Estar en el Consejo de la ONU no libra a Venezuela de obligaciones en DDHH
La inclusión de Venezuela dentro del Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas, por un lapso de tres años, no impedirá que las diversas instancias de la ONU en materia de DDHH sigan investigando al país
Los Estados miembros de la Organización de Naciones Unidas (ONU) votaron el jueves 17 de octubre a favor de que Venezuela ocupe un puesto como integrante del Consejo de Derechos Humanos, pese a los reiterados señalamientos sobre violaciones a estos derechos cometidos por el régimen de Nicolás Maduro.
Tres países competían por los dos puestos que estaban vacantes dentro del Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas para América Latina y el Caribe: Brasil, que obtuvo 153 votos, Venezuela con 105 y Costa Rica, que alcanzó a sumar 97 apoyos.
Carlos Patiño, coordinador de exigibilidad del Programa Venezolano de Educación – Acción en Derechos Humanos (Provea), destaca que la inclusión de estos países dentro del Consejo es cuestionable, debido a que Nicolás Maduro y Jair Bolsonaro, presidente de Brasil, han sido señalados de ser responsables de continuas violaciones a los DDHH de los pueblos en comparación con Costa Rica «que de lejos cumple los estándares internacionales en esta materia».
Debe haber una reflexión de estos mecanismos en cuanto a la inclusión de países como estos, a juicio de Patiño, “porque su misión es velar precisamente por el cumplimiento de los derechos humanos en el mundo”.
Aunque señala que es “lamentable” la inclusión de Venezuela, “hay que decir que el propio Consejo, antes de esta votación, activó dos mecanismos sobre Venezuela para hacer seguimiento a la violación de DDHH, entre ellos una misión de determinación de hechos” desde 2014.
Justamente los funcionarios de Maduro afirmaron que no dejarían ingresar esa misión, lo que el coordinador de exigibilidad de Provea considera como una “contradicción”, porque después de descalificar al Consejo con esta acción, se ratificó la postulación del país.
Patiño recuerda que aun cuando Venezuela impida la entrada a los integrantes de esta misión de determinación de hechos, eso no impedirá su trabajo. «Más bien, el no dejarlos entrar da más peso a las graves violaciones a los derechos humanos que van a investigar».
Considera que parte de la misión de los representantes de Maduro dentro del Consejo será bloquear todas las resoluciones en su contra, y evitar que se logren imponer mecanismos más duros, como una comisión de investigación, que directamente establece las responsabilidades en violaciones a los DDHH porque ya es materia investigada.
Además, los resultados de las comisiones de investigación pueden ser entregados como evidencia a la Corte Penal Internacional, donde reposa un examen preliminar sobre Maduro y varios de sus funcionarios por supuestos crímenes de lesa humanidad.
Monitoreo constante
El otro mecanismo que el Consejo de Derechos Humanos de la ONU aprobó sobre Venezuela fue el mandato a la Oficina de la Alta Comisionada de Naciones Unidas para los DDHH, a cargo de Michelle Bachelet, para que monitoree la situación del país durante un lapso de un año.
Este monitoreo que debe hacer Bachelet, del cual deberá entregar dos informes orales y dos escritos ante los integrantes del Consejo, incluye otros temas distintos a los que investiga la misión de determinación de hechos (presuntas torturas y otros tratos crueles, ejecuciones extrajudiciales, detenciones arbitrarias).
Bachelet tiene en su mandato que investigar las violaciones al derecho a la salud, alimentación e incluso sobre pueblos indígenas y en materia ambiental, como el Arco Minero del Orinoco.
«Venezuela, más allá del sistema de Naciones Unidas, tiene otros mecanismos activados por las denuncias de violaciones a los derechos humanos. Tenemos el informe de la OIT donde la Comisión de Encuesta habla sobre las graves violaciones a los derechos laborales, sindicales, gremiales y empresariales y además pide las liberaciones de dos dirigentes; el examen de la CPI, la OEA que activó un mecanismo de seguimiento (Meseve)«, destaca Carlos Patiño.
Afirma además que “por todos los mecanismos de derechos internacionales, Venezuela ha salido reprobada sobre todo a partir de 2014, cuando se activaron las alertas y se realizaron más denuncias».
El coordinador de exigibilidad de Provea también menciona que los acuerdos a los que llegó el régimen de Nicolás Maduro en agosto con la Oficina de Alta Comisionada son una «declaración de buenas intenciones», y lo único que se ha logrado es el reingreso de los funcionarios de Bachelet al país. «No hemos visto más avance».
“Nosotros seguiremos documentado y denunciando todas las violaciones a los derechos humanos y esperemos que estos mecanismos en algún momento pudieran servir de contención a los violadores de DDHH no solo al saber que son investigados, sino que se precisen responsabilidades individuales», asevera el activista.
Aprender de la votación
Mariano de Alba, abogado venezolano especialista en Derecho Internacional y Relaciones Internacionales, afirma que con la inclusión del país al Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas se confirma que el régimen de Maduro sigue manteniendo un apoyo importante dentro del organismo multilateral.
#Venezuela es electa como miembro del Consejo de #DDHH de la #ONU para el período 2020-2022. A pesar de los esfuerzos de los países de la región y la candidatura de Costa Rica, el régimen de Maduro logra confirmar que sigue manteniendo un apoyo importante en la ONU.
— Mariano de Alba (@marianodealba) October 17, 2019
Aunque Carlos Patiño destaca que el resultado obtenido por Venezuela es uno de los más bajos a la hora de escoger a un integrante del Consejo, “no es para que se sientan orgullosos”, y señala que se debe valorar que las votaciones favor del país han ido mermando, “sino es que se han abstenido”.
El abogado de Alba también recuerda que “no es inédito ni inusual” que un Estado cuestionado en materia de derechos humanos llegue a esta instancia de la ONU y tampoco significa que el organismo y la Oficina de la Alta Comisionada “no vayan a poder seguir vigilando e investigando las graves violaciones a los DDHH en el país”.
Precisamente el abogado menciona que en septiembre de 2018, cuando Venezuela era miembro del Consejo, la instancia aprobó la primera resolución sobre el país, donde se solicitaron los informes orales y el informe escrito de la Alta Comisionada Michelle Bachelet que se concretaron durante 2019.
Arreaza se defiende
El ministro de Relaciones Exteriores, Jorge Arreaza, fue el primer funcionario del régimen en pronunciarse sobre la inclusión de Venezuela dentro del Consejo de DDHH, “una victoria que habrá que dimensionar y medir en el transcurso de los próximos días”, aunque la califica de “histórica” porque se enfrentaron a una «campaña feroz» de Estados Unidos y sus «países satélites».
Desde la Casa Amarilla, minutos después de que se informase sobre la excarcelación de 24 presos políticos, Arreaza acusó a diversas organizaciones no gubernamentales de estar en esa “campaña” para evitar que Venezuela entrara al Consejo.
«En Estados Unidos llegaron al colmo del desprecio y el multilateralismo que se retiraron del Consejo de DDHH, del Acuerdo de París, de la Unesco, que desprecia las Naciones Unidas, ellos hicieron una feroz campaña”, prosiguió el canciller.
Además, dijo que pronto “mostrarán” una «cantidad de tuits» sobre el país y que corresponden a esa campaña. «Nosotros no atacamos a ningún candidato, nosotros hicimos campaña con nuestras propuestas».
También se refirió a los países del Grupo de Lima, que rechazaron la candidatura de Venezuela y apoyaron a Costa Rica para que ocupase el asiento dentro del Consejo. «La diplomacia no se hace en contra o para impedir, para agredir a otro país. La diplomacia se hace para construir en colectivo».
Dijo que es una lástima que la diplomacia de Costa Rica haya incidido en este error. «Ahí están los resultados, cuando la diplomacia se hace con buenas intenciones o con una agenda paralela».