TalCual, 21 años de aquel 3 de abril, por Gioconda Cunto de San Blas
Twitter: @daVinci1412
Hola, Hugo en letras inmensas a cuatro columnas fue el saludo que Teodoro Petkoff estampó aquel 3 de abril de 2000 en la portada de la edición inaugural del vespertino TalCual, impresa y con olor a tinta, como era costumbre en aquella época cuando la compra de papel para alimentar las rotativas era una rutina administrativa más para cualquier periódico nacional.
Meses antes, siendo director del periódico El Mundo, Teodoro había sido forzado a renunciar al cargo en razón de sus provocadores editoriales en contra de las ejecutorias del entonces presidente. «Creyeron que nos iban a callar», escribió en su socarrón primer editorial en TalCual. «Bueno, no pudieron. En tres meses montamos TalCual. Es fruto de la voluntad indomable de no rendirse ante la fuerza…».
También en la primera página de esa edición inaugural se estrenaba Teodoro en la voz de su alter ego, Simón Boccanegra, para reclamar a Jorge Giordani, entonces y por muchos años ministro de Economía, su incapacidad en aconsejar debidamente al presidente en temas relacionados con la materia. «¿Sabrá Giordani lo que es el PIB?! se preguntaba el mordaz editorialista ante los continuos despropósitos de Chávez en temas económicos, hoy superados con creces por su sucesor.
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Con esa tónica nació TalCual, un diario destinado a hacer historia en el periodismo venezolano. Que fuese Teodoro su director, ahora en guisa de periodista, lo hacía más interesante. En mi época estudiantil en la UCV, la figura de Teodoro era ya legendaria para quienes simpatizaban con los movimientos guerrilleros que habían tomado el camino de la insurrección. Pasados algunos años y ya apaciguada la guerrilla, Teodoro sorprende con un texto fundamental: Checoslovaquia, el socialismo como problema, una revisión honesta, e imagino que dolorosa, sobre ideales rotos en el fragor de la lucha y su definitiva comprensión y aceptación de la ruta democrática como la única vía para el progreso de la sociedad, un texto que sacudió de raíz a toda la izquierda de la época y que lo enfrentó irreversiblemente con los viejos personajes de la nomenclatura internacional.
TalCual ha mantenido su compromiso militante y a todo riesgo con la causa de la libertad y la democracia, en un país cuyas mayorías en mala hora escogieron por vía electoral democrática ¡vaya contraste! una ruta «revolucionaria» retrógrada encabezada por un militar golpista, de quien no podía esperarse conductas democráticas. Con el correr de los años, el personaje y sus seguidores, fieles a su esencia, darían al traste con las instituciones, sustituyéndolas por miseria humana y control de la sociedad.
Hace diez años las vueltas del destino me trajeron a TalCual, para compartir esa empresa generada por la faceta de Teodoro como periodista crítico y vigoroso de un régimen al que midió en su verdadera fibra desde el primer momento. Al formar parte de la «familia talcualera», como él nos llamaba, compartimos sus luchas por la sobrevivencia del periódico, presa apetecida por un régimen de insaciable vocación hegemónica.
Aquí estamos, a pesar de las dificultades, en una realidad hoy más hiriente que hace 21 años. Multas, amenazas, sanciones, persecuciones en ejercicio perverso del poder, se han convertido en Venezuela en rutina diaria contra la prensa libre y los comunicadores audaces, para silenciarlos.
TalCual no escapa a esa realidad. En 2015, la Corporación Editorial Alfredo Maneiro, creada con el único fin de reducir a discreción la venta de papel periódico a medios complacientes, privó a TalCual y otros medios de la posibilidad de adquirir papel para la impresión y publicación de sus ediciones diarias, en pretensión de ahogarlos en silencio. Desde entonces, el desafío de mantener viva una voz opositora condujo a reforzar la versión digital, convirtiéndola en el portal que hoy es.
Al pie de esa primera página de la edición inaugural de TalCual había también un titular de farándula, como referencia a la noticia en página interior: «Shakira sacudió el Poliedro». El año 2000 había significado para la artista la aparición de su exitoso álbum MTV Unplugged, el primer álbum en vivo de la cantante colombiana. Uno podría suponer que su presentación en el escenario local tuvo como motivación promocional la interpretación de las canciones contenidas en dicho álbum. ¿Dónde están los ladrones?, una de ellas, ya cabía en el acontecer de entonces, más aún el de ahora: «…Los han visto por ahí / los han visto en los tejados / dando vueltas en París / los han visto en los cocteles / todos repartiendo ministerio…». No sé si Teodoro era admirador de la bella y talentosa barranquillera, pero estoy segura de que habría estado de acuerdo con esos versos.
Gioconda Cunto de San Blas es Individuo de Número de la Academia de Ciencias Físicas, Matemáticas y Naturales. Investigadora Titular Emérita del IVIC.
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