Tanques sobre Carabobo, por Teodoro Petkoff
El Gran Charlatán dijo en Carabobo que si Salas Feo ganaba las elecciones él -es decir, El Gran Bocón- estudiaría «meter los tanques».¡¡¡Uuuuyyyy, que miedo!!! Todavía estamos temblando. Estas bravuconadas lo que dan es risa, así el tipo las diga con cara de bravo. Ya lo conocemos demasiado.
Constituyen el típico «agárrenme que lo mato». De hecho, a más de uno le provocaría responderle con otra bravata: «Saque sus tanques para meárselos». Pero no vamos a caer en ese terreno, que es el de él. Por lo demás, le hizo un favor a Salas Feo, como se lo hizo a Manuel Rosales.
Sin embargo, hay un aspecto que no se puede dejar pasar por alto. Es la opinión sobre la Fuerza Armada Nacional y sobre la democracia, que subyace en la amenaza del presidente. Habla de la FAN como si fuera un grupo de matones, un hatajo de sicarios, que puede lanzar contra quien disponga su real gana. Le ha dicho a los militares que si el pueblo de Carabobo ejerce su soberanía y elige a Salas Feo, él puede pasarse por el forro esa decisión democrática y lanzarlos a ellos, a los militares, a los cuales trata como si fueran perros de presa, sobre el pueblo carabobeño, para aplastar su decisión. Debe suponerse que más de un oficial tiene que haberse sentido profundamente humillado. Eso es lo que hizo Pérez Jiménez en 1952. Eso es lo que se intentó en abril de 2002 contra Chávez mismo. El Gran Charlatán parece no darse cuenta de que está validando la idea del golpe de Estado, al sugerir la posibilidad de un golpe de Estado suyo contra el gobierno electo de Carabobo. El golpe de Estado no vale contra nadie democráticamente elegido. ¿O es que hay golpes de Estado «buenos» y «malos»?
Los militares deben ser obedientes y disciplinados, pero ningún oficial, por chavista que sea, podría cumplir una orden que lo obligue a desconocer un resultado electoral –cualquier resultado, a favor o en contra del comandante en jefe.
De hecho, este país vería con mucho agrado que de la FAN, surgiera una declaración reafirmando el absoluto respeto de la institución a la Constitución y al voto ciudadano. Esto no lo decimos para darle casquillos. Es su deber para con la Nación a cuyo servicio está.
Porque la Constitución lo dice bien claro: la FAN no está al servicio de «persona o parcialidad política alguna».
Chávez habló como si la FAN estuviera a su servicio, habló como un jefe de mafia dando ordenes a sus guardaespaldas. ¿Es la FAN algo así como «La Piedrita»? La FAN no debe poner ni quitar gobiernos. Ese no es su rol, pero los venezolanos queremos estar seguros de que la FAN existe, entre otras cosas, para garantizar nuestros derechos constitucionales, entre ellos el derecho a elegir a quien nos de la gana.
Porque así como la FAN debe garantizar la voluntad soberana que eligió a Chávez, también debe garantizar la que elija a los gobernadores de los estados, sean quienes sean, le gusten o no a Hugo Chávez.