The Grandmother had a baby, por Tulio Ramírez
No amigo lector, no se trata de hacer alarde de las clases de inglés que estoy tomando durante este período de confinamiento forzado. Es sabido que por culpa de los camaradas de ustedes saben dónde, que no evitaron la expansión de ustedes saben qué, muchos nos hemos visto en la necesidad de triplicar el trabajo en casa o inventar nuevas cosas que hacer para evitar volvernos locos. En mi caso, preferí tomar las English Classes, que hacer consultas on line con un terapeuta. Pero este no es el tema que me ocupa hoy.
La expresión que encabeza esta entrega no es mía. Se la escuché a Cassius, un norteamericano de color….negro, oriundo de Alabama, quien regenta una licorería en San José de Rio Chico o “Saint Joseph of Little River” como le gusta llamar a su segunda pequeña patria. Con sus 64 años a cuestas y 35 en Venezuela, todavía combina el español y el inglés para hacerse entender por los borrachitos que día a día acuden a su local, para aplacar la sed que provoca el no hacer nada bajo el fuerte sol barloventeño.
Lo llamo por teléfono de vez en cuando para enterarme de las cosas insólitas que siempre pasan en esa encantadora tierra y, por supuesto, para aprovechar y practicar un poco mi escuálido inglés. “Hi Cassius, I am Tulio, how are you today? What are you doing my friend?”.
Ese es mi ritual saludo (cuando mejore más mi inglés, le preguntare más cosas de entrada). Su respuesta inmediata siempre es la misma “Hi, Tulio, I am fine and I am working as usually do, what about you?”. Como sabe que estoy practicando su idioma me responde de esa manera, lento y bien modulado.
En la última conversación que tuvimos, me sorprendió con una respuesta poco usual, “Hi, Tulio, now here the Grandmother had a baby”. La verdad no entendía. Pensé, “voy a tener que estudiar más inglés porque ahora sí que me perdí”. Le pregunté en español “¿Qué me dices?, ¿qué una abuela qué cosa?”. Su respuesta no se hizo esperar “No parecer cosa tuya, yo querer decir que ahora abuela parió, que esta vaina joderse to much”, todavía sin entender, le increpo, “¿cuál abuela chico?, ¿tu cómo que te estas bebiendo la mercancía?”.
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Me da su explicación sin abandonar su spanglish con acento de granjero sureño. “Ahora yo tener que comprar mercancía para negocio, mercado para mi house, gasolina for my car y medicinas para tensión, con último número de cédula”. Respondí, “bueno, en eso tienes razón Cassius, es una contrariedad, pero al parecer es una medida que se toma para evitar las aglomeraciones y la propagación del covid-19. Son medidas incomodas pero a veces necesarias. No soy gobiernero, eso tú bien lo sabes, pero ante el peligro inminente de un contagio masivo a veces hay que tomar decisiones drásticas como esa. Paciencia negro”.
“Qué paciencia ni qué carajo”, dijo en perfecto español, “yo no tener cédula porque ratero robar cartera mía. Yo poner denuncia y tener seis meses tratando de sacar cédula y nunca conseguirla. Yo ir y siempre decir a mí, no tener material. Yo ir 7 veces y no conseguir bendito papel. Now, yo necesitar ID porque nadie venderme nada. Negocio va a quiebra y salud empeorar. El gobernador no pensar en quien no tener cédula”.
Nunca lo había escuchado hablar tan bien el español. Luego de una breve pausa para tomar aire continuó, “borrachito cliente decirme que escribir carta a gobernador y decir que yo ser del PSUV y no poder votar en diciembre. El asegurarme que así yo conseguir cédula rápido, but yo no querer hacerlo, nunca hacer tricks para conseguir cosas”. La verdad Cassius, tienes toda la razón, definitivamente Parió la Abuela. Yo, por lo pronto, a seguir estudiando mi inglés.
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