The Wall Street Journal: allegados a Maduro negocian comicios por garantías de seguridad
The Wall Street Journal: allegados a Maduro negocian comicios por garantías de seguridaddiario estadounidense confirmó que han habido “conversaciones secretas” entre cercanos representantes del gobernante venezolano y Washington
El gobierno de Donald Trump ha estado negociando en secreto con personas muy cercanas al gobernante Nicolás Maduro, para lograr su salida de Miraflores y despejar el camino para unas elecciones libres «en una Venezuela económicamente devastada», confirmaron fuentes en Caracas y Washington al diario The Wall Street Journal.
Según el rotativo estadounidense, las conversaciones han involucrado «al poderoso teniente de Maduro, Diosdado Cabello«, quien ha sido sancionado por Washington por su presunta participación en el tráfico de drogas.
Las fuentes aseguran que las conversaciones están «en una etapa temprana».
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The Wall Street Journal: allegados a Maduro negocian comicios
Estados Unidos, que ha impuesto sanciones a Petróleos de Venezuela, a figuras gubernamentales y militares influyentes, presiona para que se realicen unos comicios donde los políticos de la oposición (incluido Juan Guaidó, a quien Washington considera el presidente interino legítimo de Venezuela) tengan la oportunidad de tomar el poder.
Los esfuerzos para lograr un cambio llegan en un momento crítico: más de cuatro millones de personas han huido del país desde 2015 en un éxodo que está agotando los recursos de los países vecinos. Dentro de Venezuela, el hambre crece, la economía se desintegra y las empresas cierran.
Cabello quiere mantenerse en el juego
Para Cabello, un punto de honor es recibir la garantía de EEUU de que tanto él como otros dirigentes del chavismo podrán permanecer en la política y no enfrentar sanciones si el régimen pierde el poder, según un informante venezolano con conexiones de alto nivel con el gobierno, la oposición y la Casa Blanca.
«Lo que Diosdado quiere es poder permanecer en Venezuela, de manera pacífica», dijo la fuente, quien dice tener el apoyo de EEUU para actuar como intermediario por lo que se reunió con Cabello el mes pasado.
«Uno de los objetivos principales es generar confianza y obtener garantías internacionales». Asegura que esto ayudaría a las figuras salientes del gobierno de Maduro a confiar en que cualquier nuevo gobierno mantendría las promesas de seguridad.
Las fichas del régimen quieren evitar «represalias, persecución y violencia, que el chavismo pueda competir en futuras elecciones», según la fuente.
Públicamente, los funcionarios de la administración Trump dicen que el único asunto a negociar es la fecha de la partida de Maduro.
Voceros familiarizados con la estrategia de EEUU dicen que la Casa Blanca quiere usar las conversaciones para dividir las filas del régimen de Maduro, en un esfuerzo por debilitarlo.
En declaraciones a los periodistas, el presidente Trump confirmó que los funcionarios estadounidenses están «hablando con los representantes en diferentes niveles de Venezuela». No los identificó, pero dijo que «estamos hablando a un nivel muy alto».
Esa declaración llevó a Maduro a anunciar que, de hecho, las discusiones habían tenido lugar. «Hemos tenido reuniones secretas en lugares secretos con personas secretas que nadie conoce», dijo, y agregó que Venezuela «continuaría teniendo contacto» con Estados Unidos.
Ni la Casa Blanca ni los representantes del régimen de Maduro dieron más detalles.
Intereses prácticos y acciones concretas
Conocedores de esta nueva etapa de las negociaciones afirman que, dado el desprecio mutuo que se tienen el gobierno de Maduro y la administración Trump, hay señales de realpolitik, o diplomacia basada en intereses prácticos y acciones concretas sin atender a la teoría o la filosofía.
Manuel Cristopher Figuera, hasta hace poco jefe de inteligencia de Maduro, describió a Cabello como un líder combativo «con mentalidad de luchador de gallos» con una fuerte influencia sobre las unidades militares.
Añadió que aunque Cabello y Maduro se desprecian mutuamente, el presidente de la írrita constituyente nunca ha conspirado contra el gobernante venezolano como sí lo han hecho otros altos funcionarios del régimen.
«Le da mucha credibilidad a su posición», dijo Figuera quien considera que su participación es fundamental para el éxito de cualquier acuerdo de transición.
En Barbados plantearon una elección presidencial
Estas conversaciones ocurrieron mientras el ministro de Comunicaciones, Jorge Rodríguez, y su hermana, la vicepresidenta Delcy Rodríguez, ofrecieron a los negociadores de la oposición presentes en Barbados la posibilidad de una elección presidencial en los próximos meses.
Esa oferta, realizada hace semanas durante las conversaciones -hoy suspendidas- en Barbados, se considera un avance importante ya que los funcionarios del gobierno venezolano han dicho públicamente que aceptan celebrar una nueva votación presidencial.
La oposición ha exigido elecciones luego que Maduro fuese reelegido en 2018 en una votación ampliamente calificada como fraudulenta, lo que provocó que EEUU y más de 50 gobiernos declararan su mandato como ilegítimo, reconociendo al presidente de la AN, Juan Guaidó como el mandatario interino de Venezuela.
Se espera que las conversaciones en Barbados se reanuden a finales de este mes. Según las fuentes de The Wall Street Journal estos diálogos no tendrán éxito a menos que avancen las conversaciones paralelas entre los funcionarios estadounidenses y las figuras del régimen.
Esfuerzos para salir de Maduro estancados
En privado, funcionarios de la administración Trump reconocen que sus esfuerzos durante los últimos ocho meses para obligar a Maduro a salir y reemplazarlo con Guaidó se han estancado, lo que los llevó a explorar los diversos centros de poder de Venezuela y las personas que los dirigen.
«Los estadounidenses entienden que tienen que desempeñar un papel en cualquier negociación exitosa», dijo una fuente familiarizada con las conversaciones en Barbados.
Mientras tanto, en Venezuela, se discutió un posible acuerdo con la oposición en el que ambos nombrarían representantes para un nuevo Consejo Nacional Electoral y el Tribunal Supremo de Justicia, aunque el plan no ha avanzado.
«El presidente Maduro está abierto a todos, está abierto a cualquier opción», dijo el funcionario.
Todas las partes permanecen divididas sobre lo que quieren lograr. Los líderes de derecha en la oposición no apoyan públicamente las negociaciones. Mientras tanto, los funcionarios del gobierno quieren que su movimiento pueda presentar un candidato en cualquier posible elección futura. Los negociadores de la oposición quieren que Maduro no pueda participar.
«Hay preocupaciones sobre lo que haría el gobierno con su poder para restringir y coaccionar» a los votantes, dijo la persona familiarizada con las conversaciones. «Es por eso que personas razonables, incluso moderadas, piensan que Maduro no debería estar cerca».
La fuente espera que las conversaciones se encaminen rápidamente para que puedan dar lugar a un acuerdo en los próximos meses porque si se extienden hasta 2020, la campaña electoral de EEUU puede dificultar que la administración Trump sea flexible y haga concesiones.
«El tiempo corre para todos, y necesitan resolver esto en los próximos meses, si no semanas o de lo contrario va a ser un desastre», advirtió.