TikTok pasa a manos de EEUU: claves de la negociación

El secretario del Tesoro informó que el acuerdo marco alcanzado prevé que TikTok «pase a ser propiedad controlada por Estados Unidos», pero señaló que no darán detalles de los términos comerciales
Estados Unidos y China llegaron a un acuerdo marco para que TikTok pase a manos estadounidenses, anunció el secretario del Tesoro, Scott Bessent, que participó en las negociaciones entre ambos países en Madrid.
El acuerdo marco alcanzado prevé que TikTok «pase a ser propiedad controlada por Estados Unidos», dijo Bessent en la capital española, sede de la ronda de negociaciones.
«No vamos a hablar de los términos comerciales del acuerdo. Es entre dos partes privadas, pero los términos comerciales han sido acordados», agregó cuando le preguntaron por el algoritmo de esta red social.
A continuación, siete claves para comprender cómo TikTok se convirtió en uno de los temas centrales en las negociaciones comerciales entre ambas potencias, realizadas el domingo y el lunes en la capital española.
Origen chino. TikTok nació en 2016 como Douyin, una aplicación de vídeos cortos lanzada en China por la empresa ByteDance. Su éxito local llevó a la creación de una versión internacional, TikTok, que se expandió rápidamente tras la adquisición de la estadounidense Musical.ly en 2017. Esta compra le abrió el mercado norteamericano y le permitió consolidarse como una de las aplicaciones más populares entre los jóvenes.
Un crecimiento meteórico. En apenas dos años, TikTok ya era la aplicación más descargada en varias tiendas de aplicaciones: en el primer trimestre de 2018, encabezó la App Store a nivel mundial. La pandemia de la covid-19 reforzó aún más su atractivo, al convertirse en una de las principales formas de entretenimiento durante los confinamientos. Hoy supera 1.500 millones de usuarios activos mensualmente en todo el mundo, con unos 150 millones en Estados Unidos.
Preocupación en Washington. Desde sus primeros años de expansión, la Casa Blanca y el Congreso estadounidense han expresado temores de que los datos de los usuarios en Estados Unidos pudieran ser accesibles para las autoridades chinas.
Estas sospechas se tradujeron primero en restricciones al uso de TikTok en dispositivos gubernamentales y militares y, más adelante, en proyectos de ley para forzar la desvinculación de ByteDance.
Pulso legal y político. En abril de 2024, el Congreso de Estados Unidos aprobó una ley que obligaba a ByteDance a desprenderse de TikTok si quería seguir operando en Estados Unidos.
En enero de 2025, el Tribunal Supremo confirmó la constitucionalidad de esa norma y el entonces presidente saliente, Joe Biden, dejó en manos de su sucesor, Donald Trump, la aplicación de la medida.
Trump y TikTok: una relación compleja. Desde su regreso a la Casa Blanca en enero de 2025, Trump ha prorrogado en tres ocasiones el veto a TikTok, que debía hacerse efectivo si no había acuerdo con ByteDance.
El republicano pasó de criticar a la aplicación por razones de seguridad nacional a reconocer su utilidad como herramienta política, al asegurar que le ayudó a conectar con el electorado joven en las elecciones de 2024, hasta el punto de que la Casa Blanca abrió una cuenta oficial en TikTok en agosto de 2025, a un mes de la fecha límite.
El algoritmo, bajo sospecha. El motor de TikTok es su algoritmo de recomendación, que personaliza el contenido según el tiempo de visualización de cada usuario y que está considerado una de las claves de su éxito global.
Este sistema también ha generado dudas por su opacidad, su capacidad de influencia y la posibilidad de censura indirecta de contenidos críticos con el Gobierno chino, algo que ha llevado a Bruselas y Washington a reclamar transparencia y a exigir que los datos de usuarios europeos y estadounidenses se almacenen fuera de China.
Pekín tiene la última palabra. Cualquier operación de venta de las operaciones de TikTok en Estados Unidos debe contar con el beneplácito de Pekín, ya que el Gobierno chino tiene una ‘acción de oro’ en ByteDance que le da derecho a veto, logrando influencia sobre la estrategia y las operaciones de la compañía, algo que, según la compañía, no afecta a sus negocios en el extranjero.
Además, la normativa de control de exportaciones de Pekín prohíbe a las empresas chinas vender los algoritmos de su ‘software’, por lo que la venta de TikTok debe ser aprobada por las autoridades chinas.
Cabe recordar que, al igual que servicios como Google, Facebook o X, TikTok está bloqueado en China, donde ByteDance opera con Douyin, la aplicación original de TikTok y que es completamente independiente de su versión internacional.
Con información de Swissinfo.ch
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