TalCual Verifica | ¿Cuál es el volumen de la producción de cemento en Venezuela?
En declaraciones de representantes de la Corporación Socialista de Cemento desde 2019 solo se informa del porcentaje de aumento de la producción, más no se ofrecen detalles de cada una de las 10 plantas, de cómo está la capacidad instalada ni a cuánto asciende la comercialización. Según datos aportados a finales de 2024 el volumen alcanzó los 1,7 millones de toneladas métricas anuales, la cuarta parte de lo que se producía hace 10 años
¿Cuál es el volumen de la producción anual de cemento en Venezuela? Nadie sabe, al menos no la población venezolana. La opacidad en muchas de las cifras públicas sobre la actividad de los diferentes sectores de la economía, son un misterio desde hace más de una década. A finales de 2024, Nicolás Maduro dijo que para 2025 «aumentaremos la producción de cemento al 100% para construir las viviendas del pueblo», pero sin precisar las toneladas.
Llama la atención que en declaraciones de representantes de la Corporación Socialista de Cemento desde 2019 solo se informa del porcentaje de aumento de la producción, más no se ofrecen detalles del volumen producido, de cómo está la capacidad instalada ni a cuánto asciende la comercialización. Tampoco se ha dado información oficial sobre si están operativas las 10 plantas estatales que hay en el país.
Orlando Chirinos, presidente de la Federación de Trabajadores del Cemento (Fetracemento), alertó en 2024 sobre la crítica situación que enfrenta la industria cementera en Venezuela, señalando que la producción de cemento había caído a menos de un millón de toneladas métricas anuales. En sus declaraciones emitidas en Radio Fe y Alegría Noticias, Chirinos aseveró que dicho panorama refleja la máxima paralización en la que se encuentra el sector.
«No hay capacidad para responder a las necesidades del sector construcción. Hoy sabemos que el sistema de construcción en el país está en cero y completamente paralizado», expresó.
El presidente de Fetracemento atribuyó la crisis al deterioro progresivo de la infraestructura productiva y operativa, así como a la falta de inversión, voluntad política y a la situación laboral precaria de los trabajadores.
En una transmisión del canal del Estado VTV el pasado 21 de enero, se informó de una inversión de 150 millones de dólares a ejecutar en la Planta de Cemento San Sebastián ubicada en el estado Aragua. Un representante de un holding internacional que ofreció declaraciones en el reporte, habló de una producción actual de 1,7 millones de Toneladas anuales, y no quedó claro si se refería a esta planta o a la producción nacional.
«Hemos encontrado que la capacidad de las plantas cementeras en Venezuela está alrededor de 1,7 millones de toneladas métricas anuales y planeamos incrementar esa capacidad y esperamos que nuestra inversión aquí pueda efectuarse de manera expedita y planificamos invertir 150 millones de dólares estimados en nuestro pan de negocios», dijo el inversionista internacional que según se informó pertenece a un grpo económico de los BRICS.
Si lo dicho por este representantes es cierto, la producción actual de cemento venezolano representa la cuarta parte de lo que se producía en el país hace 10 años. Pero algo de cierto tiene ya que representantes de la Corporación Socialista de Cemento afirmaron al diario Ultimas Noticias que para el año 2024 se aumentaría el volumen total a 1,5 millones de Ton, por lo que el incremento hasta la fecha ha sido bastante moderado.
Por otra parte, el secretario general de la CSC José Vale dijo en ese reporte que en octubre de 2023 se produjeron 18.256 Ton, «algo que no se veía desde 2018, gracias a las alternativas que se han seguido para garantizar la producción en todas las plantas cementeras». Si eso es así, al multiplicar esta misma cantidad, que había sido la mejor en mucho tiempo y si inferimos que continuó este volumen, por 12 meses suman 219.072 Ton en ese año. Nuevamente, las cuentas no cuadran.
Para recordar
En el año 2015, por ejemplo, la una capacidad instalada de las 10 empresas cementeras, 9 de ellas estatales, era de 11,9 millones de toneladas por año con una producción de 6 millones de Ton. En ese entonces, ya se hablaba de una severa crisis de escasez del producto. Para ampliar esa capacidad se acordó la ejecución de nuevos proyectos que elevarían la capacidad de 11,9 a 14,9 millones de Ton anuales.
De acuerdo a declaraciones de fuentes oficiales, al 2017 se preveía la exportación de cemento, pues las inversiones estarían orientadas a cubrir la demanda interna y generar excedentes para exportar.
Datos del Ministerio de Industria y Comercio publicados en 2016, se observa que en el 2010 la industria tuvo una producción de 7,4 millones de Ton y una capacidad instalada de 10,9 millones de Ton. En 2015 las cifras refieren una producción de un poco más de 6 millones de Ton y un aumento de la capacidad a 11,9 millones de Ton. Para este año 2015, la producción representó 50,8% de la capacidad instalada, lo que para muchos era un resultado «alarmante», considerando las necesidades de la construcción en el país y dado que ese volumen era el promedio de la capacidad de una planta nacional.
La historia se repite
La industria cementera venezolana tiene una trayectoria de 118 años (1907-2025), comprendiendo diferentes etapas desde su implantación y crecimiento, pasando por un proceso de apertura y transnacionalización (1989) y más tarde por su estatización (2008).
En 1989 se inició una política de apertura y desregulación de la economía que incluía un proceso de privatización y apertura al capital extranjero. En ese momento las empresas transnacionales Holcim, Lafarge y Cemex compraron las empresas venezolanas Consolidada de Cementos, Fabrica Nacional de Cementos (FNC) y Vencemos.
En 1993, con un escenario económico de profunda crisis e inestabilidad política, las empresas adquiridas por las transnacionales sufrieron cambios de patrono. No obstante, las cementeras no interrumpieron su razón de ser, pues se mantuvieron ejecutando actividades dirigidas a la producción de cemento junto con su modernización tecnológica y el incremento de su eficiencia productiva, según señala el Cendes en el estudio La industria cementera venezolana: análisis del proceso socioproductivo.
La administración foránea de estas industrias se mantuvo hasta 2007, cuando en la gestión de Hugo Chávez, se adopta una política de estatización en el marco de las Líneas Generales del Plan de Desarrollo Económico y Social de la Nación 2007-2013, al argumentar que la política comercial de estas empresas privilegiaba la exportación sobre el mercado interno.
Dentro de este modelo, la industria de cemento es considerada estratégica para el país, razón por la cual el Estado expropió a las empresas del sector: Holcim, Lafarge y Cemex, en el 2008, quedando bajo gerencia estatal. Hoy se cuenta con la Corporación Venezolana de Cementos que cuenta con 10 plantas en todo el país, pero de las cuales se desconoce si todas se encuentran operativas y cuál es la producción de cada una de ellas.
Este es el resultado de las expropiaciones, estatizaciones y de la opacidad de la data oficial.
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