TalCual no circulará en el interior del país
Autor: Javier Coscojuela
La libertad de expresión es una de las libertades que menos les gusta a quienes detentan el poder en Venezuela. No es algo nuevo, lo llevan en su ADN político desde el primer día.
El autoritarismo de cuartel no permite la disidencia, el pluralismo, la diversidad de pensamiento. Es una sola voz que se tiene que acatar sin chistar.
TalCual es producto de la censura, del primer proceso de censura del difunto Hugo Chávez, cuando presionó a los propietarios de la Cadena Capriles para que sacaran a Teodoro Petkoff de la dirección del vespertino El Mundo. La piel del líder galáctico siempre fue muy sensible a la crítica, porque en su caso prefería los elogios y la adulación.
En respuesta a ese acto de censura nació TalCual.
Son 18 años de presencia diaria en el país, fijando posición e informando sobre el acontecer nacional e internacional. Han sido años de presiones de todo tipo. Desde diferentes entes gubernamentales, siempre buscando silenciar a este medio. Esta vocación por decir lo que ocurre en Venezuela ¡claro y raspao! Nos ha valido ocho demandas judiciales ante tribunales sumisos y complacientes con Miraflores. Tres están pendientes de decisión, aunque todos sabemos cuál será la decisión. En los tribunales al capitán se le acata.
El Gobierno ha buscado diferentes vías para silenciarnos. Una de ellas es a través del control en el suministro de papel. En octubre de 2014 nos pusieron en una situación difícil que pudimos superar. Hoy esta difícil coyuntura vuelve aparecer. Desde mediados del año pasado la Corporación Maneiro, creada para censurar a los medios impresos, nos redujo el suministro de papel, hasta hoy, a solo dos bobinas. Ese ente estatal que infortunadamente lleva el nombre de un revolucionario opuesto a la censura y luchó contra la dictadura perezjimenista, sí le entrega papel, a precio Dicom, a los medios afectos al Gobierno y a los pasquines que el Ministerio de Información inventa para inundar de propaganda mentirosa al país.
No pertenecemos a ese lote y jamás lo vamos a estar. Y por ello hicimos ajustes que nos permitieran estirar lo que teníamos, pero al final no quedó más opción que adquirir este insumo a precio del dólar libre. Sin embargo, víctima de la galopante inflación derivada de la nefasta gestión de Nicolás Maduro, esa alternativa hoy no es viable.
En vista de ello, nos vemos obligados a tomar la lastimosa decisión de reducir el tiraje y suspender la distribución del semanario en el interior del país. Agradecemos a nuestros lectores de la provincia, que son muchos, su demostrada lealtad durante estos 18 años y les pedimos que comprendan tan difícil decisión. La pelea la seguimos dando en la Gran Caracas y a través de nuestra página web, denunciando las injusticias de este nefasto gobierno. Como siempre ¡claro y raspao!
Deja un comentario