TalCual: un faro de libertad en tiempos de oscuridad, por Luis Ernesto Aparicio M.

Este jueves, TalCual cumple 25 años, un cuarto de siglo de compromiso con la verdad, la democracia y la libertad de expresión. Su historia es, en muchos sentidos, la historia de un país que ha debido resistir los embates de un poder cada vez más concentrado, de instituciones debilitadas y de la persecución contra quienes se atreven a disentir. Pero también es la historia de la valentía, la perseverancia y la convicción de que la palabra sigue siendo el arma más poderosa contra el autoritarismo.
Desde su fundación, TalCual nació guiado por un grupo de promotores que entendieron que el periodismo libre era una necesidad impostergable en un momento en el que el entonces presidente Hugo Chávez Frías comenzaba a socavar los principios democráticos. Confiaron plenamente en una de las mentes más brillantes de la política venezolana, Teodoro Petkoff, quien supo hacer de este medio un bastión de crítica y reflexión en tiempos en los que el silencio se imponía como norma.
La primera edición de TalCual dejó claro su propósito con un editorial inolvidable: «Hola, Hugo». Con esa frase, Petkoff respondió a la apuesta de Chávez por desmantelar el periodismo crítico, y desde entonces, cada edición del diario vino acompañada de un editorial que marcaba la pauta del debate nacional. Fueron editoriales agudos, irreverentes y profundamente analíticos, que se convirtieron en un referente para quienes buscaban entender el rumbo del país sin los filtros del poder.
A lo largo de estos 25 años, TalCual ha sido más que un medio de comunicación; ha sido una trinchera de resistencia para los que creen en la democracia, un espacio donde las voces disidentes han encontrado refugio y donde la denuncia ha sido un ejercicio cotidiano. En tiempos de censura y autocensura, su permanencia es un recordatorio de que el periodismo sigue siendo el último bastión de la verdad.
En lo personal, este periódico ha sido más que un espacio para la expresión de ideas; ha sido un hogar donde he podido escribir con absoluta libertad, donde las visitas a su redacción y los encuentros con Teodoro han dejado huellas imborrables en mi memoria. TalCual me ha permitido ejercer el periodismo de opinión sin ataduras, con la certeza de que la democracia necesita voces que la defiendan sin temor.
Hoy, cuando las amenazas a la libertad de expresión siguen vigentes y el desafío de informar con responsabilidad es cada vez mayor, TalCual continúa su labor, fiel a los principios que le dieron origen. Celebrar sus 25 años no es solo reconocer su historia, sino reafirmar la necesidad de que medios como este sigan existiendo, porque sin prensa libre, no hay democracia posible.
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Al celebrar este aniversario, quiero extender mi más cálida felicitación a cada periodista, editor, colaborador y miembro del equipo que hace posible que este diario siga adelante. Su esfuerzo diario, su valentía y su compromiso con la verdad son un faro de esperanza en tiempos de oscuridad. Que estos 25 años sean solo el inicio de una historia que continúe inspirando a quienes creemos en la democracia y en el poder de la palabra.
TalCual sigue en pie, fiel a su esencia y a su compromiso. Y mientras existan medios como este, habrá razones para creer que la libertad de expresión siempre encontrará una voz
Luis Ernesto Aparicio M. es periodista, exjefe de prensa de la MUD
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