores bien remunerados. En fin, armonía y prosperidad. No, no es efecto narco alucinógeno, es que Gabriel Mistral dijo:
Si es que estamos soñando,
que soñemos hasta que nos
convenza nuestro sueño.