Tareck El Aissami, “El hijo de Chávez” a quien EEUU apunta como narcotraficante
El ministro de Industrias enfrentó la primera acusación del gobierno norteamericano, en 2017, cuando recién asumía como vicepresidente Ejecutivo. La administración de Donald Trump también lo vincula con Hezbolá, pero el gobernante Nicolás Maduro asegura que la acusación obedece a su origen árabe. Con una carrera revolucionaria, sus vínculos con el chavismo iniciaron en la universidad.
El gobierno de Nicolás Maduro acusó a la administración de Donald Trump de mantener un «acoso» sistemático contra los funcionarios de la revolución, siendo el ministro de Industrias y vicepresidente del área económica, Tareck El Aissami, el más reciente blanco al ser incluido en la lista de los fugitivos más buscados, el 31 de julio de 2019, por sus presuntos vínculos con el narcotráfico.
Sin embargo, Estados Unidos mantiene la mirada sobre «El Turco» desde hace varios años y, en 2017, la Oficina de Controles de Activos Extranjeros, OFAC por sus siglas en inglés, del Departamento del Tesoro lo sancionó y señaló como traficante de narcóticos, justo cuando recién asumía como vicepresidente ejecutivo de la República. En su expediente, la administración norteamericana refiere supuestos nexos con Hezbolá.
De acuerdo con los señalamientos de la OFAC, el funcionario venezolano «facilitó embarques de narcóticos desde Venezuela y controló vuelos que salieron de Venezuela, así como controló rutas del narcotráfico a través de puertos de Venezuela. En su previa posición él era propietario parcial de embarques por encima de 1.000 kilogramos enviados desde Venezuela en múltiples ocasiones, incluyendo aquellos con destino final a México y Estados Unidos”.
Según el Departamento del Tesoro, el ministro, que nació en El Vigía (Mérida) en 1974 y es el segundo de los cinco hijos de una familia sirio-libanés, «protegió a capos de la droga y supervisó una red de aviones y barcos que exportaban miles de kilogramos de cocaína».
Posteriormente, en marzo de 2019, Estados Unidos presentó cargos contra Tareck El Aissami por violar las restricciones que le impuso «por su implicación en el narcotráfico» al viajar a Rusia. En ese entonces, el Departamento de Justicia señaló, en un comunicado, que el ministro de Nicolás Maduro y el empresario Samark José López Bello, quien también figura en la lista de los más buscados, viajaron en un avión privado desde Moscú hasta Venezuela.
Hasta ahora, la respuesta de El Aissami, tras sus incursión en el ranking de los más buscados, ha sido retar a Estados Unidos: «Acúsennos de lo que les dé la gana. Nosotros sigamos construyendo el sueño de Bolívar”. Mediante un video, difundido en su cuenta de Twitter, el Ministro de Industrias calificó la medida estadounidense como una agresión infame y una canallada del imperialismo.
» Nosotros les respondemos como le responden los hijos de Bolívar y los hijos de Chávez, con al fuerza del Caroní”, alegó.
Somos los hijos de BOLÍVAR y de CHÁVEZ!! No podrán con nuestra fuerza MORAL!! LEALES siempre!! Nosotros VENCEREMOS!! pic.twitter.com/Rw6d7gzDM8
— Tareck El Aissami (@TareckPSUV) July 31, 2019
Las supuestas relaciones del ministro, que también es directivo del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), también fueron señaladas por Walid Makled, procesado por narcotráfico, quien aseguró en 2010, que pagó favores a Tarek El Aissami, en sus tiempos como Ministro del Interior, debido a las gestiones que realizaba a través de uno de sus hermanos.
“Si necesitaba poner a alguien en un cargo bueno, yo hablaba con el hermano de El Aissami y me hacía el favor”, afirmó Makled.
El Aissami, confeso hijo de la revolución, también ha sido el centro de acusaciones por presuntos lazos con la célula terrorista Hezbolá, pero hasta el gobernante Nicolás Maduro ha salido en su defensa para desmentir este señalamiento que lo persigue. Según Maduro, la persecución se basa en que el ministro es hijo de una familia árabe.
«Lo quieren vincular a Hezbolá, yo conozco bien a Tareck, lo conozco muy bien, nunca en su vida, jamás, ha tenido contacto con nadie de Hezbolá», aseveró Maduro, el 12 de julio de 2019.
Revolucionario ascendente
La vinculación de Tareck El Aissami con la izquierda se gestó en los tiempos en que estudiaba derecho en la Universidad de Los Andes (ULA), donde se dice que conoció a Adán Chávez, hermano del expresidente Hugo Chávez y actual embajador de Venezuela en Cuba. Antes de llegar a esa casa de estudios, el funcionario estudió bachillerato en el Liceo Militar Jáuregui, en el estado Táchira, y luego coqueteó con la carrera militar durante una breve estadía en las aulas de la Escuela Básica de la Fuerza Armada Nacional (FAN).
Fue presidente del Centro de Estudiantes de la Facultad de Derecho de la ULA y un activo dirigente del Movimiento V República que luego devino en el PSUV. Para 2003, el expresidente Chávez lo nombró jefe de la Misión Identidad.
En 2005 obtuvo una curul en la Asamblea Nacional tras ser electo como diputado del PSUV por el estado Mérida. En 2007, Chávez lo designó viceministro de Seguridad Ciudadana, y, en 2008, Chávez comenzó su gestión al frente del Ministerio del Interior Justicia y Paz, cargo en el que estuvo cuatro años. Con un postgrado en criminalística, a El Aissami le tocó fundar la Policía Nacional Bolivariana (PNB). 21 planes de seguridad encabezó El Aissami, aunque eso no significó avances para combatir los índices de inseguridad en Venezuela.
En su carrera política, el ministro, a quien Estados Unidos tiene en la mira, fue electo gobernador del estado Aragua, en diciembre de 2012, con 55,54 por ciento de los votos.
Cambios en el proceso
En enero de 2017, tras ser designado por Maduro como vicepresidente Ejecutivo de la República, Tareck El Aissami llamó a hacer cambios en la revolución.
«Hay que reivindicar el concepto de revolución, es comprender el momento histórico del momento que estamos viviendo, y cambiar todo lo que haya que cambiar. Nos ponemos al frente para llevar la batalla juntos», dijo.
Asimismo, sostuvo que es prioritario gobernar obedeciendo al pueblo para recuperar su confianza y reencontrarse con él.
Cuando fue nombrado vicepresidente de la República, algunos consideraron a El Aissami el número tres del chavismo, pero las acusaciones de Estados Unidos y el no poder recuperar la capacidad del gobierno para manejar el país, hizo que perdiera puntos entre la cúpula gobernante. Su designación como vicepresidente del área económica es más bien una «degradación». Su estrellato fue fugaz.