Teodoro, el que conozco, por Eloy Torres Román (IV)
Tras varios momentos de reflexión, Teodoro, decidió lanzar su candidatura. Para él. Se trataba de revalidar su proyecto a fin que éste no se perdiera tras las bambalinas del oportunismo político o que éste, cayera en las redes de la corrupción que exponencialmente se reproducía en el país y del cual el M.A.S. posiblemente no escaparía. Pompeyo y Eloy no lo acompañaron. Prefirieron apoyar a Rangel, quien buscaba una segunda oportunidad para convertirse en el gran referente de la izquierda. No porque éstos, fueren susceptibles de corromperse, sino por inclinarse por la idea de ganar espacios para acrecentar al M.A.S., más allá de los mismos masistas.
Teodoro no adhirió a esa tesis y se lanzó por la calle del medio. Fue el precandidato, mientras José Vicente Rangel ganaba terrenos desde afuera; cuestión que logró, pues ganó la candidatura. Teodoro, perdió y asumió con entereza la conducción de la campaña electoral de J.V.Rangel. El M.A.S. comenzó a vivir un drama interno, a pesar que la alta dirigencia bajó el disenso por las elecciones. Éste, se vio afectado por un virus. Teodoro, lo advirtió.
El partido se confrontó con dos escenarios: el pragmatismo y por otro lado, la falta de consistencia con la idea de hacer política en términos decentes. La política, no podía ser un transporte para enriquecerse. Es verdad, no todos siguieron la senda principista aludida por Teodoro, pero tampoco la de practicar el pragmatismo político en términos decentes. Hubo de todo.
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El M.A.S como partido resultó lo que resultó. Hay de todo: aciertos y errores. El principal: apoyar a Chávez y desplazar a Teodoro, Pompeyo, Eloy y otros de la dirección, gracias al estilo aluvión, que impuso ese chafarote, en 1998, quien fungió de circunstancial aliado, de los nuevos jefes de ese partido que había nacido, con la esperanza en la mano, en 1971, gracias a la voluntad de Teodoro, Pompeyo. Freddy, Eloy, Bayardo, Caraquita, entre otros.
Hoy, todo es confuso y la muerte del marco ideológico ha condenado a los partidos políticos a ser parias. El M.A.S. no escapó a ello. La anti-política los carcome. La política se hace vía twitter y por otras redes sociales. Los sindicatos y gremios son su degradación. No hacen vida política en ellos
El gobierno, del chafarote y ahora del falso obrero, ha degradado a la política. Estamos en manos de individuos poco éticos. Se habla del socialismo y de Marx. Un gobierno estatista, mientras que Marx hablaba de acabar con el estado, éstos lo han fortalecido, convirtiéndolo en un ente privado, desde el cual acumulan riquezas.
Este es un gobierno que se ha movido paulatinamente desde una posición democrática, hacia la dictadura. Hubo momentos en los cuales el chafarote no le quedaba otra cosa que mantener el tradicional estilo democrático del país. Teodoro, incluso, lo dijo; declaración que fue malinterpretada por el radicalismo mediático. Opinar contra las posturas de la masa trae graves consecuencias; sobre todo si esa masa es manipulada por intereses bastardos. Para el momento que Teodoro dijo lo que dijo, Chávez, todavía se movía en los marcos democráticos. Otra cosa fue lo que vino después. Los “Casandras” en política, siempre encuentran harina para hacer su pan.
Decíamos que hoy nos movemos en un régimen dictatorial. Hemos visto el paso del autoritarismo competitivo hacia la hegemonía totalitaria. Los espacios para la política están cada vez más cerrados. No es fácil. El deterioro de la política ha marcado una gran frustración al país. La esperanza muere. Ya no hay fuerzas para la rebeldía. Teodoro, lo hubo de decir, en una ocasión (1994) en la UCV, justamente frente a Jorge Castañeda, el analista político mejicano… “la globalización ha asesinado las formas de hacer política; siento, que las razones para cuando yo me formé como comunista, cambiaron tanto que hoy luce ridículo pretender repetirlo. No hay maíz para alimentar el pollo de la rebeldía. Por lo que hay que reinventarse”. Eso lo dijo Teodoro, y yo, se lo remarqué en una comunicación privada razón para justificar y coincidir con sus argumentos, cada vez más osados, que promovían el enfrentamiento con el chafarote al servicio de Fidel Castro.
El drama no concluye con esta reflexión la cual Teodoro la expuso en diversos escritos. En todos se ha paseado el duende de la frustración.
Toda una vida vinculada a la redención social, desde una perspectiva sincera y autentica, ética y extremadamente marcada por la voluntad de ir hacia adelante, de pronto hemos caído en manos de unos farsantes quienes no desean más nada sino enriquecerse en un país que se baña en un lago de petróleo y los bañistas mueren, pues no tienen que comer